La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Los dones de Dios, la gracia santificante y todos los demás auxilios

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Los dones de Dios, la gracia santificante y todos los demás auxilios"— Transcripción de la presentación:

1 Los dones de Dios, la gracia santificante y todos los demás auxilios
SANTIDAD CRISTIANA, 1 Gr 61 de 75 Los dones de Dios, la gracia santificante y todos los demás auxilios del Espíritu Santo, no son algo que se pueda guardar en un depósito, separado de la existencia cotidiana. La gracia es vida: vida de Dios que se nos da para vivir como hijos suyos. Cada uno debe corresponder para que se desarrolle y llegue a su plenitud, que es la identificación con Cristo. En esto consiste la santidad y esta es la vocación a la que todos están llamados.

2 “Si el Bautismo es una verdadera entrada en la
SANTIDAD CRISTIANA, 2 Gr 62 de 75 “Si el Bautismo es una verdadera entrada en la santidad de Dios por medio de la inserción en Cristo y la inhabitación de su Espíritu, sería un contrasentido contentarse con una vida mediocre, vivida según una ética minimalista y una religio- sidad superficial. Preguntar a un catecúmeno, ‘¿quieres recibir el Bautismo?’, significa al mismo tiempo preguntarle, ‘¿quieres ser santo?’. Signifi- ca ponerle en el camino del Sermón de la Montaña: ‘Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial’ (Mt 5, 48)” (Juan Pablo II, Novo millennio inneunte 30).

3 “Los caminos de la santidad son múltiples y
Gr 63 de 75 SANTIDAD CRISTIANA, 3 “Los caminos de la santidad son múltiples y adecuados a la vocación de cada uno (...). Es el momento de proponer de nuevo a todos con convicción este ‘alto grado’ de la vida cristiana ordinaria” (Juan Pablo II, Ídem 31). La “tarea” de la santidad dura toda la vida, abarca todas las ocupa- ciones vivificándolas desde dentro, recaba de la persona todas sus facultades. No hay vacaciones, no hay momentos ni ocupaciones rectas en que pueda quedar entre paréntesis creer, amar o esperar en Dios, servir a los demás, vivir las virtudes... La santidad necesita, para desarrollarse y crecer, nuestra correspondencia libre.

4 CCE 2013: “’Todos los fieles cristianos, de cualquier estado o
SANTIDAD CRISTIANA, 4 Gr 64 de 75 CCE 2013: “’Todos los fieles cristianos, de cualquier estado o condición, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad’ (Lumen gentium 40). Todos son llamados a la santidad: ‘Sed perfectos como vuestro Padre ce- lestial es perfecto’ (Mt 5, 48)”. CCE 2014: “El progreso espiritual tiende a la unión cada vez más íntima con Cristo. Esta unión se llama ‘mística’, porque participa del misterio de Cristo mediante los sacramentos -’los santos misterios’- y, en Él, del misterio de la Santísima Trinidad. Dios nos llama a todos a esta unión íntima con Él, aun- que las gracias especiales (...) de esta vida mística sean concedidos solamente a algunos para manifes- tar así el don gratuito hecho a todos”.

5 “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). El seguimiento
Gr 65 de 75 SANTIDAD CRISTIANA, 5 “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). El seguimiento de Cristo no se puede limitar a una parte de su vida o de su misión. Tiene que ser -dentro de las circunstancias personales- completo. Y toda la vida de Jesús está orientada hacia el sacrificio de la Cruz. CCE 2015: “El camino de la perfección pasa por la cruz. No hay santidad sin renuncia y sin combate espiritual. El progreso espiri- tual implica la ascesis y la mortificación que conducen gradual- mente a vivir en la paz y el gozo de las bienaventuranzas”. Es muy útil fijarse en la vida de los santos, en sus luchas y su correspondencia a la gracia. Podemos aprender de ellos viendo cómo buscaron identifi- carse con Cristo y cómo lo lograron.

6 Si la búsqueda de la santidad supone un
SANTIDAD CRISTIANA, 6 Gr 66 de 75 Si la búsqueda de la santidad supone un progresivo crecimiento en el amor a Dios, necesariamente llevará consigo trato mutuo, intercambio de conocimiento, diálogo. Es decir, oración. “Hay un solo modo de crecer en la familiaridad y en la confianza con Dios: tratarle en la oración, hablar con Él, manifestarle -de corazón a corazón- nuestro afecto. (...) El sendero que conduce a la santidad, es sendero de oración; y la oración debe prender poco a poco en el alma, como la pequeña semilla que se conver- tirá más tarde en árbol frondoso” (San Josemaría, Amigos de Dios ).

7 “Empezamos con oraciones vocales, que muchos
Gr 67 de 75 SANTIDAD CRISTIANA, 7 “Empezamos con oraciones vocales, que muchos hemos repetido de niños: son frases ardientes y sencillas, enderezadas a Dios y a su Madre, que es Madre nuestra. Primero una jaculatoria, y luego otra, y otra...” (San Josemaría, Amigos de Dios 286). CCE 2701: “La oración vocal es un elemento indispensable de la vida cristiana. A los discípulos, atraídos por la oración silenciosa de su Maestro, éste les enseña una oración vocal: el ‘Padre Nuestro’”. El hecho de que se comience con oraciones vocales no hace de ellas algo exclusivo de niños o principiantes. La oración vocal no se deja nunca. Es muy conforme al modo de ser humano.

8 “No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad,
Gr 68 de 75 SANTIDAD CRISTIANA, 8 “No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama” (Santa Teresa de Jesús, Libro de la vida 8). “Me has escrito: ‘orar es hablar con Dios. Pero, ¿de qué?’ -¿De qué? De Él, de ti: alegrías, tristezas, éxitos y fracasos, ambiciones nobles. preocupaciones diarias..., ¡flaquezas!: y hacimientos de gracias y peticiones: y Amor y desagravio. En dos palabras: conocerle y co- nocerte: ‘¡tratarse!’” (San Josemaría, Camino 91). Se puede hacer con ayuda de un libro. El principal es la Sagrada Escritura, especialmente los Evangelios. Tam- bién ayudan los textos litúrgicos, los escritos de los Padres, las obras de espiritualidad. La oración mental también se alimenta de los sucesos de la vida.

9 El amor a Dios crece, y llega un momento en que “las palabras
SANTIDAD CRISTIANA, 9 Gr 69 de 75 El amor a Dios crece, y llega un momento en que “las palabras resultan pobres... y se deja paso a la intimidad divina en un mirar a Dios sin descanso y sin cansancio. (...) Mientras realizamos con la mayor perfección posible, dentro de nuestras equivocaciones y limitaciones, las tareas propias de nuestra condición y de nuestro oficio, el alma ansía escaparse. Se va hacia Dios, como el hierro atraído por el imán” (San Josemaría, Amigos de Dios 296). CCE 2715: “La oración contemplativa es mirada de fe, fijada en Jesús. ‘Yo le miro y Él me mira’, decía a su santo cura un campesino de Ars que oraba ante el Sagrario”.


Descargar ppt "Los dones de Dios, la gracia santificante y todos los demás auxilios"

Presentaciones similares


Anuncios Google