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YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA Juan 11, Abril 2014

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Presentación del tema: "YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA Juan 11, Abril 2014"— Transcripción de la presentación:

1 YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA Juan 11, 1-45 6 Abril 2014
V Dgo. de Cuaresma “A”

2 Cantos sugeridos: Yo lo resucitaré; Oh, Señor, delante de ti.
Ambientación: Vela grande, unas flores de variados colores y el lema: “Tú eres la vida” “Tú eres la vida” Cantos sugeridos: Yo lo resucitaré; Oh, Señor, delante de ti.

3 AMBIENTACIÓN: En el último tramo de nuestro camino cuaresmal, hoy somos invitados a revisar nuestras exigencias bautismales al recordar que hemos recibido el Espíritu que nos ha rescatado de la muerte y nos ha vivificado con su aliento de vida. Celebremos y actualicemos la vida nueva que recibimos en nuestro bautismo.

4 Oración inicial Te damos gracias, Padre santo, por Cristo Señor nuestro. El cual, hombre mortal como nosotros que lloró a su amigo Lázaro, y Dios y Señor de la vida que lo levantó del sepulcro, Extiende hoy su compasión a todos los hombres

5 y por medio de los sacramentos los restaura a una vida nueva.
Mediante la fe y el bautismo en tu Espíritu nos llamaste a una esperanza segura de vida y resurrección con Cristo.

6 ¡Bendito seas, Señor! Así entendemos que somos seres para la vida que brota incontenible de tu corazón de Padre que nos ama. La muerte no es el final del camino ni tiene la última palabra, porque Jesús es resurrección y vida para el que cree en él. Amén.

7 ¿Qué dice el texto? – Juan 11, 1- 45
I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Juan 11, 1- 45 Motivación: El Evangelio de hoy nos acerca al Señor que vence la última de nuestras esclavitudes: la muerte, y nos alcanza el mayor de los deseo: la vida. Una vida en plenitud, la vida eterna, la vida que sólo Él puede dar porque es la Resurrección y la Vida. Escuchemos.

8 Lectura del Evangelio según San Juan 11, 1-45
En aquel tiempo, 1habia un hombre enfermo que se llamaba Lázaro, natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. 2María era la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro.

9 3Las hermanas mandaron a Jesús este mensaje: -“Señor, tu amigo está enfermo”.
4Jesús, al oírlo, dijo: - “Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”.

10 5Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro,
6Cuando se enteró que éste se encontraba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.

11 Después dijo a sus discípulos: - “Vamos otra vez a Judea”.
8Los discípulos le replicaron: -“Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver allí?

12 9Jesús contestó: -“¿No tiene el día doce horas
9Jesús contestó: -“¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo, pero 10Si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz”.

13 11Dicho esto añadió: -“Lázaro, nuestro amigo, está dormido, voy a despertarlo”. 12Entonces le dijeron los discípulos: -“Señor, si duerme, se salvará”. 13Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural.

14 14Entonces Jesús les dijo claramente: -“Lázaro ha muerto.
15y me alegro por ustedes de que no hayamos estado allí, para que crean. Y ahora vamos a su casa”.

15 -“Vamos también nosotros y muramos con él”.
16Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos: -“Vamos también nosotros y muramos con él”.

16 17Cuando Jesús llegó llevaba cuatro días enterrado
17Cuando Jesús llegó llevaba cuatro días enterrado. 18Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros 19 y muchos judíos habían ido ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano.

17 20 Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro; mientras María se quedaba en casa.

18 21Ydijo Marta a Jesús: -“Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. 22Pero, aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios te lo concederá.

19 23Jesús le dijo: -“Tu hermano resucitará”. 24Marta respondió: - “Sé que resucitará en la resurrección del último día”.

20 25Jesús le dice: -“Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; 26y el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto? 27Ella le contestó: - “Sí, Señor; yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.

21 28Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja: - “El Maestro está ahí y te llama”. 29Apenas lo oyó, se levantó y salió adonde estaba él; porque 30Jesús no había entrado todavía en el pueblo; sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. 31Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía deprisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí.

22 32Cuando llegó, María adonde estaba Jesús, al verlo se echó diciéndole: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano”.

23 33Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió
profundamente y se estremeció. 34Después preguntó: -¿Dónde lo han enterrado? Le contestaron: - “Señor, ven a verlo”. 35Y Jesús lloró. 36Los judíos comentaban: - “¡Cómo lo quería!”

24 37Pero algunos dijeron: -“Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?” 38Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro . Era una cueva tapada con una piedra. 39Dijo Jesús: - “Quiten la piedra”. Marta, la hermana del muerto, le dijo: - “Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días”. 40Jesús le dijo: -¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?

25 41Entonces quitaron la piedra, Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo:
- “Padre, te doy gracias, porque me has escuchado. 42Yo sé muy que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado”

26 43Y dicho esto, gritó con voz potente:
“Lázaro, ven afuera”.

27 44El muerto salió con los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario.
Jesús les dijo: - “Desátenlo y déjenlo ir”. 45Y muchos judíos, que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Palabra de Dios

28 Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
( Del Evangelio según san Juan ) Jn 11: En aquel tiempo, había un hombre, enfermo que se llamaba Lázaro, natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. 2María, era la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro. 3Las hermanas mandaron a Jesús este mensaje: - “Señor, tu amigo está enfermo”. 4Jesús, al oírlo, dijo: - “Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios; para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”. 5Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro, 6Cuando se enteró que éste se encontraba enfermo, 7 se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Después, dijo a sus discípulos: - “Vamos otra vez a Judea”. 8Los discípulos le replicaron: - “Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos. ¿y vas a volver allí? 9Jesús contestó: - “¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10pero si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz”. 11Dicho esto añadió: - “Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo”. 12Entonces le dijeron sus discípulos: - “Señor, si duerme, se salvará”. 13Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural. 14Entonces Jesús les dijo claramente: - “Lázaro ha muerto 15y me alegro por ustedes de que no hayamos estado allí, para que crean. Y ahora vamos a su casa” /--

29 16Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás: - “Vamos también nosotros y muramos con él”. 17Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. 18Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; 19 y muchos judíos habían ido a ver a Marta y María, para darles el pésame por su hermano. 20Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. 21Y dijo Marta a Jesús: - “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. 22Pero, aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá”. 23Jesús le dijo: - “Tu hermano resucitará”. 24Marta respondió: - “Sé que resucitará en la resurrección del último día”. 25Jesús le dice: - “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; 26y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto? 27Ella le contestó: - “Sí, Señor; yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. 28Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja: - “El Maestro está ahí y te llama”. 29Apenas lo oyó, se levantó y salió adonde estaba él; 30porque Jesús no había entrado todavía en el pueblo, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. 31Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía deprisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí /--

30 ---/--- 32Cuando llegó María a donde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole:
- “”Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano”. 33Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió profundamente y se estremeció. 34Después preguntó: - “¿Dónde lo han enterrado? Le contestaron: - “Señor ven, a velo”. 35Y Jesús lloró. 36Los judíos comentaban: - “¡Cómo lo quería!” 37Pero algunos dijeron: - “ Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?”. 38Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cueva, tapada con una piedra. 39Dijo Jesús: - “Quiten la piedra”. Marta, la hermana del muerto, le dijo: - “Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días”. 40Jesús le dijo: - “¿No te he dicho que, si crees verás la gloria de Dios?” 41Entonces quitaron la piedra. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: - “Padre, te doy gracias, porque me has escuchado. 42Yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado” Y dicho, gritó con voz potente: - “Lázaro, ven afuera”. 44El muerto salió, con los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: - “Desátenlo y déjenlo ir”. 45Y muchos judíos, que habían que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

31 Preguntas para la Lectura
vv. 1-16: ¿Qué se dice de los personajes que intervienen en el relato? ¿Qué finalidad tiene este último signo según las palabras de Jesús?

32 vv. 17-37: ¿Con qué palabras reciben Marta y María a Jesús?
¿De qué manera crece la fe de Marta a medida que dialoga con el Señor?

33 vv. 38-44: escena de la resucitación de Lázaro:
¿de qué manera vuelve a recordar Jesús la finalidad del signo? ¿Cómo reaccionan los judíos ante este signo?

34 ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto? Motivación: La vida nueva que recibimos en el bautismo nos identifica con Jesús y nos compromete a vivir ya como resucitados. Esto implica el compromiso de dar testimonio que la Pascua de Cristo nos ha sacado de nuestras tumbas y nos ha liberado del poder de la muerte.

35 Yo soy la resurrección y la vida.
¿Qué te aporta este pasaje a la hora de conocer mejor a Jesús? ¿En qué sentido te ayuda a madurar como creyente?

36 ¿En qué notas que la fe en Jesús es para ti fuente de vida?
El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá. ¿En qué notas que la fe en Jesús es para ti fuente de vida? ¿De qué “tumbas” debería sacarte?

37 ¿Qué significa para tu vivir ya como resucitado?
Todo el que esté vivo y crea en mí, jamás morirá. ¿Qué significa para tu vivir ya como resucitado? ¿Cómo debería concretarse en el día a día?

38 La muerte tiene que ver con el culmen del Proyecto de Vida.
¿Qué pienso del hecho que estoy permanentemente en camino hacia la muerte? ¿Cómo espero vivir mi muerte? ¿Cómo abrirme desde ya la experiencia de la resurrección?

39 ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra? Motivación: Oremos ahora como Jesús para dar gracias al Padre, que nos ha enviado a su Hijo como fuente de vida.

40 Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra oración (o todos juntos)
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 129).  

41 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Salmo 129 Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

42 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

43 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor , más que el centinela la aurora. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

44 Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Aguarda Israel al Señor, como el centinela la aurora. Porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

45 ¿Qué me lleva a hacer el texto?
IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto? Motivación: San Vicente a cuatro hermanas destinadas a Sedan les dice: Entonces, ¿para qué tienen que ir a ese sitio? Para hacer lo que Nuestro Señor hizo en la tierra. El vino a reparar lo que Adán había destruido, y ustedes van poco más o menos con ese mismo designio. Adán había dado la muerte al cuerpo y había causado la del alma por el pecado.

46 Pues bien, Nuestro Señor nos ha librado de esas dos muertes, no ya para que pudiéramos evitar la muerte, pues eso es imposible, pero nos libra de la muerte eterna por su gracia, y por su resurrección da vida a nuestros cuerpos (…) Para imitarle, ustedes devolverán la vida a las almas de esos pobres heridos con la instrucción, con sus buenos ejemplos, con las exhortaciones que les dirigirán para ayudarles a bien morir o a recobrar la salud, si Dios quiere devolvérsela.

47 En el cuerpo, les devolverán la salud con sus remedios, cuidados y atenciones. Y así, mis queridas hermanas, harán lo que el Hijo de Dios hizo en la tierra. ¡Qué felicidad! (IX, 651)

48 COMPROMISO: Revisar con mirada profunda el camino realizado durante la Cuaresma y determinar la muerte que todavía existe en mí, desde la que necesito clamar por la liberación en Cristo.

49 Tú, Cristo, eres la vida de toda persona que confía y viene hacia Ti…
Tú eres la respuesta del Padre al anhelo de todo aquel que desea vivir. Desde lo profundo de nuestra miseria también nosotros clamamos a ti: llámanos fuera de la tiniebla del pecado, haznos salir desde la oscuridad del odio, danos la vida desde la mentira que nos sepulta, restaura nuestra existencia muerta a la paz.

50 Desde nuestra nada te esperamos y mientras nos aliente la esperanza, confesamos ya tu nombre:
¡Oh Cristo, resurrección y vida nuestra! Tú que vives y reinas por los siglos. Amén.

51 www.hijasdelacaridadperu.org www.cm.peru.com.pe
Texto de Lectio Divina: Padre César Chávez Alva (Chuno) C.ongregación de la Misión. Power Point : Sor Pilar Caycho Vela - Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl


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