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el adviento del Señor Sí; yo vengo pronto Ven, Señor Jesús

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Presentación del tema: "el adviento del Señor Sí; yo vengo pronto Ven, Señor Jesús"— Transcripción de la presentación:

1 el adviento del Señor Sí; yo vengo pronto Ven, Señor Jesús
Ciclo A. Año 2007 Tercera semana

2 DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO Isaías 35, 1-6
DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO Isaías 35, / Sal 145 / Santiago 5, 7-10 / Mt 11, 2-11 Juan envía a dos emisarios para preguntar a Jesús si es el Mesías. Juan había dudado porque las noticias que le llegaban de Jesús desde la cárcel no se correspondían con el Mesías justiciero que él esperaba. La respuesta que le da Jesús son sus hechos. Jesús es el Mesías de la misericordia, del amor y del perdón. Las antiguas profecías se cumplen en Él. Jesús realiza lo que los profetas anunciaron para un futuro remoto y sus obras nos traslucen el amor de Dios. Esa es la misión que ha recibido del Padre y eso es lo que contesta al Bautista. El elogio que Jesús hace de Juan es aplicado a la vida terrenal pero no a la vida eterna. Santiago nos exhorta a la espera paciente del Señor desde una relación fraterna con los demás.

3 LUNES 17 DE DICIEMBRE Génesis 49, 2. 8-10 / Salmo 71 / Mateo 1, 1-17
En este primer día de las ferias mayores de Adviento, que nos conducen ya hasta la solemnidad de la Navidad, se nos propone la genealogía de Jesús según San Mateo. Empeño del evangelista en introducir a Jesús en toda la historia de la Salvación. Tres series de sietes duplicados realzan la plenitud, la totalidad de las generaciones. La venida del Mesías será un acontecimiento histórico dentro de la totalidad –continuación- de la intervención de Dios en nuestra historia. La tribu de Judá es especialmente bendecida por su padre Israel frente a todos sus hermanos. El propio Mateo entronca la descendencia de Jesús del propio Judá. Esa será la razón del liderazgo de Judá sobre las otras tribus.

4 MARTES 18 DE DICIEMBRE Jeremías 23, 5-8 / Salmo 71 / Mateo 1, 18-24
Un nuevo tiempo se avecina, una nueva época para la humanidad, una nueva etapa en la historia de la relación de Dios con los hombres. El cumplimiento de las promesas hechas por Dios desde antiguo a los padres se aproxima; el anunciado ya viene; el esperado ya llega. El pasaje de San Mateo nos hace fijarnos hoy en José, en un hombre bueno, pacífico y dócil. Creyó contra toda evidencia e hizo lo que el Señor le había mandado. También José puso su grano de arena, o mejor, toneladas de arena para que fuera posible el plan de Dios. Incluso se le dice el nombre que ha de poner al niño. Hará las veces del padre pero sin serlo. También gracias a José, Jesús es Dios-con-nosotros.

5 MIÉRCOLES 19 DE DICIEMBRE Isaías 7, 10-14 / Sal 23 / Romanos 1, 1-7 / Mt 1, 18-24
¡Presentada como el cumplimiento de la profecía hecha a Acaz, la Encarnación es iniciativa unilateral de Dios. Acaz se niega a pedir una señal porque se muestra indiferente a Dios. Pues bien, Dios actuará por su cuenta prometiendo el nacimiento de un niño. En su interpretación mesiánica, a la luz del Nuevo Testamento, ese Niño es el fruto de María, el que ha sido concebido por obra del Espíritu Santo. Su presencia será la presencia de Dios entre nosotros, de Dios con nosotros. Dios estará siempre con sus hijos porque adopta la naturaleza humana en Jesús, el fruto bendito de María. El nuevo pueblo escogido de Dios no será ya sólo el pueblo de Israel puesto que Dios llama a que todos los gentiles respondan a la fe. Es el nuevo pueblo universal de Dios.

6 JUEVES 20 DE DICIEMBRE Isaías 7, 10-14 / Sal 23 / Lucas 1, 26-38
Estos últimos días del Adviento, la liturgia pone una mirada especial en María, la Virgen expectante que aguarda el parto, el alumbramiento de su hijo. María nos lo da y nos lo trae. Ella es el instrumento escogido por el Padre para manifestarse a todos los pueblos. Si hace unos días se nos proponía para nuestra reflexión el anuncio a José, hoy se nos propone la anunciación a María. Ella es la que ha encontrado gracia ante Dios. Por esa gracia, porque María es humilde y de un corazón grande y puro, es capaz de llamarse a sí misma “la esclava del Señor”. Nunca un corazón engreído satisfecho podría dar una respuesta semejante. La obediencia de María es ejemplo para todos los cristianos de apertura y disponibilidad hacia el plan de Dios.

7 VIERNES 21 DE DICIEMBRE Cantar de los Cantares 2, 8-14/ Salmo 32 / Lucas 1, 39-45
El amor humano es consecuencia y signo del amor de Dios. Nosotros amamos porque hemos sido amados primero por Él. El cantar de los cantares recoge las reflexiones de la pareja cuando avanzan a su encuentro en el escenario de la primavera. Ese amor apasionado es el que Dios siente hacia su pueblo, hacia la humanidad entera. Ya no es sólo el deseo que de Dios tiene el ser humano, sino el deseo del hombre que Dios tiene; por eso, cuando se aproxima, crece la pasión. En la escena de la visitación, Isabel llama dichosa a María a causa de la promesa que Dios le ha hecho y que pronto va a cumplir. Con ella, también nosotros vivimos de la confianza en esa promesa. Apasionadamente, Dios se acerca ya a nosotros.

8 SÁBADO 22 DE DICIEMBRE 1Samuel 1, 24-28 / 1Samuel 2 / Lucas 1, 46-56
La sabiduría de Dios, tan lejos de la sabiduría humana, se encuentra recogida en el Magnificat. En este canto que Lucas pone en boca de María en el momento de la visitación a Isabel se describe a un Dios que hace justicia a los pobres, que defiende y enaltece a los humildes, de un Dios que extiende su misericordia de generación en generación. Ese Dios, nuestro Dios, ha elegido a María, la esclava del Señor, y por eso ella se siente feliz, se goza en su Dios, se proclama “dichosa” de entre las mujeres, “dichosa” de generación en generación. Los que han elegido ser siervos del Señor son los que sirven a Dios, no los que se sirven a sí mismos, sino los que hacen de su vida un servicio a los demás. Y ellos se alegran de la ya inminente venida del Señor.

9 DOMINGO IV DE ADVIENTO Isaías 7, 10-14 / Sal 23 / Romanos 1, 1-7 / Mt 1, 18-24
Presentada como el cumplimiento de la profecía hecha a Acaz, la Encarnación es iniciativa unilateral de Dios. Acaz se niega a pedir una señal porque se muestra indiferente a Dios. Pues bien, Dios actuará por su cuenta prometiendo el nacimiento de un niño. En su interpretación mesiánica, a la luz del Nuevo Testamento, ese Niño es el fruto de María, el que ha sido concebido por obra del Espíritu Santo. Su presencia será la presencia de Dios entre nosotros, de Dios con nosotros. Dios estará siempre con sus hijos porque adopta la naturaleza humana en Jesús, el fruto bendito de María. El nuevo pueblo escogido de Dios no será ya sólo el pueblo de Israel puesto que Dios llama a que todos los gentiles respondan a la fe. Es el nuevo pueblo universal de Dios.

10 LUNES, 24 DE DICIEMBRE 2Samuel 7, 1-5. 8b-11
LUNES, 24 DE DICIEMBRE 2Samuel 7, b / Salmo 88 / Lucas 1, 67-79 En realidad, estas lecturas se leen sólo en las misas de la mañana, pues la misas de la tarde son ya de la vigilia de la Navidad. El Adviento se despide con la promesa davídica y con el cántico de Zacarías que la Iglesia pronuncia cada mañana en laudes. El mudo abre su boca y, lleno del Espíritu Santo, profetiza sobre su hijo y sobre Aquél a quien su hijo va a anunciar. Juan va anunciar a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados mediante el anuncio del que viene. Ya llega. Ya está aquí. Él es el sol que nace de lo alto, Él la luz que viene a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, Él el que viene a guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Él iluminará esta noche. Feliz Nochebuena, hermanos.


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