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Lucas 12, XIX domingo Tiempo Ordinario –C-

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Presentación del tema: "Lucas 12, XIX domingo Tiempo Ordinario –C-"— Transcripción de la presentación:

1 Lucas 12, 32-48 XIX domingo Tiempo Ordinario –C-
Cuando ponemos nuestras alegrías, preocupaciones, esperanza... en manos de Dios, nos sentimos felices y libres. Lucas 12, XIX domingo Tiempo Ordinario –C- 12 de agosto de 2007

2 No temáis, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha querido daros el Reino. Vended vuestras posesiones y dad limosna. Acumulad aquello que no pierde valor, tesoros inagotables en el cielo, donde ni el ladrón se acerca ni la polilla roe. Porque donde está vuestro tesoro, allí está vuestro corazón. Jesús nos ofrece lo esencial. Confía en Nos regala el Reino. Sólo cuando hayamos colmado nuestro corazón con lo fundamental, podremos desprendernos y abandonar lo superfluo y secundario. No por deber, sino por la alegría de sentirnos más libres y felices. La propiedad, el lujo, el dinero, el prestigio, el poder..., pierden su atractivo, son sucedáneos.

3 Tened ceñida la cintura, y las lámparas encendidas
Tened ceñida la cintura, y las lámparas encendidas. Sed como los criados que están esperando a que su amo vuelva de la boda, para abrirle en cuanto llegue y llame. Dichosos los criados a quienes el amo encuentre vigilantes cuando llegue. Os aseguro que se ceñirá, los hará sentarse a la mesa y se pondrá a servirlos. Vigilar es no instalarse, no estar con lo conseguido. Vivir en esperanza activa. Dejar sitio a Dios. Tener la mirada en la meta sin descuidar el camino, siendo protagonistas, no sólo de la "espera" del Reino, sino de su construcción, ya ahora. Jesús, en actitud que recuerda al Magnificat, se convierte de señor en esclavo.

4 Si viene a media noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Tened presente que, si el amo de la casa supiera a qué hora iba a venir el ladrón, no le dejaría asaltar su casa. Pues vosotros estad preparados, porque a la hora en que menos penséis vendrá el Hijo del hombre. Los criados son ya dichosos. No porque serán recompensados, sino porque han adoptado la mejor actitud y están en una buena relación con su amo. No saber el momento de la venida del Señor es saber que cada hora es una ocasión para amar a Dios y a demás, que en cada instante puede resonar su llamada.

5 Pedro dijo entonces: –Señor, esta parábola ¿se refiere a nosotros o a todos? Pero el Señor continuó:
–Vosotros sed como el administrador fiel y prudente a quien el dueño puso al frente de su servidumbre para distribuir a su debido tiempo la ración de trigo. ¡Dichoso ese criado si, al llegar su amo, lo encuentra haciendo lo que debe! Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Los seguidores y seguidoras de Jesús viven en función de las cosas del Reino, en actitud vigilante, fiel y responsable. La fe es el mayor regalo, una responsabilidad y una tarea. Dios nos ha dado unos "talentos" que debemos "administrar" y hacer fructificar.

6 Pero, si ese criado empieza a pensar: “Mi amo tarda en venir”, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer, a beber y a emborracharse, su amo llegará el día en que menos lo espere y a la hora en que menos piense, lo castigará con todo rigor y lo tratará como merecen los que no son fieles. Jesús puede referirse a su última venida, al momento de nuestra muerte y también a la vida de cada día, para que no desaprovechemos las múltiples ocasiones que se nos presentan de ver su presencia, en la Palabra, en las personas que encontramos en nuestro camino, en los acontecimientos de cada día donde se hace presente...

7 El criado que conoce la voluntad de su dueño, pero no está preparado o no hace lo que él quiere, recibirá un castigo muy severo. En cambio, el que sin conocer esa voluntad hace cosas reprobables, recibirá un castigo menor. A quien se le dio mucho, se le podrá exigir mucho; y a quien se le confió mucho, se le podrá pedir más La exhortación a la vigilancia y responsabilidad no puede hacernos caer en el miedo o agobio, al contrario, debe llevarnos a la serena y profunda certeza de que estamos en manos del Padre que desea nuestro bien y nos quiere regalar el Reino, plenitud de Vida.

8 Amén A tu disposición Señor, quiero ponerme a tu disposición,
para el servicio de tu Reino, para el trabajo que creas conveniente. Deseo servirte y me pongo a tu disposición con lo que tengo, con lo que soy. Cuenta conmigo también hoy, porque para mí poder servirte es un premio, es una bendición. Juanjo Elezkano Amén


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