Historia del Arte y la Cultura I

Presentación del tema: "Historia del Arte y la Cultura I"— Transcripción de la presentación:

1 Historia del Arte y la Cultura I
06 abril 2011

2 “Durante los años que siguieron al año 1000, se vio reconstruir iglesias en todo el universo, pero sobre todo en Italia y en Galia. Se hacía incluso cuando no era necesario, rivalizando cada comunidad cristiana por edificar santuarios más suntuosos que los de sus vecinos. Se diría que el mundo sacudía sus harapos para adornarse con una blanca túnica de Iglesias…” Raúl Glaber. 1048

3 ROMÁNICO

4 Novedades de la arquitectura románica- you tube

5 Notre Dame la Grande - Poitiers

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8 SANTA FE –CONQUES - FRANCIA
tímpano

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12 canecillos

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15 “En este contexto, no es arriesgado afirmar que la Iglesia motivó el incremento de la reproducción, eso sí, dentro del matrimonio, desdeñando y condenando adulterios, abortos e infanticidios, y la única forma de explicar de un modo continuado a los analfabetos medievales cómo la Iglesia estaba a favor de las relaciones sexuales y de su fruto, los partos, consistió en esculpirlas en sus templos, a la vista de todos y como si de algo cotidiano se tratase; como así ocurría en una sociedad donde la reproducción se vivía con toda naturalidad, puesto que de ella dependían, no sólo sus habitantes, sino también sus animales y campos, plasmada en los muchos ritos y manifestaciones folclóricas que aún se conservan, lo que explicaría su lógica condición de subsistencia y pervivencia. La mujer exhibicionista del arte románico es una mujer casada (tocada con velo), que incita al coito, y por lo tanto a la procreación. La mujer velada era la legítima, y portaba el velo que le cubría la cabeza después de aceptar los esponsales y recibir de su novio las arras o dote. DEL OLMO GARCÍA, Ángel. Iconografía sexual en el románico. Salamanca, If, 1999, p. 15.

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17 “Y, ¿cómo olvidar, por otra parte, la gran tradición erótico-literaria del Medioevo? ¿Cómo olvidar a Bocaccio, a Chaucer, a la Celestina o al Arcipreste, para llegar, si bien ya en los umbrales del Renacimiento, al Aretino y al grande entre los grandes Rabelais? ¿Y qué decir de los componentes eróticos en Petrarca, en Dante? ¿No serán esos textos el lugar del pasaje (el Purgatorio, por así decir) entre lo acallado, digamos lo inter-dicto (lo prohibido, lo entre-dicho) del discurso cortés, y el Infierno aparente de la imagen erótica? No sólo eso: esa tradición es también el generoso depósito de las contradicciones y controversias que agitan en la época. Ya a mediados del siglo XII encontramos al menos cuatro posiciones diferentes frente al Eros: el ideal ascético lo maldice; el pensamiento moral lo degrada; la mística lo espiritualiza; la gnosis lo consagra. Y sin pasar por alto, además, que la implantación del celibato sacerdotal bajo Gregorio VII, en 1085, produjo las polémicas más encendidas y movilizó los más tormentosos conflictos de conciencia en los ámbitos eclesiásticos: ¿será casual que esos ámbitos se transformen en el escenario favorito de tanta literatura erótica posterior? ¿Y qué pensar de esa extrañísima forma del erotismo que es el goce místico, el éxtasis? ¿Y no eran tenidas por de buen tono, al tiempo que por motivo de condenación, las prácticas amatorias más diversas?”. GRÜNER, Eduardo. El sitio de la mirada. Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2005, p. 326.

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19 San Martín Frómista- s. XI
contrafuerte arquivoltas

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21 San Martín Frómista s. XI capiteles

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25 MONASTERIOS http://www.youtube.com/watch?v=JaZYDdsShzU
“Durante la Edad Media, Europa fue educada por cuarenta mil monasterios benedictinos, en los cuales los monjes vivían una existencia basada en la obediencia, la autodisciplina, la oración y el trabajo. Los monasterios no constituian un refugio sino que eran el propio mundo, y éste era experimentado desde el interior hacia el exterior. Los monasterios y sus iglesias hacían visible la Ciudad de Dios, conservaban las manifestaciones divinas y las integraban a la historia.” Norberg-Schulz, Christian. Arquitectura occidental. Barcelona, GG, 1999, p. 93. Moissac MONASTERIOS Silos

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27 El salterio de san Albans. Inglaterra, siglo XII

28 Evangeliario de Enrique el León
Siglo XII

29 Pantócrator con tetramorfos

30 San Isidoro de León – Panteón de los Reyes

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33 “El estado es un cuerpo… El príncipe ocupa en el estado el lugar de la cabeza y está sometido al Dios único y a quienes son sus lugartenientes sobre la tierra, pues en el cuerpo humano también la cabeza se halla gobernada por el alma. El senado ocupa el lugar del corazón, que da su impulso a las malas y a las buenas obras. Las funciones de los ojos, las orejas y de la lengua están aseguradas por los jueces y los gobernantes de provincias. Los “oficiales” y los “soldados” pueden ser comparados con las manos, los ayudantes regulares del príncipe son los flancos. Los cuestores y los escribanos forenses evocan la imagen del vientre y los intestinos que, si están poseídos por una avidez excesivamente grande y retienen con demasiada obstinación su contenido, engendran innumerables e incurables enfermedades y, por sus vicios, pueden acarrear la ruina de todo el cuerpo. Los pies que se adhieren siempre al suelo son los campesinos. El gobierno de la cabeza les es tanto más necesario cuanto que, en su camino sobre la tierra al servicio del cuerpo, deben sortear numerosas complicaciones y por tanto necesitan apoyo equilibrado para mantener de pie, sostener y poner en movimiento a la masa completa del cuerpo. Si priváis al cuerpo más robusto del sostén de los pies no podrá avanzar con sus solas fuerzas o bien reptará vergonzosa, penosamente y sin éxito sobre las manos o se desplazará a la manera de las bestias brutas.” Jean de Salisbury. Policratus (1159)