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Lectio divina del Salmo dominical Ez 34,11-16: Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear. Sal 22,1-3a.3b-4.5.6: El Señor es mi pastor,

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Presentación del tema: "Lectio divina del Salmo dominical Ez 34,11-16: Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear. Sal 22,1-3a.3b-4.5.6: El Señor es mi pastor,"— Transcripción de la presentación:

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2 Lectio divina del Salmo dominical Ez 34,11-16: Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear. Sal 22,1-3a.3b-4.5.6: El Señor es mi pastor, nada me falta. Rm 5,5b-11: La prueba de que Dios nos ama. Lc 15,3-7: ¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido. Sagrado Corazón de Jesús Año C: Jesús, Pastor amoroso, que se entrega por sus ovejas.

3 El Señor es mi pastor, nada me falta.

4 El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.

5 El Señor es mi pastor, nada me falta.

6 Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.

7 El Señor es mi pastor, nada me falta.

8 Preparas una mesa ante mi, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

9 El Señor es mi pastor, nada me falta.

10 Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

11 El Señor es mi pastor, nada me falta.

12 Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio… SALMO 22 (23) 1 [Salmo. De David.] El Señor es mi Pastor, nada me falta: 2 en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas 3 y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. 4 Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. 5 Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. 6 Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. Si quieres escuchar el salmo en hebreo, pincha en este vínculo

13 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

14 Nuestro salmo se encuentra en la primera parte del salterio, dedicado a las súplicas a Dios, formada por los libros: 1º: salmos 1-40 2º: salmos 41-71 2º: salmos 41-71 Y 3º: salmos 72-88 Salmo 22: el Señor es mi Pastor Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Dentro del primer libro, los salmos 3-31 constituyen la 1ª Colección de David. David es el protagonista de estos salmos y todos traen su nombre en el título (aunque esto no quiere decir que los haya escrito él). Toda esta colección está organizada en 4 septenarios que corresponden a 14+14. Para los hebreos el nº 14 es el equivalente numérico de las letras de la palabra “David.” El Salmo 22 se encuentra en el tercer septenario (salmos 18-24), en él el salmista canta a Dios como Pastor. Un Pastor-Rey que le serena y conforta y cuyo amor le acompaña toda la vida.

15 Un sentimiento de profunda confianza en Dios -expresado en un lenguaje de incomparable belleza poética- es la característica de este Salmo tantas veces orado y comentado.  En la primera parte (vv. 1-4), el salmista se vale de la imagen del “pastor” para describir su experiencia de la protección divina. El Señor es el Pastor y él es la oveja que Dios cuida y guía con ternura.  En la segunda parte (vv. 5-6), la imagen empleada es la del Anfitrión y Aliado. Los elementos simbólicos parecen entrecruzarse con la referencia a una situación concreta: el salmista, perseguido por sus enemigos (v. 5) se pone al amparo del Señor en el Templo (v. 6), y allí el Señor le brinda su hospitalidad, haciéndolo partícipe de su mesa (v. 5). El nexo de unión de ambas imágenes lo podemos resumir en el v. 4b: “Tú vas conmigo.” El salmista sabe que en el pasado de su Pueblo Dios lo liberó de Egipto, y lo guió por el desierto como a un rebaño hasta conducirlo a la tierra prometida donde Él ejerce como Anfitrión. El Nuevo Testamento retoma la imagen del “pastor” para aplicarla a Cristo, el “Buen Pastor” que da la vida por sus ovejas (Jn. 10). Lectio ¿Qué dice el texto?

16 Meditatio : Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. El Señor es mi pastor, nada me falta. Celebramos hoy el amor inmenso de Dios hacia nosotros. Amor que vela tan solícitamente por nosotros que no duda en entregarse a la muerte. ¿De veras vivo en primera persona lo que vivía san Pablo: “Vivo de la fe en el Hijo de Dios que me amó hasta entregarse a la muerte por mí?

17 El Señor al encarnarse vino a nuestras cañadas oscuras para compartir nuestros límites y sufrimientos, bajó a nuestros infiernos. Vivió plenamente su condición de Hijo del hombre para, al resucitar, llevarnos consigo y enseñarnos el sendero de la vida. Aunque camine por cañadas oscuras… Tú vas conmigo.

18 La prueba del amor que Dios nos tiene –dice san Pablo en la 2ª lectura- es que siendo todavía pecadores Jesucristo dio su vida por nosotros. La entrañable misericordia de Dios no conoce límites, nos carga sobre sus hombros y, lleno de alegría, nos conduce a la fiesta del Reino y nos sienta a la mesa. Tu bondad y misericordia me acompañan todos los días de mi vida.

19 Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Te damos gracias, Señor, porque te encarnaste para tomarnos sobre tus sagrados hombros y devolvernos al Paraíso. Haz que vivamos con gozo tu misericordia, vueltos a Ti. Amén.

20 “El buen pastor te busca; el que abandonó el redil de las ovejas que no se habían perdido. Si tú no te rindes, Él no descansará ni, puesto que ama a los hombres, despreciará el llevarte sobre sus hombros, con la alegría de haber encontrado a la oveja perdida. El Padre está allí y espera tu vueta después de haberte descarriado. Vuelve, pues, y cuando todavía te encuentres lejos, correrá a lanzarse sobre tu cuello, y te estrechará con abrazos afables, ahora que ya estás purificado por el arrepentimiento… Dice: En verdad os digo que habrá más alegría en el cielo en presencia de Dios por un solo pecador que se arrepiente. Y si alguno de los que se creen inquebrantables te acusa de haber ido demasiado deprisa, el buen Padre te defenderá diciendo: Había que celebrarlo y alegrarse, porque este hija mía estaba muerta y ha resucitado; estaba perdida y ha sido encontrada.! S AN B ASILIO M AGNO S AN B ASILIO M AGNO, Cartas, 46, 6) Contemplatio : Miro y me dejo mirar…

21 Vivo de la fe en el Hijo de Dios que me amó hasta entregarse a la muerte por mí. Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”…


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