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VIOLENCIAS BASADAS EN EL GÉNERO KATHERINE TABARES TRABAJADORA SOCIAL. MG EN SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DEL VALLE.

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Presentación del tema: "VIOLENCIAS BASADAS EN EL GÉNERO KATHERINE TABARES TRABAJADORA SOCIAL. MG EN SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DEL VALLE."— Transcripción de la presentación:

1 VIOLENCIAS BASADAS EN EL GÉNERO KATHERINE TABARES TRABAJADORA SOCIAL. MG EN SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DEL VALLE

2 En esta primera parte trabajaremos el concepto de género, estereotipos y procesos de subjetivación desde la familia. También haremos algunas precisiones sobre la violencia y los enfoques para su comprensión.

3 Género El género como categoría conceptual, no solo permite la identificación y análisis de los procesos de construcción de lo masculino y femenino en un contexto, sino también, da cuenta de las relaciones de poder que se tejen en esta construcción; al tiempo que permite de-construir los fenómenos sociales y culturales que dan lugar al dominio de lo masculino y a la subordinación de lo femenino en la sociedad.

4 En este contexto se devela el patriarcalismo como matriz cultural que fija su atención en la mujer desde el lugar reproductivo y objeto sexual, y asume que los lugares de gobierno y dirección descansan en el lugar de lo masculino. Un modo de entender la construcción de subjetividades de lo masculino y de lo femenino

5 El patriarcado aparece así como el poder económico, social, cultural y político que tienen y ejercen los hombres sobre las mujeres, los seres humanos y los seres vivos en general. Relacionándose también con el machismo como la exaltación de la personalidad masculina por sus cualidades biológicas por ejemplo la fuerza y la agresividad. Las personas machistas consideran que las formas de ser diferentes relacionadas con formas de ser y sentir femenino son inferiores pues significan debilidad y poca virilidad.

6 el grupo familiar como el escenario que constituye, entre otros, uno de las principales nucleamientos socializadores. Los sujetos en él construyen una idea del mundo, pues aprehenden las primeros referentes afectivos, conductuales y normativos en el marco de unos valores y creencias; operando en otras palabras como responsable del proceso de socialización primaria. Por tal razón como lo plantea Berger y Luckman, el hombre construye su realidad a través de un proceso de inserción en un mundo social, que aparece como algo dado, externo, el cual apropia (internaliza) y se posiciona ante el a partir de una postura particular mediada por su experiencia (realidad significativa).

7 En la cultura de occidente “el patriarcado es un orden cultural que organiza la vida social desde sus diferentes instituciones y tejidos relacionales en torno al poder del padre y a la dominación y privilegio masculino frente al femenino, y se nutre de dos fuentes míticas: la partenogénesis (mito bíblico) y el mito mariano (virginidad, maternidad). Fuentes de un monoteísmo que según Elizabeth Badinter (1987), le dio el golpe de gracia a la institucionalización del patriarcado como una verdadera revolución ideológica, en tanto desplaza el poder de procreación de las diosas al padre, al reconocerlo como progenitor instituyente de su propia filiación y descendencia. (Burin y Meler, 2001:96)

8 Es to hace entender como las mujeres asumen ciertas prácticas, en este caso fundadas en construcciones socio-culturales que al parecer ubican a la mujer al ámbito doméstico encargada de manera relevante a las labores de hogar y cuidado de su compañero, del que si bien se diferencia y pone oposición a veces, no actúa para modificar las situaciones que las subordina. Esto puede entenderse posiblemente por la lógica relacional sobre la que se construye y constituye lugares y dinámicas familiares que favorecen la reproducción de relaciones de poder y marcas identitarias femeninas y masculinas tensionantes, detonadoras de comportamientos violentos.

9 La familia “la familia expresa un ordenamiento estructurado a partir de una complejo tejido relacional del parentesco, en el cual convergen lazos consaguíneos, de alianza, legales y morales que se traducen en las conductas pautadas e institucionalizadas y en las construcciones simbólicas y de representación social designadas en torno a la familia…” (2004:20)

10 “Ella es la expresión de un orden así como expresa un orden, se caracteriza por un polimorfismo. La familia alude a tres dimensiones de la vida: sexualidad, procreación y convivencia por ello esta tan íntimamente relacionada con el sujeto, le permite construir su biografía con las oportunidades, habilidades, concepciones, pautas de comportamiento y formas de relación” (2004:18 )

11 Sirve para este análisis retomar las argumentaciones de Elizabeth Badinter quien plantea como la subjetividad femenina se ha construido con pautas que le “otorga la responsabilidad de la formación emocional de la prole y de valorarse a sí misma pero a través del cuidado y la atención hacia los demás, de manera especial al hombre como esposo, padre o hijo siendo éste mito el ocultamiento la sexualidad femenina ya que este es referido como un ejercicio reproductivo, se anula así misma a la mujer y se dispone a la maternidad.

12 De la misma manera cuando se hace mención del “buen rol de la madre” las mujeres en sus relatos destacan la definición tradicional “mujer encargada del cuidado de los hijos, del hogar y el cuidado de su compañero”

13 Es importante resaltar a partir del discurso de las mujeres, que uno de los principales detonantes de la violencia entre conyugues tiene lugar ante la expresión de la idea de abandono de la mujer, su participación en la vida productiva en el escenario público y la supuesta idea del compañero de infidelidad de sus parejas. En estas situaciones vemos como la relación de verticalidad entre hombre y mujer, sigue marcando la pauta en el manejo del conflicto desde la salida violenta. Se puede hacer mención así de características del vínculo violento, en este caso, fundado en excesos de afectos de amor y odio. Esto nos permitiría señalar que aparece como sustituto de la interacción entre conyugues la opción por la violencia, claro está como práctica aprendida que evidencia conflictos internos de los sujetos.

14 Las lógicas de polarización así expuestas, hacen que la violencia logre instalarse de manera efectiva en las dinámicas familiares gracias a la utilización de formas que comprometen y hieren la valoración y autonomía del actor sobre el que recae la acción violenta. Haciendo que la capacidad de decisión del sujeto frente a situaciones que los niegue sea menguada por referentes muy significativos relacionados con su identidad, en este caso, la mujer como madre y compañera al ponérsele en cuestión características de: incondicionalidad, laboriosidad, cuidado y crianza de hijos y compañero entre otras.

15 De acuerdo con esto estamos de acuerdo con lo planteado por Palacio al señalar: “La efectividad de la violencia en las relaciones familiares se sustentan en la recurrencia de la pedagogía de la humillación y la manipulación, a través de las cuales se despliega todo un proceso de aprendizajes explícitos e implícitos” (Palacio, 2004:127)

16 Frente a estas situaciones unas acuden a fiscalia, otras callan por vergüenza, (temor a que se enteren familiares, los vecinos las consideren masoquistas) porque se pueden empeorar las cosas y generarse “chismes” que después son difíciles de aclarar para que su compañero les crea.

17 De lo anteriormente descrito se percibe que las prácticas cotidianas de las mujeres carecen de recursos que hagan que emociones, miedos, inconformidades no se acumulen y generen deterioro en auto percepción, autonomía e interacción con otros. Con esto podría inferirse que las mujeres en situaciones de VC van constituyendo una subjetividad que las hace vulnerable ante si misma y ante otros.

18 Con lo anterior podría decirse que si bien la familia de origen es el primer grupo socializador y significativo para los sujetos que construyen vínculos conyugales, puede operar como recurso cuando favorece y promueve la autonomía de las mujeres, al socializar sobre principios de respeto, potencialidad y recursividad. Situación que poco ocurre con las mujeres entrevistadas, ya que sus madres han tenido historias de carencia materiales y afectivas que pareciera se trasladaran así mismo a las mujeres, que perplejamente construyen un lugar “propio” en sus familias moldeado por la función y orientación masculina. Así, puede reconocerse como la familia particularmente consigue anular de manera instrumental y expresiva cualquier dispositivo que posibilite el despliegue de emotividad y sensibilidad rota en el ser de las mujeres, violentadas en algunos casos por sus conyugues. De esta manera, la familia no puede considerarse en si mismo un dispositivo de apoyo social, en tanto ella es a la vez contenedora y fuente de conflicto, al no lograr articular en el mismo escenario las diversidades y la interacción entre sujetos –sujetos.

19 Respecto a la violencia, existe gran número de literatura, para efectos del siguiente documento se tomará la definición internacional, de la OMS (2000) “el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”.

20 Enfoque sistémico Cuatro elementos hacen parte de la definición de la violencia desde este enfoque: Hecho individualizable Momento de exaltación y pérdida de control Asociado a historias personales relacionadas con carencias, enfermedades o provisiones Aprendizaje social de la violencia en la familia

21 se dice que los enfoques multicausales permiten dar lugar a la complejidad del problema de las violencias, pues tienen en cuenta diversos escenarios y manifestaciones. Especialmente el enfoque ecológico de Bronfenbrenner (1979) plantea diversas dimensiones de interacción, entre el individuo y el entorno. Describe así tres subsistemas: el microsistema (relaciones interpersonales); mesosistema (familia, escuela y grupos de pares); el exosistema (contexto comunitario); y el macrosistema (contextos culturales e ideológicos). Sobre este referente, Corsi para Latinoamérica, construyó el modelo ecológico para comprender la violencia intrafamiliar. Desde este enfoque se plantea la necesidad de sugerir acciones en diferentes escenarios culturales, familiares, comunitarios e institucionales.

22 Modelo ecológico, feminista integrado Historias individuales: mujeres victimizadas, dominación económica y consumo de alcohol. Exosistema: condición socioeconómica; separación del espacio público y privado; la afirmación de la identidad en los grupos de pares. Macrosistema: noción de la masculinidad ligada a la dominación y la dureza; mantenimiento del honor masculino, la rigidez en los roles de género; la propiedad masculina sobre la mujer; la aprobación social del castigo físico hacia la mujer; la idealización del amor romántico; menosprecio de la capacidad de las mujeres y la violencia como un valor cotidiano para resolver conflictos.

23 La tolerancia social como categoría sociológica para el análisis de las violencias basadas en género permite entender que es posible una forma de omisión, permiso, excusa y promoción de la violencia contra las mujeres; el estudio del cual se hizo mención en la introducción de este documento, la define como el conjunto de hábitos, actitudes percepciones y prácticas que legitiman, favorecen, soportan y perpetuán las agresiones, daños y sufrimientos que se ejercen por atribuciones simbólicas basadas en la construcción social del género masculino y femenino. En este contexto el estudio afirma que “la segmentación de los espacios públicos y los espacios privados y la protección social del espacio privado como el escenario del ejercicio de la autonomía y la libertad personal, han favorecido la persistencia de tratos crueles y degradantes a las mujeres y ha impedido que se aplique el escarnio público por cuanto esta violencia queda confinada a la privacidad doméstica”.

24 CONSTRUCCIÓN DE SUBJETIVIDAD DESDE LA FAMILIA La lectura feminista sostiene la división entre un sujeto de deseo y su objeto. Las mujeres quedan asignadas al lugar del objeto de deseo de un sujeto que ha sido quien elaboró el discurso y redactó el contrato. Las niñas obtienen menor autonomía y tienden a establecer vínculos en los que se delega en un varón idealizado la indepedencia y la eficacia instrumental que les ha sido difícil desarrollar por su cuenta. De este modo se establecen las bases de las relaciones de dominio, donde el sujeto dominado satisface su omnipotencia, delegándola en el dominante, interjuego tradicional entre mujeres y varones.

25 … podemos suponer que el monopolio de los cuidados maternos proporciona múltiples gratificaciones, tanto eróticas como narcisistas, que han operado como factores encubridores a fin de que las mujeres no advirtieran en el período posterior a la super- explotación de los comienzos del industrialismo, los efectos sociales y subjetivos que tendría para ellas la reclusión en el ámbito privado (Meler, 1991)

26 En algunas madres contemporáneas es posible observar reluctancia a autorizar al padre como criador, aunque si compartiera la atención de los niños mejoraría la calidad de vida de la familia. Esto sucede porque el monopolio de la crianza no es sólo una desventaja para la autonomía social femenina sino que reporta poderosos privilegios imaginarios –y algunos reales-, a los cuales resulta penoso renunciar.

27 La constelación familiar caracterizada por un exceso de madre y ausencia o insuficiente presencia del padre ha poblado tantos estudios acerca de diversas patologías… La función paterna y la función materna son posicionamiento subjetivo propio de ambos padres y su impronta en el psiquismo infantil.

28 Ser madre fue la oferta cultural privilegiada para obtener la consagración, asemejándose al ideal. Liberada -¿ o privada?- de sus múltiples roles económicos preindustrirales, la madre doméstica actual transforma a sus pocos hijos en su fuente de trabajo y cifra en su desarrollo gran parte de sus aspiraciones.

29 Deseo propio de ser más allá de la maternidad… Los cuidados personales siempre provinieron de las madres o de otras mujeres. La diferenciación entre el sí mismo femenino o masculino y el otro, discriminación que se lleva a cabo no sólo a través de la identificación con los modelos del mismo género sino merced al contraste respecto de los modelos del otro género, es posible integrar los aspectos subjetivos antes escindidos y depositados en el otro, de distinto género. Se habla así de una flexibilización de la polaridad genérica.

30 Chasseguet (1977) relata que la niña necesita discriminarse y tomar distancia con respecto a su madre y que con ese fin idealiza al padre, transfiriendo sobre el vínculo con él todas las buenas experiencias habidas en relación con la madre. Si tenemos en cuenta que esa situación genera serios conflictos en el vínculo madre-hija, que las mujeres suelen transferir a su dependencia infantil a la relación con los hombres que aman y que ese desenlace es tanto un producto de la fusión con la madre como de la idealización reactiva del padre, vemos que toda esta dinámica cambia con la participación precoz del padre en la crianza. Supone así que la alternancia favorecerá vínculos menos pasionales.

31 La propuesta acerca de una participación paterna más efectiva en la crianza de los hijos tiende a la construcción de un modelo ideal que se caracteriza por la disminución o la desaparición de la polarización estereotipada entre los géneros. Es una apuesta por encontrar modalidades mas flexibles y creativas para hacer compatibles los deseos personales de los adultos con los requerimientos de los niños.

32 El cambio en la condición femenina, los consiguientes recontratos conyugales y la transformación de las prácticas de crianza generan sin duda nuevas subjetividades. Es necesario analizarlas soportando la incertidumbre y resistiendo las tendencias que preconizan un imposible retorno al pasado. … la polarización estereotipada de las diferencias entre mujeres y varones ha servido a los fines de la subordinación femenina, y no ha hecho justicia a las semejanzas existentes entre ambos géneros sexuales.

33 La violencia no es un fenómeno natural como problemática debe rectificarse en el ámbito público sino también en el ámbito público y en las relaciones familiares. Las familias no solo son reflejo de las relaciones de poder autoritarias y de estrategias de subordinación, que se dan en el espacio macrosocial, sino que son a su vez usinas productoras de valores que otorgan otras significaciones a los vínculos violentos, debido a los vínculos afectivos que unen a los miembros de una familia entre sí.

34 La violencia familiar devela dos ejes de análisis: Relaciones de poder entre los géneros y las generaciones Vínculos afectivos que entrelazan, a menudo contradictoriamente, a los miembros de la familia

35 Quiénes están mas expuestos a procesos violentos? Mujeres, niños y ancianos. La familia dio lugar a la posición social y subjetiva de hombres y mujeres: ellos en el ámbito público y ellas en el ámbito privado, doméstico y familiar. El poder de la familia reside en su papel como mediadora de la sociedad, como institución que al adaptar a sus miembros a un esquema jerárquico y reproductor de las relaciones de poder entre los géneros y las generaciones garantiza la reproducción social de los sujetos.

36 Las familias producen también las condiciones de transformación para el ejercicio de la violencia. Las mujeres y adolescentes representan agentes de cambio social cuando denuncian, cuestionan y procuran recursos de transformación. Relaciones de poder derivadas de: Quién es el jefe de hogar en quien se concentra el poder y la autoridad

37 Explotación de las mujeres: Explotación de su trabajo, dado que su producto pertenece a su esposo, quien asume la dirección de él. Explotación de sus capacidades reproductivas, porque la filiación, es decir los derechos sobre la descendencia, se pasa a establecer siempre entre los hombres.

38 La violencia no puede ser analizada como producto de acciones individuales, de pérdida de valores y de respeto. Se propone comprenderla en la diada sociedad capitalista/orden sociocultural patriarcal. Con esto se entiende tanto el carácter estructural de la sociedad como la especificidad de la organización familiar. Palacio

39 La violencia no es casual ni gratuita. Es el producto de una ausencia o insuficiencia de referentes valorativos que legitimen el reconocimiento a través de la fuerza del miedo y del temor. En las familias se devela la superioridad del hombre sobre la mujer y del adulto sobre el niño.

40 La violencia de género es todo tipo de violencia que se justifica por el solo hecho de que una persona es mujer, u hombre, o trans o porque una perosna o grupo de personas se comportan o asumen una identidad y expresión de género femenina o masculina.


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