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DOMINGO DE LA ASCENSION DEL SEÑOR

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Presentación del tema: "DOMINGO DE LA ASCENSION DEL SEÑOR"— Transcripción de la presentación:

1 DOMINGO DE LA ASCENSION DEL SEÑOR
CICLO B Enviados a la MISIÓN PASCUA

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3 Ambientación La Pascua es un acontecimiento en tres dimensiones: la Resurrección del Señor, su Ascensión al cielo y Pentecostés (el Espíritu Santo enviado por el Señor). Últimamente las liturgias dominicales han puesto énfasis en la Resurrección. Este Domingo celebramos la Ascensión, y en el texto de los Hechos de los Apóstoles leemos el relato histórico de los últimos momentos de Cristo en la tierra, que preceden a su vuelta al cielo.

4 PREPARACIÓN INVOCACION AL ESPIRITU SANTO

5 ¡PIDAMOS LA ASISTENCIA DEL ESPIRITU SANTO!
NOS DISPONEMOS A ACERCARNOS Y ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS... INVOCACION AL ESPIRITU SANTO BUSQUEMOS QUE EL NOS ABRA LOS OIDOS Y EL CORAZON PARA DEJARLO ENTRAR EN NUESTRA VIDA... QUE EL NOS DE OIDOS DE DISCIPULOS, ATENTOS Y DISPUESTOS PARA EL ENCUENTRO QUE EL QUIERE PROPICIAR... PREPARACION ¡PIDAMOS LA ASISTENCIA DEL ESPIRITU SANTO!

6 llena los corazones de tus fieles
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios que iluminas los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo: concédenos sentir rectamente, según el mismo Espíritu, para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.

7 Envía, Señor, tu Espíritu y todo será creado.
R/. Y renovarás la faz de la tierra. Por Jesucristo Nuestro Señor. R/. Amén.

8 LECTURA ¿QUÉ DICE el Texto?

9 LEAMOS QUE DICE LA PALABRA... LA PALABRA MIREMOS EL TEXTO PARA VER
PONGAMOS ATENCION PARA ESCUCHAR Y RECIBIR... HAGAMOS SILENCIO Y ABRAMOS LAS PUERTAS DEL CORAZON A LA PALABRA QUE LLEGA...

10 «Lo vieron levantarse»
Hch. 1, 1-11 «Lo vieron levantarse» 1a. LECTURA

11 El tiempo de Resurrección termina con la Ascensión y Pentecostés; estos tres acontecimientos expresan el mismo y único Misterio Cristiano. Por lo tanto esta primera lectura de los Hechos no sólo da cuenta del hecho de la Ascensión, sino de toda la actividad pascual de Cristo entre los discípulos. Pongan atención a las últimas palabras: «¿Por qué se quedan ahí parados mirando al cielo?». La Ascensión no es una llamada a la evasión, sino a trabajar por el Reino.

12 Esta primera lectura es un recuento de la Ascensión del Señor
Esta primera lectura es un recuento de la Ascensión del Señor. Esta puesto en tales t6rminos, que incluye un doble mensaje: - Primero: Somos seguidores de Jesús, por lo tanto nosotros también debemos seguirlo a El en su ascensión. - Segundo. El esperar la ascensión y la vida eterna no es hacernos ajenos de los asuntos mundanos. Nosotros debemos luchar por un mundo mejor, coherente con el Reino que vendrá.

13 Lo verdaderamente importante para el autor de los Hechos no es cuándo pasó algo o cuánto duró, sino qué pasó y con qué finalidad. El hecho de la Ascensión, que sigue a la última aparición de Jesús resucitado, es, ante todo, la desaparición visible de Jesús, comprobada experimentalmente por el grupo de discípulos.

14 1º) La entronización de Jesucristo Rey;
Su significado teológico, tal como lo muestra el Nuevo Testamento, incluye: 1º) La entronización de Jesucristo Rey; 2º) El ejercicio de su realeza actualmente, en este «tiempo de la Iglesia»; 3º) La conexión con otros misterios de fe, como: la Parusía o la evangelización a partir de Pentecostés. La presencia de Dios entre su pueblo en el Antiguo Testamento encontró en la nube un signo y el pueblo percibía en ella la presencia invisible de Yahvé.

15 San Lucas, en la «nube» quiere simbolizar por una parte la ocultación de Jesús y por otra la nueva presencia de Cristo en medio de los suyos. El cielo será, en adelante, el centro de gravedad de quienes en el mundo son forasteros y peregrinos. Pero ahora importa la misión, la tarea, el testimonio, la evangelización. Y en ese contexto hay que situar el «reproche» de los ángeles: «¿Qué hacen ahí plantados mirando al cielo?».

16 «Dios asciende entre aclamaciones»
Sal. 47(46) «Dios asciende entre aclamaciones» SALMO RESPONSORIAL

17 «Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas».
Cuando los israelitas cantaban el salmo 47(46), pensaban en la solemne colocación del arca sobre la montaña del templo: «Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas». El salmista lo decía de Yahvé, con ocasión de alguna victoria. Nosotros, después de la Pascua, del Señor, lo cantamos con entusiasmo confesando nuestra fe en la victoria de Cristo Jesús. Dios y nombre, a quien hoy celebramos glorificado a la derecha el Padre.

18 Este es el «trono sagrado» de Jesucristo
Este es el «trono sagrado» de Jesucristo. Este salmo no puede ser más adecuado para hoy. Invita a los pueblos a batir palmas porque «Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas».

19 «Lo sentó a su derecha en el cielo»
Ef. 1, «Lo sentó a su derecha en el cielo» 2a. LECTURA

20 El mensaje de San Pablo a los efesios quiere inspirar nuestra esperanza cristiana. Esperanza es confiar firmemente en la realización de las promesas de Dios al hombre: total liberación y felicidad en Cristo. El Apóstol subraya la causa de nuestra Esperanza: la Promesa ya se realizó en la humanidad de Jesús, que resucitó de entre los muertos y que entró al cielo delante de nosotros. Ya que somos seguidores de Cristo por gracia, debemos seguirlo, después de la muerte, en su viaje final a la gloria.

21 Lo que San Pablo está diciendo hoy, en su mensaje a los Efesios, es que la Ascensión es la última etapa de la glorificación de Cristo después de su muerte. La Ascensión es también un símbolo de Jesús que se establece para siempre como Señor de toda creatura. Pero una vez más, su señorío no es a la manera del mundo, sino a la manera de un liberador confiable. De acuerdo con San Pablo, la ascensión es la última confirmación del Señorío de Cristo a través de la historia.

22 Este Señorío es fuente de esperanza: esperanza en que la historia puede hacerse mejor; esperanza en un mundo mejor. El futuro de la humanidad es Cristo, no el hombre ni los modos humanos.

23 Mc. 16, 15-20 EVANGELIO «Fue llevado al cielo y se sentó
a la derecha de Dios» EVANGELIO

24 EVANGELIO DE JESUCRISTO
SEGÚN SAN MARCOS R/. Gloria a Ti, Señor 14 Por último se apareció a los Once cuando estaban a la mesa. Les reprendió su incredulidad y obstinación por no haber creído a los que lo habían visto resucitado. 15 Y les dijo: – “Vayan por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad. 16 Quien crea y se bautice se salvará; quien no crea se condenará.

25 17 A los creyentes acompañarán estas señales: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, 18 agarrarán serpientes; si beben algún veneno, no les hará daño; pondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán”. 19 El Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.

26 20 Ellos salieron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba la Palabra con las señales que la acompañaban. PALABRA DEL SEÑOR R/. GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS

27 Re-leamos la Palabra para interiorizarla
- Lectura lenta y atenta del texto - Silencio - Releer, reconstruir el texto… - Entender el sentido del texto en sí... Sorprendentemente, el recuento del evangelista sobre la ascensión del Señor es sobre la Misión. Y con razón. Pues desde el momento en que el Jesús histórico dejo a sus discípulos, son ellos, la Iglesia, quienes están a cargo ahora de extender, a través de todo el mundo, la Buena Nueva de la resurrección de Cristo.

28 Asimismo, el Evangelio de hoy nos cuenta cómo este anuncio debe hacerse, en todas partes y en todo lugar. Es decir, las cualidades esenciales de una auténtica Evangelización. Primero: el Evangelio que anunciamos es una certeza y un absoluto. «El que cree... se salvará; el que se niega a creer será condenado».

29 El punto principal del Evangelio no es sobre opiniones, o sobre preguntas sobre problemas sin respuesta, o meramente sobre contingencias. Es una certeza confrontando a todo hombre, apelando a definiciones radicales. Segundo: los resultados de la misión son siempre extraordinarios, por sobre las posibilidades humanas: conversión a la fe, conversión del pecado, libertad de corazones, fraternidad y nuevas relaciones de amistad en la sociedad, purificación y mejoramiento de culturas.

30 El Todo esto está simbolizado en los signos externos mencionados en el Evangelio: demonios expulsados, el don de las nuevas lenguas, curaciones, invulnerabilidad a peligros físicos. San Marcos nos presenta a Jesús llevado «al cielo», es decir, al lugar propio de Dios, y «sentado» a la derecha de Dios. Efectivamente, el misterio de la Ascensión significa que el que por nosotros tomó la condición de siervo, pasó por uno de tantos y se humilló hasta la muerte de cruz, ahora ha sido exaltado, enaltecido, constituido «Señor».

31 Cristo en cuanto hombre «está sentado a la derecha de Dios»: se ha sentado en el trono de su Padre, ha recibido todo poder en el cielo y en la tierra y ha sido constituido Señor del Universo ante el que toda rodilla se dobla. Sin embargo, la Ascensión al cielo no significa la ausencia de Cristo en la tierra. A renglón seguido de narrar la Ascensión de Jesús, san Marcos subraya que «el Señor actuaba con ellos».

32 Cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza.
Ciertamente Cristo ha dejado su presencia visible, sensible. Pero sigue presente. Y lo manifiesta cooperando con la acción de los discípulos. En estas pocas palabras queda resumido todo el misterio de la Iglesia. Toda acción de la Iglesia –y de cada cristiano en ella– no es algo simplemente humano, sino acción de Cristo a través de ella. Cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza.

33 Por tanto, todo nuestro empeño ha de ser buscar la sintonía con Cristo para que se realice verdaderamente esa cooperación y nuestros actos sean también suyos y así tengan un valor inmenso: «El que cree en mí hará las obras que yo hago y aún mayores» (Jn. 14,22). San Marcos quiere subrayar el anuncio del Resucitado a partir de su triunfo. Su permanente presencia se notará a través de los «signos», que apoyarán y «acompañarán» tanto a los que predican como a los que oyen.

34 De ahí la importancia de los signos, que indica el evangelio
De ahí la importancia de los signos, que indica el evangelio. Los signos manifiestan que la Iglesia es más que palabras, es hechos. Mediante ellos se ve la acción del Señor. Ya no se tratará de coger serpientes en las manos, pero hay que preguntarse cómo hoy nosotros podemos ser «milagro» –es decir, signo que se ve– para aquéllos con los que vivimos.

35 MEDITACIÓN ¿QUÉ NOS DICE el Texto?

36 MEDITEMOS LA PALABRA «fue llevado al cielo y se sentó a la derecha
de Dios...» LA PALABRA RELEAMOS EL TEXTO PARA VER QUÉ NOS DICE LA PALABRA... QUÉ RESONANCIA TIENE ESTA PALABRA EN NUESTRO CORAZON...

37 Cristo, desde entonces, está sentado a la derecha del Padre
Cristo, desde entonces, está sentado a la derecha del Padre. Un Padre de la Iglesia nos hace entender esta expresión: «Por "derecha del Padre" entendemos la gloria y el honor de la divinidad, donde el que existía como Hijo de Dios antes de todos los siglos como Dios y consubstancial al Padre, está sentado corporalmente después de que se encarnó y de que su carne fue glorificada» (San Juan Damasceno).

38 Sentarse a la derecha del Padre significa la inauguración del reino del Mesías, cumpliéndose la visión del profeta Daniel respecto del Hijo del hombre: «A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás». A partir de este momento, los apóstoles se convirtieron en los testigos del «Reino que no tendrá fin».

39 Nueva presencia de Cristo Resucitado
En el contexto de las narraciones, se pueden apreciar algunos aspectos esenciales: - el fin de la presencia visible de Jesús, - su glorificación, - su nueva presencia en la Iglesia - y la promesa de su venida futura al final de los tiempos.

40 La doctrina del Nuevo Testamento completa la perspectiva:
- Jesús se queda siempre con los suyos, aunque de modo invisible y eficaz (Mt. 28,20; Mc. 16,20); - ha ido a preparar un lugar para los suyos, para que estén también glorificados junto a él (Jn. 14,2-3); - ha subido al cielo como «cabeza» de su Cuerpo que es la Iglesia (Col. 1,24-27; Ef 1,22-23);

41 - desde el cielo enviará el Espíritu Santo (Jn 15,26; 16,7; Hch. 1,8);
- Jesús intercede siempre por los suyos (Hbr. 7,25); - ha subido al cielo como «esperanza» y garantía de nuestra glorificación (Hbr. 10,19-20; Col. 1,27); - da sentido a la vida cristiana, como vida que encuentra su plenitud participando en la glorificación de Cristo, como «vida escondida con Cristo en Dios» (Col 3,1-4).

42 El significado salvífico-eclesial de La Resurrección de Jesús tiene su complemento en su ascensión, con facetas nuevas, como exaltación de su humanidad para poder enviar el Espíritu Santo y significar la glorificación futura de toda la humanidad en el más allá. Con la muerte y resurrección, la ascensión es también causa de salvación y alimento de la fe y de la esperanza (cfr. Santo Tomás, III, 57,1 y 6).

43 La Ascensión es el triunfo de Jesús, Rey del universo (cfr. 1Pe 3,22).
«Dios, que es rico en misericordia y nos tiene un inmenso amor... nos volvió a la vida junto con Cristo... nos resucitó y nos hizo sentar con él en el cielo» (Ef 2,4-6). La Ascensión es el triunfo de Jesús, Rey del universo (cfr. 1Pe 3,22). La Iglesia celebra este acontecimiento en el contexto del misterio pascual, a los cuarenta días de la resurrección y diez días antes de Pentecostés.

44 Al «recordar» la Ascensión, el misterio acontece, no sólo por la nueva y permanente presencia de Jesús glorificado entre nosotros, sino también por la actualización del mismo misterio por medio de los signos litúrgicos y sacramentales. La gracia de la Ascensión se comunica de modo eficaz, sin condicionamientos temporales.

45 El significado misionero
El mandato misionero, que Jesús comunicó a su Iglesia el día de la Ascensión (cfr. Hch. 1,4-8; Mc. 16,15ss; Mt. 28,19-20), da pleno significado a la fe en este misterio, así como a su celebración. «Vayan por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad»

46 El hombre concreto, la humanidad entera y el cosmos ya pueden encontrar su dinamismo definitivo, puesto que la salvación que Jesús comunica abarca el ser integral del hombre (también con su corporeidad), toda la humanidad, toda su historia y toda la creación, en marcha hacia «el cielo nuevo y la tierra nueva» (Apoc 21,1).

47 ORACIÓN ¿QUÉ LE DECIMOS NOSOTROS a DIOS?

48 OREMOS CON LA PALABRA - HEMOS ESCUCHADO AL SEÑOR...
AHORA LE HABLAMOS, A PARTIR DE SU PALABRA, LO QUE ELLA HA SUSCITADO EN NUESTRO CORAZÓN... CON LA PALABRA

49 para que nuestro cuerpo mortal y nuestra alma humana
Padre misericordioso, Tú has introducido en el fondo de nuestro ser un germen de vida indestructible, para que nuestro cuerpo mortal y nuestra alma humana se llenen de plenitud, de vida y de gloria. Te damos gracias por el destino final, insospechado e insuperable que nos has reservado: a partir de nuestra vida, y más allá de la muerte, poseemos la comunión de vida contigo, la gloria y la plenitud, escondidos en nuestra existencia, como una semilla sumergida en la tierra.

50 porque la plenitud de la vida la has realizado ya en uno de nosotros:
Te bendecimos, Padre, porque la plenitud de la vida la has realizado ya en uno de nosotros: El, Jesucristo, verdadero Dios, es hombre auténtico y perfecto, sencillo y grande, servidor y libre, exigente y misericordioso. Al subir a los cielos y sentarlo a tu diestra, lo has llenado de vida y lo has inundado de poder. Has puesto en sus manos la creación entera: los cielos y la tierra, lo visible y lo invisible.

51 Celebramos el memorial de tu Hijo, de su pasión y muerte,
asi como de su resurrección y ascensión al cielo, mientras te ofrecemos nuestra plegaria en favor de toda la creación. Esperamos que vuelva un día, al final de la historia, como le vieron marchar sus discípulos. Haz, Padre, que todos los creyentes veamos el rostro del Señor.

52 Que nuestros pastores, el Papa y los obispos,
estén en el mundo «con gran alegría», como los primeros discípulos de Jesús. Que nuestras comunidades no se queden fijas,«mirando al cielo», sino que testimonien en la ciudad humana la soberanía de tu gloria. Amén.

53 CONTEMPLACIÓN ACCIÓN ¿QUÉ NOS PIDE HACER la PALABRA?

54 CONTEMPLEMOS LA PALABRA
- LA IGLESIA SE CONMOCIONA ANTE EL MISTERIO DE DIOS - LA PALABRA LEIDA Y MEDITADA NOS CUESTIONA, EXAMINA Y OBLIGA... - LA PALABRA NOS Y NOS LLENA DE ESPERANZA

55 Contemplación, vivencia, misión:
¿Qué te ha hecho descubrir Dios? ¿Con qué te ha sorprendido Dios? Disfrútalo, saboréalo. ¿Qué conversión de la mente, del corazón y de la vida te pide el Señor? Resonancia o eco: repite la frase que más te haya llegado. Contemplación, vivencia, misión: La Ascensión del Señor indica su nueva presencia entre nosotros (cfr. Mc. 16, 20; Mt. 28, 20). Con el envío del Espíritu Santo, nos hace ser su expresión («testigos») y su «complemento». Somos parte de su biografía.

56 Quiere actuar con nuestra pobre colaboración
Quiere actuar con nuestra pobre colaboración. Su gozo es podernos presentar al Padre como prolongación suya en la historia. Para vivir esta realidad, hay que pasar días de «cenáculo» «con María la Madre de Jesús» (Hch. 1, 14), revisando la propia vida e implorando que venga el Espíritu Santo. Nuestra vida está injertada en la misma vida de Cristo. Ya no estamos solos.

57 Ocupamos un puesto peculiar en su Corazón, participamos de su misma vida. Él ya comparte con nosotros su glorificación. Quiere seguir construyendo la historia por medio de nosotros, que somos su familia («Iglesia»), su «complemento», la visibilidad de su donación.

58 - sembrando día a día solidaridad y gratuidad,
En el día a día: El Espíritu Santo, que formó a Jesús en el seno de María, nos transforma ahora (en el corazón de María y de la Iglesia) en testigos del nuevo proyecto de Dios Amor: una historia que se construye y se escribe - amando a Dios y a todos los hermanos; - sembrando día a día solidaridad y gratuidad, - para llegar al encuentro definitivo con Cristo glorioso.

59 En el momento de su Ascensión Jesús no sólo habló sobre el cielo y la vida futura, y de seguirlo a él al cielo después de la muerte. Jesús habló igualmente sobre la tierra y sobre la responsabilidad de todo discípulo de llevar el Reino de los cielos a este mundo. La gloria de la Ascensión al cielo es una llamada para todos, pero como última etapa de una vida vivida de acuerdo con esta llamada.

60 El cielo de cada hombre se prepara y de alguna manera se anticipa en este mundo.
Esto es lo que quiere decir la predicación y promoción del Evangelio del Reino, aquí y ahora. No debe entonces sorprendernos que el acontecimiento de la Ascensión del Señor sea también el acontecimiento del comienzo de la misión de la Iglesia en el mundo entero: «Vayan y hagan discípulos en todas las naciones»... y así en adelante.

61 Algunos discípulos deseaban seguir contemplando a Jesús en el cielo, pero Jesús los envía de vuelta a trabajar por el bien de los demás: «¿Qué hacen ustedes mirando al cielo?» En el cristianismo, contemplación y oración, apostolado y compromiso, van siempre juntos. Es muy difícil para nosotros imaginar nuestra vida más allá de la muerte, ya que sólo tenemos la limitada experiencia de vivir de acuerdo con tiempo y lugar, mientras que Dios y el cielo y la vida eterna no tienen tiempo y lugar en el sentido terreno.

62 Desprendámonos de nuestra imaginación al tratar de estos hechos que están más allá de nuestra experiencia. S. Pablo dice: «Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman». Renunciemos a tratar de entender los «cómos», los detalles externos, y apeguémonos a la fe substancial de la Iglesia.

63 -. Creemos que después de la muerte encontramos a Dios
- Creemos que después de la muerte encontramos a Dios. Morimos entre las manos misericordiosas de Dios. - Creemos que nuestra persona entera -cuerpo y alma- serán llenada con la propia felicidad y plenitud de Dios. - Creemos que esta plenitud es perdurable y siempre renovada.

64 Relación con la Eucaristía
En la Eucaristía celebramos el Misterio Pascual, la Muerte, Resurrección y Ascensión del señor, «hasta que Él vuelva». Por eso la Eucaristía nos proyecta más allá de nuestra situación presente, a abrirnos a la eternidad a la cual somos llamados.

65 Para orar y vivir la palabra:
Escuchemos a un Padre de la Iglesia, que nos orienta para interiorizar la Palabra, en el Misterio de la Ascensión del Señor, y para orarla y vivirla: «El Señor arrastró cautivos cuando subió a los cielos, porque con su poder trocó en incorrupción nuestra corrupción. Repartió sus dones, porque enviando desde arriba al Espíritu Santo, a unos les dio palabras de sabiduría, a otros de ciencia, a otros de gracia de los milagros, a otros la de curar, a otros la de interpretar. En cuanto Nuestro Señor subió a los cielos, su Santa Iglesia desafió al mundo y, confortada con su Ascensión, predicó abiertamente lo que creía a ocultas» (San Gregorio Magno, Papa).

66 COMUINICADORES SOCIALES.
SALUDAMOS A LOS COMUINICADORES SOCIALES. QUE DIOS LOS BENDIGA Y LOS HAGA PORTADORES DE NOTICIAS DE VIDA.

67 Cada familia Con su Biblia

68 Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor, a quien has merecido llevar, aleIuya; ha resucitado, según su palabra. AleIuya. Ruega al Señor por nosotros. Aleluya. V/. Alégrate, Virgen María. R/. Porque ha resucitado el Señor. Aleluya

69 DIOCESIS DE PASTO C A B P P. Carlos Pabón Cárdenas, CJM OMISIÓN DE
NIMACIÓN A OMISIÓN C ÍBLICA B DE LA ASTORAL P P. Carlos Pabón Cárdenas, CJM


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