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Curso de preparación para la Primera Comunión Instituto de Formación Teológica en Internet www.oracionesydevociones.info Vigésimo octavo envío.

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1 Curso de preparación para la Primera Comunión Instituto de Formación Teológica en Internet Vigésimo octavo envío I. Historia Sagrada: Parábolas o comparancias I II. Verdades del Compendio: nn.286 a 294 Esta presentación fue preparada por Violeta Brenes y el P. Juan María G.

2 Parábolas o comparancias I

3 La predicación de Jesús estaba dirigida a gente de todo tipo, a ricos a pobres, sa- nos y enfermos, ins- truidos e ignoran – tes, jóvenes y viejos. Había entre ellos hombres y muje- res venidos de muchas partes, pe- ro en general eran orientales.

4 Acostumbrados a hablar de un
modo determinado y a que se les hablara de ese modo, pro- pio de su tierra, cadencioso e indirecto, rico en figuras y com- parancias. Quizá debido a eso, quizá debido a otra cosa, Jesús se valió frecuente- mente de parábolas para enseñar a quienes le escuchaban.

5 La parábola es un relato
con moraleja, una narra- ción ejemplar, llena de in- tención docente, que ponía al alcance de cualquiera a- quello que quería explicar. Si bien, así y todo, había muchos que se queda- ban en ayunas respecto al sentido del cuento.

6 Lo cual les ocurría incluso a los apóstoles que,
muchas veces, le pedían a Jesús que les expli. cara las cosas charlando mano a mano. A continuación explicaré algunas de las parábo- las empleadas por Jesús, que he de aclimatar para insertarlas en nuestra vida cotidiana, tal como entonces se insertaron.

7 Parábola del buen samaritano o comparancia
del viajante de comercio apaleado Un viajante de comercio iba en su camioneta por un camino solitario. Lo atajó una banda de ladrones, lo bajaron de la camioneta.

8 Lo molieron a palos y le robaron todo lo que
llevaba, dejándolo de a pie, tirado al costado de la huella, medio muerto.

9 Pasó por allí un ra- bino, que servía en él Templo de Jeru- salén. Vió al viajante tum- bado pero, por no molestarse y porque andaba apurado, si- guió de largo.

10 Pasó después un le- vita, que era lo que podríamos llamar un “vecino caracteriza- do”, que organizaba colectas para soco- rrer a los israelitas Carenciados y ocu- paba el primer ban- co en la sinagoga. También siguió nomás.

11 Pasó por último un samaritano, gente mal vista
por los judíos, que la tenían en menos. Vio al caído, lo subió al sulky.

12

13 Lo llevó hasta la fonda del poblado más
cercano y le recomendó al fondero que lo cuidara, dejándole dinero para los gastos.

14 No contento con ello le encargó: -Atiéndamelo bien, don. Y si la plata no alcanza cuando pase de vuelta le pagaré lo que falte.

15 Concluida la parábola, preguntó Jesús:
-¿Cuál de esos hombres les parece que se portó con el apaleado como corresponde portarse con el prójimo? La respuesta era cantada.

16 Verdades del Compendio ( nn. 286 a 294 )
EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA II Al sacramento de la Eucaristía se le debe rendir el culto de latría, es decir la adoración reservada a Dios.

17 Tanto durante la celebración eucarística como fuera de ella. La Iglesia conserva con la máxima diligencia las Hostias consagradas, las lleva a los enfermos y a otras personas imposibilitadas de participar en la santa Misa.

18 Las presenta a la solemne adoración de los fieles, las lleva en procesión e invita a la frecuente visita y adoración al Santísimo Sacramento, reservado en el Sagrario.

19 La Eucaristía es el banquete pascual porque
Cristo, realizando sacramentalmente su Pascua, nos entrega su Cuerpo y su Sangre, ofrecidos como comida y bebida, y nos une con Él y entre nosotros en su sacrificio.

20 El altar es el símbolo de
Cristo mismo, presente como víctima sacrificial (altar-sacrificio de la Cruz), y como alimento celestial que se nos da a nosotros ( altar-mesa eucarística ).

21 La Iglesia establece que
los fieles tienen obligación de participar de la Santa Misa todos los domingos y fiestas de precepto, y recomienda que se participe también en los demás días.

22 La Iglesia recomienda a
los fieles que participan de la Santa Misa recibir también, con las debidas disposiciones, la sagrada Comunión, estableciendo la obligación de hacerlo al menos en Pascua.

23 Para recibir la Sagrada
Comunión se debe estar plenamente incorporado a la Iglesia Católica y hallarse en gracia de Dios, es decir sin conciencia de pecado mortal.

24 Quien es consciente de haber cometido un pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar. Son también importantes el espíritu de recogimiento y de oración.

25 La observancia del ayuno
prescrito por la Iglesia y la actitud corporal ( gestos, vestimenta ), en señal de respeto a Cristo.

26 Los frutos de la sagrada
Comunión: acrecienta nuestra unión con Cristo y con su Iglesia, conserva y renueva la vida de la gracia y nos hace crecer en el amor al prójimo.

27 Fortaleciéndonos en la
caridad, nos perdona los pecados veniales y nos preserva de los pecados mortales.

28 Los ministros católicos
administran lícitamente la Sagrada Comunión a los miembros de las Iglesias orientales que no están en plena comunión con la Iglesia, siempre que éstos lo soliciten espontáneamente y tengan las debidas disposiciones.

29 Asimismo, los ministros
católicos administran lícitamente la sagrada Comunión a los miembros de otras comunidades eclesiales que, en presencia de una grave necesidad, lo pidan espontáneamente, estén bien dispuestos y manifiesten la fe católica respecto al sacramento.

30 La Eucaristía es prenda de
la gloria futura porque nos colma de toda gracia y bendición del cielo, nos fortalece en la peregrinación de nuestra vida terrena y nos hace desear la vida eterna.

31 Uniéndonos a Cristo, sentado
a la derecha del Padre, a la Iglesia del cielo, a la Santísima Virgen y a todos los santos.

32 Oraciones y liturgia La visita al Santísimo Sacramento
Rezar tres veces V: Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar. R: Sea, por siempre, bendito y alabado. Padre nuestro… Avemaría… Gloria… Comunión espiritual: Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los Santos.

33 Parábolas o comparancias I
En la columna de la derecha ponga el número que corresponda: Jesús predicaba, en oca- ( )una moraleja siones, por medio de (2) Una parábola es ( ) un samaritano (3) El primero que vio al he- rido fue ( ) una posada (4) El que se portó como es debido con el herido fue ( ) parábolas El samaritano llevó al herido a ( ) un rabino Objetivo: Destacar cómo debemos comportarnos con nuestro prójimo Colorear: Investigue: Los diferentes personajes que aparecen en esta parábola, ? A quiénes cree usted que representan?


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