Y una voz que salía de los cielos decía: (Mt 3, 13-17) Este es mi Hijo, Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto Bautizado Jesús, salió del agua;

Presentación del tema: "Y una voz que salía de los cielos decía: (Mt 3, 13-17) Este es mi Hijo, Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto Bautizado Jesús, salió del agua;"— Transcripción de la presentación:

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4 Y una voz que salía de los cielos decía: (Mt 3, 13-17) Este es mi Hijo, Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto Bautizado Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio al Espíritu de Dios al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él.

5 El diálogo refleja la superioridad del Mesías y el humilde puesto que corresponde al Bautista.

6 Jesús tiene conciencia de su misión, revelada Jesús tiene conciencia de su misión, revelada por la visión del Espíritu que desciende sobre Él por la visión del Espíritu que desciende sobre Él. Jesús tiene conciencia de su misión, revelada Jesús tiene conciencia de su misión, revelada por la visión del Espíritu que desciende sobre Él por la visión del Espíritu que desciende sobre Él. La presencia de Dios reconoce a Jesús como su hijo amado. La presencia de Dios reconoce a Jesús como su hijo amado.

7 Jesús no necesitaba ser lavado de sus culpas. Su bautismo no es un rito de purificación, sino la hora primera de su manifestación. Él no es limpiado de un pecado inexistente. A nosotros se nos presenta el enviado.

8 Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto En el bautismo de Jesús, Dios se nos manifiesta como Padre. Dios se nos manifiesta como Padre. En Jesús se nos revela definitivamente una paternidad que ya la historia de Israel nos había hecho sospechar. EL AMADO Y LOS AMADOS

9 Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto mi predilecto A él se dirigen estas palabras que se aplicaban al siervo sufriente de Dios. que se aplicaban al siervo sufriente de Dios. (cf. Is 42,1)

10 Dios nuestro, que en el bautismo de Jesús quisiste revelar que él era tu Hijo amado enviándole tu Espíritu: concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu Santo, perseverar siempre en tu benevolencia. Amén. Dios nuestro, que en el bautismo de Jesús quisiste revelar que él era tu Hijo amado enviándole tu Espíritu: concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu Santo, perseverar siempre en tu benevolencia. Amén.

11 Texto : José Román Flecha Andrés Palabra del Señor, Salamanca, Editorial. Secretariado Trinitario,2007 Presentación: Antonia Castro Panero