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Comunidades que acogen

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Presentación del tema: "Comunidades que acogen"— Transcripción de la presentación:

1 Desarrollar la PS-Caritas parroquial criterios y orientaciones prácticas

2 Comunidades que acogen
El término “parroquia” (pará-oikìa) significa literalmente “casa cercana.” A través de la parroquia la Iglesia se hace próxima y cada cristiano se hace corresponsable con ella. La parroquia se hace puerta de acceso a la Palabra, al pan de la Eucaristía, a la experiencia de una comunidad que vive el amor y la caridad.

3 Comunidades que sirven de manera organizada
“El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es, ante todo, una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial.” (DCE 20). Como la catequesis y la liturgia, en nuestras parroquias la acción caritativa y social debe promoverse de modo organizado, con atención y medios suficientes. A continuación presentamos 10 orientaciones prácticas que pueden ayudarnos en la tarea de poner en marcha y/o potenciar una Caritas parroquial

4 (1) Toda la comunidad es protagonista
Un grupo que trabaja muy bien, desconectado de la comunidad, no es Caritas. Hay que pensar permanentemente en modos y maneras de implicar a la comunidad en algunas de las tareas, con propuestas creativas, con campañas ocasionales, etc. Cada comunidad, pobre o rica, ha de asumir como propia la tarea del servicio caritativo y social, parte de la razón de ser de la Iglesia. Por eso los creyentes ponen lo que pueden y tienen al servicio de esa tarea: tiempo, cualidades y medios económicos. Y lo hacen con cariño. Las ayudas externas son bienvenidas e incluso necesarias pero nunca pueden ser o convertirse en el elemento básico del compromiso caritativo y social de la comunidad.

5 (2) El liderazgo del párroco es imprescindible
Sin el compromiso y empuje del sacerdote, no será posible desarrollar una Caritas parroquial significativa. ¿Por qué? A nivel diocesano, el trabajo de concienciación y acompañamiento del clero local es esencial. Y en esto, el empuje del obispo es muy importante. Para empezar no es necesario que todos los curas se sientan implicados en el desarrollo de la Caritas diocesana. Se puede comenzar con un grupo pequeño y crecer naturalmente a partir de experiencias de concretas de colaboración y de trabajo.

6 (3) El grupo de Caritas es el motor
Aunque la protagonista es la comunidad, este, como cualquier otro ministerio requiere de personas con un carisma específico, sensibilidad adecuada y disponibilidad suficiente. El grupo se va constituyendo en la experiencia y desarrollo de los distintos servicios. Pero es imprescindible contar desde el principio con un mínimo de personas motivadas, con capacidad para contagiar a otras. Un grupo incapaz de inspirar a gente nueva, es un grupo que no está suficientemente abierto al conjunto de la comunidad. Un grupo incapaz de integrar a gente de diversas edades debería buscar modos eficaces para comprometer a otros sectores de la comunidad.

7 (4) Una buena acogida a las personas es esencial
La meta: que ninguna persona de bien y necesitada salga de la parroquia sintiendo que no ha sido escuchada con la empatía y el cariño que podría esperar del mismo Cristo. Es importante trabajar el tema de la acogida (la entrevista) y hacerlo acompañados por personas que nos ayuden a mejorar en este aspecto fundamental.

8 (5) No hay Caritas sin experiencia de relación cercana con los pobres
La teoría no es suficiente. No sería bueno iniciar la Caritas parroquial con un curso de formación y ya está. Mejor empezar con una experiencia concreta de servicio a un grupo de personas débiles y crecer en el desarrollo de esa experiencia identificando luego otras necesidades.

9 (6) Un pequeño análisis de situación y necesidades puede ayudar mucho
A veces un servicio comienza de manera espontánea, sin un estudio ni un análisis de las necesidades del entorno. Y a veces surgen así servicios muy importantes de la comunidad cristiana al mundo. Pero en otras ocasiones una reflexión sencilla pero seria de los problemas sociales en nuestro entorno, cuando se realiza de manera adecuada, es un buen punto de partida para empezar a trabajar.

10 (7) Dejar espacio para la formación, la programación y la revisión
La formación, entendida como reflexión y profundización de la experiencia en marcha, como deseo de enraizar lo que hacemos en el ser y el actuar de la comunidad cristiana, es un elemento imprescindible. El grupo de Caritas se reúne para revisar su funcionamiento, mejorando lo que no va bien, y asegurar la formación permanente de sus miembros. Una asamblea anual con un tema de formación y un objetivo de revisión y programación, ha sido, en la experiencia de muchas Caritas parroquiales, un instrumento poderoso para fortalecer la identidad del grupo y su contribución al conjunto de la comunidad.

11 (8) Fomentar en todo momento la corresponsabilidad de los usuarios
Huir del paternalismo como de la peste. La gratuidad no se puede entender como dar todo sin que nada cueste. Aunque algunas situaciones concretas requieren criterios flexibles y no se puede generalizar, en principio es contraproducente dar servicios que no supongan algún tipo de compromiso o corresponsabilidad por parte del usuario. Todas las personas pueden colaborar para mejorar su situación. Se deben buscar modos y maneras de concretar esa colaboración. La aportación puede ser económica o de otro tipo pero es siempre necesaria. En toda situación hay que potenciar la iniciativa y el protagonismo de las personas y grupos con los que trabajamos.

12 (9) Siempre atentos a la dimensión política de las necesidades detectadas
La búsqueda de la incidencia social y política no debe ser la excepción sino la norma de la filosofía de cualquier intervención caritativo-social. Ello supone un interés permanente por conocer el funcionamiento y las iniciativas de la administración local, así como por informar a esa administración de las necesidades detectadas y de lo desde la Iglesia se está intentando hacer. Para ello es importante cuidar y alimentar relación y comunicación fluídas con las autoridades y con otras organizaciones activas en el ámbito de la acción social.

13 (10) Trabajar unidos a Cristo
El único protagonista es Cristo. Nosotros solo somos pobres instrumentos suyos, “siervos inútiles.” Desde esta convicción, la oración ha de ser un elemento ordinario en la vida y el funcionamiento del grupo de Caritas. Además de la oración habitual, el grupo debería asegurar como mínimo un retiro anual para alimentar nuestro compromiso caritativo y social en la fuente de agua viva que es Cristo.


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