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Curso de preparación para la Primera Comunión Instituto de Formación Teológica en Internet www.oracionesydevociones.info Vigésimo tercer envío.

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1 Curso de preparación para la Primera Comunión Instituto de Formación Teológica en Internet Vigésimo tercer envío I. Historia Sagrada: Los Reyes Magos II. Verdades del Compendio: nn. 88 a 93 Esta presentación fue preparada por Violeta Brenes y el P. Juan María G.

2 Los Reyes Magos

3 A los ocho días de nacido el Ni- ño, tuvo lugar la ceremonia de la circunci- sión. Que era algo así como el bautismo para los judíos. Y al niño le pusieron por nombre Jesús.

4 Más tarde fue presenta-
do al Templo. Allí lo recibió el ancia- no Simeón, que había pedido a Dios no mo- rir sin conocer al Mesías.

5 Dios oyó sus ruegos y le reveló que aquel chiquito que tenía en sus brazos era el Salvador esperado. Simeón tuvo una gran alegría y, profetizan- do, dijo: -Ruina y resurrección de muchos será este chico.

6 Después, dirigiéndose a
María, le anunció: -Una espada de dolor te atravesará el corazón. Y, desde entonces, la Virgen supo que ten- dría que sufrir en su condición de Madre de Dios.

7 Cierto tiempo antes de que todo
esto ocurriera, algo muy raro había sucedido lejos de Israel. Hacia el naciente del País de Canaán se extendía la Mesopotamia y, más allá, Persia. Por esa zona y tal vez más allá todavía, había tres reyes. Reyes de reinos chicos, algo así como ca- ciques de algunas tribus de aque- llos pagos.

8 Estos reyes eran as- trónomos y astrólo- gos, es decir, que todavía no está cla- ro, de modo que no hay que llevarle el apunte a los horóscopos. Con sus lentes barrían el azul del cielo en las maravillosas noches de Oriente.

9 Y leían viejos pergaminos y
tablitas cubiertas de signos extraños, heredadas de los magos de Asiria y de Caldea. Por eso a ellos también los lla- maban magos. Eran Reyes Magos.

10 Y, como estudiaban mucho, co-
nocían los Libros Sagrados del pueblo de Israel, en los cuales habían aprendido a ado- rar al Dios único. Aguardando asimismo la venida de un Salvador.

11 Tal vez como fruto de sus estu-
dios, tal vez porque algún ángel se los sopló al oído, los Reyes Magos sabían que una señal en el cielo anunciaría el nacimiento Del Hijo de Dios hecho hombre. Y buscaban e- sa señal noche tras no- che, apuntando sus lentes hacia las brillan- tes constelaciones.

12 Aunque sus reinos quizá no fueran vecinos y a-
caso ni siquiera se conocieran entre ellos, los tres Reyes Magos descubrieron al mismo tiem- po una magnífica estrella, luminosa, nítida, que apareció en su campo visual súbitamente. No dudaron ni un mi- nuto: esa era la se- ñal que esperaban.

13 También sin dudarlo, los tres se pusieron en marcha para sa- ludar al Redentor que nacería. Cada cual reunió a su sé- Quito, cargaron de regalos sus camellos y emprendieron viaje. Y se encontraron en una confluencia de caminos.

14 Allí, seguramente, se hicieron las presentacio-
nes del caso: -Mucho gusto: soy Gaspar. -Encantado: soy Melchor. -El gusto es mío: Baltasar.

15 Baltasar era negro, según
dicen. Siguieron viaje juntos, de- trás de la estrella que guia- ba sus pasos. Al acercarse a Jerusalén, no vieron más la es- trella.

16 Preguntaron entonces por el rey, para averi-
guar dónde nacería el Mesías, conforme a las profecías de Israel. Era natural que así lo hicieran pensando que entre reyes ha- brían de entenderse. Pero no sa- bían con quién se metían. En Israel mandaba Herodes, un rey malísimo, acomodado con los romanos.

17 Los Magos le dijeron: -Oiga, Herodes : ¿nos podría informar dónde ha de nacer el Rey de los judíos? Herodes se sobresaltó, temiendo que otro viniera a sacarlo del trono. Pero de todas maneras, mandó interrogar a los conoce- dores de la Escritura para responder a los Magos.

18 -Nacerá en Belén- les hizo saber Herodes- Vayan para allá, una vez que ha- yan encontrado al futuro Rey de Israel avísenme así yo también iré a adorarle. Esto último era pura mentira, porque lo que que- ría Herodes era encontrar al Niño para matarlo y liquidar así a quien podía ser competidor suyo.

19 Al salir de Jerusalén, los Magos
volvieron a ver la estrella, bri – llando en lo alto. La siguieron hasta Belén y allí se detuvo.

20 Jesús, María y José, ya habían abandonado la gruta del naci- miento y ocupa- ban una casita modesta, en las afueras del pueblo. Hasta ella llegaron los Magos.

21 Fue ver al Niño y arrodi-
llarse ante Él, conmovidos. Y el Niño les haría fiestas, muerto de risa. Entonces le dieron los regalos que le habían lleva- do. Uno le dio incienso reconocién- dole como Dios, pues simboliza la adoración.

22 Otro le dio oro, reco- nociéndole como Rey y representando el amor de buena ley. El tercero le dio mirra, una planta amarga que se usaba para embalsamar a los muertos, reconocién- dole como hombre y figu- rando la mortificación.

23 y los vecinos de Belén se hacían lenguas vien- do semejantes comiti – vas, ya que tanto lujo no se conocía en la región.

24 Cumplido su propó- sito, los Reyes Ma- gos volvieron a sus tierras. Pero toma- ron otro camino, pues un ángel les avisó que nada de- bían informar a He- rodes, evitando pa- sar de nuevo por Jerusalén. Y Herodes se quedó esperando.

25 Verdades del Compendio ( nn. 88 a 93 )
El Concilio de Calcedonia enseña que “hay que confesar a un solo y mismo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo: perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad;

26 Verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, compuesto de alma racional y de cuerpo; consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad; “en todo semejante a nosotros menos en el pecado” ( Hebreos 4,15 ).

27 Nacido del Padre antes de todos los siglos
según la divinidad y, por nosotros y por nuestra salvación, nacido en estos últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad.

28 La Iglesia expresa el misterio
de la Encarnación afirmando que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre; con dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la Persona del Verbo.

29 Por tanto, todo en la humanidad de
Jesús – milagros, sufrimientos y la misma muerte- debe ser atribuído a su Persona divina, que obra a través de la naturaleza humana que ha asumido. El Hijo de Dios asumió un cuerpo dotado de una alma racional humana.

30 Con su inteligencia humana
Jesús aprendió muchas cosas mediante la experiencia. Pero, también como hombre, el Hijo de Dios tenía un conocimiento íntimo e inmediato de Dios su Padre.

31 Penetraba asimismo los
pensamientos secretos de los hombres y conocía plenamente los designios eternos que Él había venido a revelar.

32 Jesús tenía una voluntad divina
y una voluntad humana. En su vida terrena, el Hijo de Dios ha querido humanamente lo que Él ha decidido divinamente junto con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación.

33 Cristo asumió un verdadero
cuerpo humano mediante el cual el Dios invisible se hizo visible

34 Por esta razón, Cristo puede ser representado y venerado en las sagradas imágenes. Cristo nos ha conocido y amado con un corazón humano.

35 Su Corazón traspasado por nuestra salvación es el símbolo del amor infinito que Él tiene al Padre y a cada uno de los hombres.

36 Oraciones y liturgia ( Compendio 594 a 598 )
Recordemos que: La oración del Señor contiene siete peticiones a Dios Padre. Las tres primeras, más teologales, nos atraen hacia Él, para su gloria, pues lo propio del amor es pensar primeramente en Aquél que amamos.

37 Estas tres súplicas sugieren lo
que, en particular, debemos pedirle: la santificación de su Nombre, la venida de su Reino y la realización de su voluntad.

38 Las cuatro últimas peticiones
presentan al Padre de misericordia nuestras miserias y nuestras esperanzas: le piden que nos alimente que nos perdone, que nos defienda ante la tentación y nos libre del Maligno.

39 Al pedirle a Dios Padre que nos perdone, nos reconocemos ante Él pecadores; pero confesamos, al mismo tiempo su misericordia.

40 Porque, en su Hijo y mediante lso sacramentos, “obtenemos la redención, la remisión de nuestros pecados” (Col. 1,14 )

41 Ahora bien, nuestra petición será atendida a
condición de que nosotros, antes, hayamos , por nuestra parte, perdonado.

42 La misericordia penetra
en nuestros corazones solamente si también nosotros sabemos perdonar , incluso a nuestros enemigos.

43 Aunque para el hombre parece imposible cumplir con esta exigencia, el corazón que se entrega al Espíritu Santo puede, a ejemplo de Cristo, amar hasta el extremo de la caridad, cambiar la herida en compasión, transformar la ofensa en intercesión.

44 El perdón participa de la
misericordia divina y es una cumbre de la oración cristiana.

45 Pedimos a Dios Padre que no
no nos deje solos y a merced de la tentación. Pedimos al Espíritu saber discernir, por una parte, entre la prueba que nos hace crecer en el bien, y la tentación que conduce al pecado y a la muerte.

46 Y por otra parte, entre ser
tentado y consentir a la tentación. Esta petición nos une a Jesús, que ha vencido la tentación con su oración. Pedimos la gracia de la vigilancia y de la perseverancia final.

47 Completar: A los 8 días de nacido el Niño fue …… Al ser
B R T L Y S P W G I Q N E O H D C Ñ K A V M X U J Z Objetivo: Destacar que todos debe- mos ofrecer a Jesús aque- llo que simbolizaban los regalos que le entregaron los Reyes Magos:el incien- so de nuestra adoración, el oro de nuestro amor y la mirra de nuestras pe- queñas mortificaciones. En la sopa de letras ubiquemos Reyes Magos Belén Herodes Estrella Niño Este Regalos Oro Incienso Mirra Adorar Buscar Coloree: Completar: A los 8 días de nacido el Niño fue …… Al ser presentado al ……, lo recibió el anciano Los Reyes Magos estudiaban los … del pueblo de Israel y aguardaban La venida del ….. Descubrieron una magnífica …. luminosa. Era la …. Esperada. Sus nombres eran ….,…. y ….. Investigue: ¿Por qué los Reyes Magos no regresaron adon- de Herodes?

48 VERDADES DEL COMPENDIO
( nn. 88 a 93 ) DESCIFRE EL MENSAJE, UTILIZANDO: A=1; e=2; i=3; o=4; u= 5 El Concilio de Calcedonia enseña que: “H1y q52 c4nf2s1r 1 5n s4l4 y mesm4 H3j4, N52str4 S2ñ4r J2s5cr3st4, p2rf2ct4 2n l1 d3v3n3d1d y p2rf2ct4 2n l1 h5m1n3d1d; v2rd1d2r1m2nt2 D34s y v2rd1d2r1m2nt2 h4mbr2, c4mp52st4 d2 1lm1 r1c34n1l y d2 c52rp4; c4ns5bst1nc31l c4n 2l P1dr2 s2g5n l1 d3v3n3d1d y c4ns5bst1nc31l c4n n4s4tr4s s2g5n l1 h5m1n3d1d: 2n t4d4 s2m2j1nt2 1 n4s4tr4s, m2n4s 2n 2l p2c1d4, n1c3d4 d2l P1dr2 1nt2s d2 t4d4s l4s s3gl4s s2g5n l1d3v3n3d1d y p4r n4s4tr4s y p4r n52str1 s1lv1c34n, n1c2d4 2n 2st4s 5lt3m4s t32mp4s d2 l1 V3rg2n M1r31, l1 M1dr2 d2 D34s, s2g5n l1 h5m1n3d1d”. CONTESTE: 1.-¿Cuántas naturalezas tiene Jesús? Diga cuáles son. 2.-¿Cuántas voluntades tenía COLOREE: EXPLIQUE: La razón por la cuál podemos representar y venerar a Jesús en las imágenes


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