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Ciclo B Domingo XII del Tiempo Ordinario «¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!»

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Presentación del tema: "Ciclo B Domingo XII del Tiempo Ordinario «¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!»"— Transcripción de la presentación:

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2 Ciclo B Domingo XII del Tiempo Ordinario «¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!»

3 1 El Señor respondió a Job desde la tempestad, diciendo: 8 ¿Quién encerró con dos puertas al mar, cuando él salía a borbotones del seno materno, 9 cuando le puse una nube por vestido y por pañales, densos nubarrones? 10 Yo tracé un límite alrededor de él, le puse cerrojos y puertas, 11 y le dije: «Llegarás hasta aquí y no pasarás; aquí se quebrará la soberbia de tus olas». Palabra de Dios Te alabamos Señor Primera Lectura - Job 38,1.8-11

4 «Aquí romperá la arrogancia de tus olas» El hombre lleva el sufrimiento pegado a su carne, desde que nace hasta que muere. Como sociedad y como individuo. A todos niveles: físico, moral… ¿Cuál es su razón de ser? La filosofía y la teología buscan una respuesta. Anejo, el misterio del pecado.

5 Dios es el Señor de todo, no hace nada sin sentido. Lo transciende todo y está en todo. El hombre no puede abarcarlo, debe retirarse dentro de sus propios límites, reconocerlos, y admitir sobre sí una razón suprema que lo gobierna todo, una providencia misteriosa, cierta y segura. ¿Quién es el hombre, Señor, para pedirle razón de su obrar? Job es piadoso, un hombre cabal, cree mantener una conducta irreprochable. Y, no obstante, la desgracia le llega hasta la médula de los huesos. Los amigos se esfuerzan en darle la respuesta pero lo confunden y alteran. Job no ha pecado. Por doquier grandeza, sabiduría, orden, concierto, bondad.

6 Dios dirige sabiamente y con autoridad. La creación en su magnificencia nos invita a aceptarlo. El es bueno. Hay que dejarse llevar por él. El «misterio» de la muerte de Jesús iluminará el problema. Morimos en Cristo para resucitar con él. Esa es la respuesta de Dios en los «tiempos últimos». El sufrimiento tiene un sentido, una razón de ser. Una relación profunda lo une con el pecado. Aunque el pecado personal no sea la razón inmediata de su existencia en cada uno de los individuos.

7 23 Los que viajaron en barco por el mar, para traficar por las aguas inmensas, 24 contemplaron las obras del Señor, sus maravillas en el océano profundo. 25 Con su palabra desató un vendaval, que encrespaba las olas del océano: 26 ellos subían hasta el cielo, bajaban al abismo, se sentían desfallecer por el mareo. 28 Pero en la angustia invocaron al Señor, y él los libró de sus tribulaciones: 29 cambió el huracán en una brisa suave y se aplacaron las olas del mar; 30 entonces se alegraron de aquella calma, y el Señor los condujo al puerto deseado. 31 Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres. Salmo 107 (106) 23-24.25-26.28-29.30-31

8 «Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia» Salmo de acción de gracias. Recoge el agradecimiento de los fieles a Dios por los beneficios recibidos. Un ejemplo de la bondad de Dios es la intervención en la salvación de los náufragos. La vida del mar es azarosa y siempre en peligro.

9 En sus largos viajes eran testigos de las maravillosas intervenciones de Dios en favor de sus hijos, pues cuando por orden suya se encrespan las olas, azotadas por el huracán, y cuando la pericia de los marineros no puede hacer riada, está la intervención divina respondiendo a sus angustiadas oraciones. Dios es el Señor de los mares. A él el honor y la alabanza. El salmista menciona a los que se van a lejanas tierras por razones comerciales. Los fenicios eran los grandes mercaderes y marineros de la antigüedad.

10 14 Porque el amor de Cristo nos apremia, al considerar que si uno solo murió por todos, entonces todos han muerto. 15 Y él murió por todos, a fin de que los que viven no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 Por eso nosotros, de ahora en adelante, ya no conocemos a nadie con criterios puramente humanos; y si conocimos a Cristo de esa manera, ya no lo conocemos más así. 17 El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente. Palabra de Dios Te alabamos Señor Segunda Lectura - II Corintios 5,14-17

11 «El que vive con Cristo es una creatura nueva» Las palabras de Pablo son breves, pero de profundo sentido. Cristo ha resucitado. He ahí el acontecimiento por excelencia. La Resurrección de Cristo ha cambiado de signo a las cosas. Ha comenzado un mundo nuevo. El hombre ha sido recreado, la creación liberada. Fuera de él se desvanece, se avieja y muere.

12 La vida de Cristo conforman nuestra vida. Y tanto ésta como el amor a que nos obliga llevan el signo de la muerte y la resurrección. Hemos muerto al pecado, hemos muerto a la carne, hemos muerto a lo viejo, a todo aquello que nos distancia de Dios. Vivimos en Cristo la vida nueva, la vocación celeste, la vida divina que nos introduce en Dios. El estado actual del cristiano -en este mundo- lleva ese doble signo grabado en su carne.

13 35 Al atardecer de ese mismo día, les dijo: «Crucemos a la otra orilla». 36 Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. 37 Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. 38 Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. 39 Lo despertaron y le dijeron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?». Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio! ¡Cállate!». El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. 40 Después les dijo: «¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?». 41 Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen». Lectura del Santo Evangelio Marcos 4,35-41 Palabra de Dios Gloria a Ti, Señor Jesús

14 «¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!» Al calmar la tempestad que azota la pequeña barca el Señor manifiesta quién es Él, su identidad: Aquel que como hombre se rindió al sueño, se muestra ahora ante ellos como Dios. ¿Y quién tiene el dominio sobre el mar, sino quien ha creado el mar?

15 Y si parece admirable lo que el Señor hace al manifestar su dominio frente a las fuerzas de la naturaleza, más admirable aún es lo que Él ha hecho por su criatura humana: Él, por rescatar y reconciliar a la humanidad, encarnándose de María por obra del Espíritu Santo, se hizo “uno como nosotros”. Dios es quien controla su ímpetu, quien manda a las aguas marinas. Dios es quien apacigua la tormenta en suave brisa, y enmudece las olas del mar.

16 Pero al morir en la Cruz mandó callar la furia del mal que se abatía contra la humanidad entera, y con su Resurrección “ha despertado del sueño profundo”, trayendo la vida nueva a quien cree en Él estableciendo su dominio sobre aquello que el mar, en la mentalidad semita, significaba: el dominio de la muerte, que el hombre al pecar introdujo en el mundo. Más aún, en la plenitud de su amor, murió por todos dejando que toda la furia del mal como una tempestad violenta se desatase sobre la frágil barca de su cuerpo.

17 Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete. Concédenos vivir conforme a ella.

18 SOBRE TODO….CALMA En la salud; pide a Dios que sea tu fortaleza. En el trabajo; dile a Dios que lo realices con dignidad. En el desaliento; preséntale a Dios tu debilidad. En la oscuridad; déjale al Señor que sea tu luz. SOBRE TODO…CALMA Cuando todo se venga abajo; busca una mano que te sostenga. Cuando todo carezca de sentido; abre la Palabra de Dios. Cuando creas que todo está acabado; piensa en Jesús. SOBRE TODO…CALMA Déjale a Dios, que sea Dios. Déjale que, en las tormentas, sea quien tenga la última palabra. Déjale que, en las inquietudes, ponga a tono tu corazón. SOBRE TODO….CALMA Porque, si desesperas, pones a Dios en mal lugar. Porque, si desesperas, piensas que el mal es mayor que el poder de Dios. Porque, si desesperas, denota que tu fe no es tan grande como crees. Porque, si desesperas, es porque no caminas al ritmo de Jesús. SOBRE TODO…CALMA Y, si por lo que sea, te cuesta: Pídesela al Señor para que, allá donde te encuentres, punca sean mayores las dificultades y las pruebas. Que tu valentía y serenidad para hacerles frente. Una cosa tengamos cierta: Jesús es el mejor pararrayos, Jesús es el mejor calmante, Jesús es el mejor timón, Jesús es quien, tarde o temprano, Hasta lo más retorcido, ante El, se endereza. Oración: P. Javier Leoz

19 http://siembraconmigo.blogspot.com/ Si deseas recibir el Evangelio del Domingo envía un correo a:siembraconmigo@gmail.com Con el título: “Suscripción a Siembra Sagrada” O copia y pega el siguiente enlace en el navegador : https://groups.google.com/forum/?hl=es#!forum/evangelio_del_domingo Servicio Gratuito con Fines Educativos


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