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La Iniciación Cristiana.

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Presentación del tema: "La Iniciación Cristiana."— Transcripción de la presentación:

1 La Iniciación Cristiana.
Oficina Evangelización y Catequesis Diócesis del Callao.

2 CONCEPTO. La Iniciación, es el período donde se ponen los fundamentos de la vida cristiana. En esta etapa están insertos los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía, los sacramentos de la iniciación.

3 SITUACION Estamos en una situación diferente:
1 - ser cristiano no es algo que debamos de dar por supuesto, de modo que solo faltara ilustrar la fe doctrinalmente y afianzarla con la gracia de los sacramentos. 2 - los medios tradicionales de su transmisión son cada vez más frágiles (familia, escuela, parroquia, cultura …). 3 - los sacramentos ya no coinciden con los momentos más importantes de la vida ( nacimiento con bautismo, infancia con 1ª comunión, madurez con Confirmación …). 4 - los métodos utilizados hasta ahora no están resultando del todo y el compromiso y participación de muchos, especialmente de las nuevas generaciones se va debilitando. 5 - a un número creciente ni les alcanza noticia alguna del Evangelio. Todo ello nos exige una ineludible tarea evangelizadora, adecuándola a esta nueva situación.

4 INSTANCIAS La Iglesia Latinoamericana y del Caribe con sus obispos, nos instan en Aparecida a una renovación pastoral, ser discípulos y misioneros, en esta hora de nuestros pueblos No es suficiente preparar solo para los sacramentos, de modo que una vez celebrados, sea el final. Hemos de aprender hoy a proponer la fe, como algo valioso para la vida, como un valor, también tendremos que despertarla o suscitarla, al igual que iniciarla adecuadamente desde las nuevas claves culturales de este momento que nos toca vivir. Para ello se hace necesario emprender una renovación pastoral (A 99e) superando la pastoral de conservación (NMI 12) que se limita a atender a los que vienen, por una más misionera. abandonar estructuras caducas que ya no evangelizan (A 365). Es decir emprender el desafío de la evangelización y de la iniciación cristiana.

5 Los objetivos finales y simultáneos de la iniciación son:
promover el encuentro con la vida de Cristo, la integración real en la vida de la comunidad y el compromiso coherente con la fe y el Evangelio. Esto supone un proceso pastoral, comunitario, catequístico, sacramental y social continuados hasta la madurez cristiana.  Este proceso fundado en la naturaleza dinámica de la persona, y en el encuentro personal con Jesús, toma como modelo la iniciación cristiana de adultos .

6 Lugares para la iniciación.
1.- Las parroquias, 2.- Los colegios católicos (vinculados a la ODEC. ) 3.- Los colegios particulares con la autorización del párroco, tanto para iniciar la preparación como para la celebración del sacramento. 4.- Los movimientos eclesiales y Nuevas Comunidades aprobados por la Iglesia El Obispo y el sacerdote o encargado de cada uno de estos ámbitos, serán los responsables de este proceso. Todos los que trabajan en el ámbito de la pastoral escolar o de movimientos juveniles deben procurar insertar e integrar a los jóvenes en la comunidad eclesial más amplia, esto es, la parroquia y las instituciones diocesanas: pastoral bíblica , universitaria, misionera …. Evitando así caer en los particularismos del grupo o en actitudes cerradas a la comunión..

7 La Confirmación. Lo importante de este período no es tanto la recepción del sacramento sino el proceso de iniciación de formación y conversión, que un día comenzó en el bautismo, sin el cual nadie puede llegar a ser plenamente cristiano. Hay que evitar poner el énfasis en el sacramento, como de una meta a alcanzar ya que si así lo hacemos, recibido el sacramento, no se querrá nada más. Es el proceso el que hay que lograr situar en el centro en donde hay que ir descubriendo, asimilando y poniendo en práctica de modo personal y comunitario, la vida cristiana. En este proceso hay un momento importante que es el sacramento.  Este sacramento capacita al cristiano para el apostolado y para el estado de vida que elija, sea de la vida matrimonial, ministerial o consagrada. Por el reciben la efusión del Espíritu Santo enviado por el Señor a sus apóstoles en Pentecostés.“El carácter o signo del Señor queda impreso de tal modo, que no se puede repetir .

8 Los que se van a Confirmar.
Admítase a la preparación A todos los que hayan sido bautizados y hayan cumplido los 15 años. Dejando a criterio de los responsables la flexibilidad de este requisito. Pueden darse muy distintas circunstancias, algunas pueden ser: Los que solicitan el sacramento del matrimonio sin estar confirmados, procúrese orientarlos adecuadamente haciéndoles ver la conveniencia y necesidad de este sacramento pero sin exigirlo, provocando que lo busquen por lo fácil y sin preparación adecuada. Adultos que participan de una comunidad o movimiento de forma estable y por más de un año, podrá confirmarse con una preparación más breve e inmediata al sacramento. Los padres de la catequesis familiar con una preparación breve e inmediata a la Confirmación. Ancianos que incluso pueden estar participando de algún club, puede ser una buena oportunidad para prepara a la confirmación con un proceso adecuado.

9 Preparación. 1.- La duración será de dos años de manera que puedan vivir la experiencia de todo el año litúrgico completo es decir con todos los acontecimientos y misterios de la vida de Cristo ( Navidad, Pascua, Pentecostés…). 2.- En estos años hemos ido descubriendo el valor de la comunidad, y por esto realizamos el proceso en grupo comunitario, con todo lo que esta experiencia lleva consigo: compartir, respeto, diálogo, aprecio por el otro… Pero quizá hemos oscurecido la dimensión más personal donde cada uno hace más suyo el don de la fe. Así hemos dado la impresión que se confirma “el grupo” no tanto la persona. Las vivencias personales de cada candidato, son muy importantes y no siempre se deben compartir en grupo. El párroco, los catequistas, los acompañantes deben de ir evaluando cuando está cada uno verdaderamente preparado para celebrar la Confirmación, sin someter a las personas a la presión de las fechas del grupo establecidas. Sería bueno fijar el calendario de confirmaciones por decanatos una o dos veces al año y que se sumen los candidatos que están verdaderamente preparados. Así se resaltaría el acontecimiento eclesial que supone la Confirmación y se ordenaría mejor las celebraciones.

10 Los contenidos Deben fundamentarse en el RICA (Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos). Este proceso de preparación no puede limitarse a un mero adoctrinamiento o entrega de contenidos sino en un aprendizaje gradual de la vida cristiana y de la sabiduría del evangelio de Cristo. Dicha preparación tendrá que contar con la adecuada evaluación a través de distintas celebraciones y escrutinios.

11 ETAPAS Peregrinos. Discípulos. Misioneros.

12 Objetivos Descubrir la vocación cristiana como llamada personal del Señor a ser discípulo y seguidor de sus caminos, adquiriendo un corazón pleno de amor y de servicio. Una actitud de conversión que cambie sus vidas a la luz del Evangelio (acudiendo con frecuencia al sacramento de la reconciliación). Participar activamente en la Eucaristía dominical. Un contacto personal con Cristo que actúa en la vida de los confirmandos. Haber adquirido el hábito de la oración personal, ya sea en conversación frecuente con el Señor, en la meditación de la Sagrada Escritura, en la adoración eucarística, en el rezo del rosario, la liturgia de las horas u otros. Experimentar una vida comunitaria eclesial, en el grupo propio y en la parroquia. Conocer, fundamentalmente, los contenidos doctrinales de nuestra fe y leer habitualmente la Sagrada Escritura (especialmente el Nuevo Testamento). Vivir impulsado por el envío misionero del Señor, a dar testimonio de fe y de compromiso laical en su ambiente. Esto implica actitudes y tareas solidarias que manifiesten una inquietud por la justicia y la proclamación del Reino. Tener intención de mantener una formación habitual de la fe.

13 Intervienen en esta preparación:
Responsable de este proceso es la Iglesia, toda la comunidad local, con su Obispo y a través de diversos ministerios: 1.- Los catequistas han de reunir las siguientes características: - tener mas de 18 años haber recibido los sacramentos de la iniciación cristiana. contar con una capacitación adecuada a través de las Escuelas de Catequistas de la Diócesis (EDICAT) o de otras instancias convenientemente adecuadas. tener facilidad de acogida y diálogo y un conocimiento suficiente del proceso de formación en la fe así como una iniciación pedagógica, así como ofrecer una imagen significativa y atrayente de ser cristiano. para ello el catequista ha de formar parte en lo posible de un equipo estable de catequistas. el párroco o sacerdote encargado han de participar en la selección de sus catequistas. 2.- Padres y padrinos Que podrían ser los mismos que en el bautismo, asi resaltamos la unidad de estos sacramentos. Respecto a los requisitos nos atenemos a las normas generales para ello. 3.- Acompañantes y testigos, son los que ayudan a los candidatos a personalizar su proceso y a ahondar en el. Sería aconsejable que asignáramos a cada candidato alguna persona (sacerdotes, diáconos, religiosos/as, laicos…) debidamente preparada que de forma periódica (mensualmente…) acompañara y dialogara con el candidato sobre dificultades, avances… y contrastaran vivencias del momento del candidato. Puede haber candidatos jóvenes o no en periodo de noviazgo o previo a este al que se le podría asignar un matrimonio acompañante que ayudara en este momento. Los testigos son personas de la misma comunidad parroquial, escolar… que pueden compartir su experiencia según la temática que pueden estar tratando. 4.- El Obispo Realiza su responsabilidad en el proceso, a través de los párrocos y presidiendo la Confirmación. También es aconsejable que pueda tener un contacto y un dialogo cercano con los candidatos en algún momento de la preparación.

14 La celebración. El sacramento es un don gratuito de Dios, que se recibe en una celebración de la fe. Por ello no se debe cobrar por recibir el sacramento. La celebración ha de ser sencilla y con sabor a Evangelio para adecuarse a lo que se está celebrando, evitando convertirla en una fiesta social, con gastos no necesarios.


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