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Historia de México II, PEA CCH UNAM

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Presentación del tema: "Historia de México II, PEA CCH UNAM"— Transcripción de la presentación:

1 Historia de México II, PEA CCH UNAM
Unidad V: Del Estado Interventor al Estado Neoliberal: La Crisis del Proyecto de la Revolución Mexicana 5.5 Los retos del Estado y la sociedad en México ante el siglo XXI El dilema de la transición democrática: crisis de legitimidad o reforma del sistema político en el contexto de los cambios mundiales La disyuntiva económica: entre el neoliberalismo excluyente y el desarrollo económico en el mundo globalizado La sociedad desigual: distribución del ingreso, bienestar y seguridad social, desigualdad regional Al inicio del siglo XXI nuestro encuentro definitivo con la democracia política sigue siendo incierto, debido a que no contamos con una tradición al respecto El primer ejercicio democrático tuvo lugar en Veracruz al nombrarse alcaldes y regidores por imposición de Hernán Cortes, originada por el rompimiento entre el conquistador y el gobernador de Cuba, por lo que el acto buscaba justificar legalmente sus acciones Desde entonces y hasta poco antes de la Independencia, estos ejercicios se limitaban a los cabildos y a las elecciones internas de las comunidades, los gremios y las órdenes religiosas; sin que se considerara designar con estas prácticas a las autoridades virreinales Con la invasión napoleónica de la Península Ibérica y la abdicación del rey de España y de su heredero, se inició un período de búsqueda de legitimidad; ya no en la herencia, sino en la voluntad del pueblo, siguiendo los pasos de los EUA y Francia. Se formaron Juntas para ejercer el poder en nombre del monarca prisionero, y se eligieron representantes de todo el reino; así, el primer diputado mexicano sería un tlaxcalteca Miguel de Lardizábal, residente en España, y representante ante la Junta Central de Sevilla en 1809 En la lucha por la Independencia se ensayó, en la Constitución de Apatzingan, una forma de autoridad por representación electa en sufragio, con electores varones mayores de 18 años, con empleo y una forma honesta de vida. Consumada la liberación, se discutió la viabilidad de la democracia y el voto universal Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y

2 2 de 8 La idea de la democracia como expresión de la voluntad popular para integrar el gobierno se desarrolló durante el México independiente y se consolidó formalmente en la Constitución de 1857; si bien durante el final de siglo las elecciones no fueron el mecanismo para acceder al poder político en nuestro país Se mantuvo la democracia como ideal, con elecciones indirectas y sin voto secreto, mientras que las negociaciones entre los poderosos decidían quién y cómo se gobernaría, observándose su práctica puntualmente aunque vacías de contenido, ya que las decisiones se habían tomado antes, al margen de la población mayoritaria La primera experiencia electoral para la población sucedió en 1911, con la designación de Madero como presidente en un contexto ausente de competitividad, al enfrentarse al representante de una dictadura agónica en la figura de Francisco León de la Barra y con el retiro de la contienda del mismo Bernardo Reyes, quien al no contemplar posibilidad alguna prefirió el antiguo método de la insurrección armada. La real contienda se dio al interior del maderismo, eliminándose por el mismo Madero sectores que lo acompañaron en la insurrección contra Díaz y que junto con el ejército porfirista acabarían con su gobierno A partir del tercer período presidencial de Porfirio Díaz en 1888, dejó de tener significado la acción política de carácter independiente, hasta el movimiento encabezado por Bernardo Reyes y el antirreeleccionismo maderista; que exigieron revalorar los procesos electorales y darían cobijo a la rebelión pluriclasista que acabó con el porfiriato en el lema sufragio efectivo, no reelección; que aún así, tenía poco sentido en un contexto en donde nunca se había decidido el gobierno mediante procesos electorales, con lo que la demanda maderista adquiría el valor de una demanda novedosa en la política Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y

3 3 de 8 Madero reformó la ley electoral, estableciendo el sufragio universal y directo de los varones y el reconocimiento de los partidos políticos, a los que se dotó de personalidad legal. Sin embargo, las demandas se orientaron al plano social y económico y se sucedieron insurrecciones en todo el país, que fueron capitalizadas por los militares porfiristas para levantarse en armas y tratar de regresar al viejo estado de cosas Huerta convocó a elecciones en 1913 resultando vencedor en un proceso tan irregular que su propia administración anuló, aceptándose sin embargo las realizadas para renovar al Congreso, que incondicional a su gobierno le permitió establecer la militarización de la sociedad, para tratar de restablecer el control perdido por la oligarquía desde 1910 Con el triunfo del constitucionalismo, en 1914, se desintegró la estructura política porfirista y, con ella, el sistema político mexicano. Las diferencias en los proyectos de nación se resolvieron con las armas y el grupo triunfante, dirigido por Carranza, restableció en 1917 el poder político a la vieja usanza del siglo XIX, con un proceso electoral decidido de antemano por quienes detentaban el poder, repitiéndose el proceso hasta 1929, independientemente de que los inconformes se levantaran en armas, fenómeno que fue reduciéndose en la medida en que eran aniquilados Para 1919 el sufragio efectivo y la no reelección resultaron inviables para Carranza y los militares del nuevo ejército; uno trató de colocar en la presidencia a uno de sus colaboradores, y los otros consideraron que la vía de la renovación política eran las armas; continuándose la organización de insurrecciones y la integración de alianzas militares como práctica política, con la integración de multitud de partidos que eran la fachada de las propias fuerzas militares y donde los ciudadanos poco tenían que hacer Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y

4 4 de 8 La lucha política ante la nación se reducía a dilucidar quién era el más fiel interprete de la ideología de la Revolución; los opositores cabían en dos sacos: la contrarrevolución ligada a un discurso anterior a 1857 y que prefirió la insurrección con la Guerra Cristera antes que el proceso electoral, y el comunismo encabezado por el PCM, que fundado en 1919 siempre tuvo una gran dependencia programática del exterior y nunca disputó realmente el poder a los revolucionarios Las elecciones de 1920 fueron una formalidad para legitimar a los militares en el poder hasta 1946; a partir de entonces era imposible derrotar por la vía electoral al candidato oficial y nadie al margen del grupo dirigente se presentaría con un programa alternativo al de la Revolución El dominio político irrestricto de los revolucionarios quedaría claro al obtener Obregón, en 1928, el 100% de los votos, eliminando en la práctica a todos los partidos; lo que posibilitó la creación del partido único, una gran confederación de instituciones, organizaciones y voluntades en un partido oficial, el PNR, para superar el caudillismo e integrar a la gran familia revolucionaria; el lugar en donde se diera la negociación entre las fuerzas políticas del país y organizar las fuerzas y los procesos electorales formales; todo al margen de los ciudadanos Para 1934, en plena crisis económica mundial y época de ascenso del nazi fascismo, los revolucionarios habían perdido legitimidad por lo que el PNR inició, con la dirigencia de Cárdenas, una movilización social sin precedentes y bajo la dirección presidencial desintegrando las haciendas, recuperando los derechos de propiedad del subsuelo y organizando a los trabajadores y campesinos bajo una estructura corporativa populista bajo la dirección del partido oficial renovado en el PRM, que consolidó el presidencialismo y limitó aún más la participación plural en la democracia política, a cambio de la justicia social Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y

5 5 de 8 El PRM cardenista no disputaría el gobierno en las urnas, sino impondría, por todos los medios posibles, las decisiones tomadas por la familia revolucionaria, sometiendo verticalmente a la sociedad en organizaciones corporativas Los diferendos políticos al seno de la familia revolucionaria se manifestarían al término del sexenio cardenista en 1940 y al finalizar el gobierno del cachorro de la revolución Miguel Alemán Valdez en 1952, que trataron de llevar la sucesión al marco de las elecciones democráticas, formando organizaciones de masas al margen del PRM y del PRI sucesivamente. En ambos casos los dirigentes eran militares y contaron con gran apoyo popular, lo que obligó a estructurar grandes fraudes electorales Si Vasconcelos había tratado infructuosamente de organizar una movilización de ciudadanos en las elecciones de 1929 en contra del PNR y el callismo, para 1940 Juan Andrew Almazán lograría, con un discurso oportunista que dio satisfacción a todos sus seguidores, integrar una fuerte oposición ciudadana que se desintegraría ante el fraude y la imposición del aparato creado por Cárdenas en el PRM; los excesos de la modernización alemanista y la crisis que generó, lanzarían a Miguel Henríquez Guzmán al intento de disputar electoralmente el poder al margen del PRI Desde el gobierno de Ruiz Cortines hasta el de López Portillo, en un período de 30 años, las elecciones presidenciales perderían sentido como proceso para decidir quiénes dirigirían al país. La oposición participó con resultados poco convincentes, tanto en la derecha como en la izquierda, hasta 1982 en que en lo profundo de una gran crisis económica, de credibilidad política e inestabilidad, la sociedad consideró que la vía democrática electoral era una buena alternativa para corregir el rumbo que llevaba la nación Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y

6 6 de 8 El autoritarismo mexicano mostró señales de crisis ante las huelgas obreras y magisteriales de , los paros de médicos de 1964 y el movimiento estudiantil de 1968 Las secuelas dejadas por las violentas represiones afectaron la legitimidad del sistema; sin embargo, las recurrentes y cada vez más graves crisis económicas desatadas por el modelo de desarrollo privilegiado por el régimen postrevolucionario, desde el gobierno de Avila Camacho, ahondarían la situación Para 1970 la desigual distribución de la riqueza, producto del monopolio político, hacía muy difícil que el mercado interno apoyara adecuadamente el crecimiento para lograr que el país saliera del subdesarrollo. Echeverría trató de rectificar el rumbo mediante su programa de desarrollo compartido, que se realizó en medio de una desfavorable transformación del entorno internacional, con lo que nada cambió realmente. La inflación externa alimentó a la interna y a la estabilidad cambiaria, con lo que el modelo económico se desmoronó. Como alternativa se echó mano del capital externo y el programa acabó en una devaluación de la moneda del 100%, lo que impulsaría la desconfianza, la fuga de capitales y la parálisis económica, que hizo ver la incapacidad del sistema político para enfrentar la crisis López Portillo creyó encontrar en la petrolización de la economía la solución; sin embargo, el impresionante endeudamiento requerido para hacer de México un país exportador de crudo, aunado a la pérdida de importancia de la inversión interna directa, generó el incremento de la deuda externa de 4.5 mil millones de dólares en 1971, a 19.6 en 1976 y 80 para 1982; en un contexto de saturación del mercado petrolero y baja en su precio, lo que acarreó la certeza de una crisis catastrófica y de desconfianza del capital, con mayor fuga de capitales, devaluación e inflación, que llevó al país a la insolvencia y medidas desesperadas como la nacionalización de la banca y el control de cambios Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y

7 7 de 8 De la Madrid administró la insolvencia, la crisis y la incapacidad social, económica y política que vivía el país. Enfrentó a una sociedad en proceso acelerado de organización política en la búsqueda de la democracia y convencida de que los procesos electorales cambiarían el rumbo Ante la posibilidad de que México declarara una moratoria de pagos, algo inédito desde el 17 de junio de 1861 y que generó una intervención extranjera tripartita en el país, la banca internacional acepto renegociar los pagos de la deuda externa e, incluso, otorgarnos nuevos préstamos de emergencia. Sin embargo, los precios del petróleo continuaron a la baja entre y resultó claro que nuestro país no podría pagar los 10 a 12 mil millones de dólares anuales pactados El sistema autoritario mexicano nunca tuvo tendencias excluyentes, por lo que las élites políticas incorporaron a todos aquellos con ambiciones y capacidades políticas y aceptación total de las reglas del presidencialismo. Sin embargo, las consecuencias de la crisis económica, con las políticas de austeridad, han debilitado las expectativas que los diferentes grupos sociales tenían en el régimen El pacto no escrito entre el régimen autoritario emanado de la Revolución y la sociedad ha sufrido tres fracturas: en el pasado la anulación del compromiso democrático de Madero y el olvido del compromiso cardenista de justicia social; actualmente, la pérdida de la promesa alemanista de seguridad económica La legitimidad del régimen postrevolucionario no se basaba en el fiel cumplimiento de las normas constitucionales, sino en las expectativas económicas positivas de todas las clases sociales; que ahora, todas los grupos sociales lo han puesto en duda El rompimiento del pacto ha fortalecido las acusaciones de la oposición sobre la ausencia de democracia política y la carencia de un Estado de derecho Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y

8 8 de 8 Que los partidos de oposición, de derecha e izquierda, reclamen el respeto a las elecciones no significa que estas mismas instituciones sean democráticas Para la izquierda hasta hace muy poco tiempo la democracia política le parecía una preocupación pequeño burguesa; para la derecha la democracia era algo secundario, ya que defendía sus intereses económicos con otras alternativas políticas El problema actual de México para su desarrollo hacia una sociedad democrática, radica en que la sociedad en general asuma con profunda convicción la validez de los valores de respeto a la diversidad de opiniones, a la toma de decisiones por la mayoría y la igualdad de oportunidades políticas para todos los ciudadanos Desde fines del siglo XVIII con la influencia de la independencia de los EUA y la Revolución Francesa, la ficción de considerar como iguales frente al poder a todos los seres humanos no ha tenido competencia como fuente de legitimidad El régimen priista tuvo múltiples oportunidades para una rectificación de rumbo: desde el interior con los esfuerzos de Carlos A. Madrazo por democratizarlo; enfrentado a una realidad cambiante debió reestructurarse y enfrentar en las urnas y no con la fuerza sus derrotas en elecciones estatales y municipales para evitar, como lo juzgó Jesús Reyes Heroles, que el cambio viniera de la derecha como sucedió con el PAN como primera fuerza política del país El hecho de que la oposición quiera, y logre en los últimos tiempos, que el régimen autoritario emanado de la Revolución se defienda en el campo electoral, terreno que siempre este ha evitado por ser contrario a su origen, no significa que las agrupaciones políticas, que se han venido conformando y reestructurando como sus opositoras, crean o no en la democracia; es únicamente cuestión táctica Elaborado por: Humberto Domínguez Chávez; CCH Azcapotzalco UNAM, mayo del 2002 Meyer Lorenzo., La Segunda Muerte de la Revolución Mexicana, México, Cal y Arena, 1993, pp y


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