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Actividad 2, entre todos 1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos?1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos?

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Presentación del tema: "Actividad 2, entre todos 1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos?1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos?"— Transcripción de la presentación:

1 Actividad 2, entre todos 1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos?1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos? 1b) ¿A qué parte del primer párrafo de “Carta canta” se le puede aplicar esta cita?1b) ¿A qué parte del primer párrafo de “Carta canta” se le puede aplicar esta cita? 2a) ¿Les parece irónico lo que señala el Inca Garcilaso con respecto a los indios?2a) ¿Les parece irónico lo que señala el Inca Garcilaso con respecto a los indios? 2b) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos?2b) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos? 2c) ¿Creen que hay alguna relación entre los fragmentos anteriores y el concepto de “enunciador legítimo”?2c) ¿Creen que hay alguna relación entre los fragmentos anteriores y el concepto de “enunciador legítimo”? 2d) ¿Se puede aplicar la observación de Corenejo Polar a estas citas o a cualquier otro fragmento de estos textos?2d) ¿Se puede aplicar la observación de Corenejo Polar a estas citas o a cualquier otro fragmento de estos textos? Respuestas más elaboradas: 1a) 1b) 2a) 2b) 2c) 2d)

2 1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos? GARCILASO “De las legumbres que en España se comen no habían ninguna en el Perú, conviene a saber: lechugas, escarolas, rábanos, coles, nabos, ajos, cebollas, berenjenas, espinacas, acelgas, hierbabuena, culantro, perejil, ni cardos hortenses ni campestres, ni espárragos (verdolagas había y poleo); tampoco había biznagas ni otra yerba alguna de las que hay en España de provecho. De las semillas, tampoco había garbanzos ni habas, lentejas, anís, mostaza, oruga, alcaravea, ajonjolí, arroz, alhucema, cominos, orégano, ajenuz y avenate, ni ardomideras, trébol, ni manzanilla hortense ni campestre. Tampoco había rosas ni clavellinas de todas las suertes que hay en España, ni jazmines ni azucenas ni mosquetes. De todas estas flores y yerbas que hemos nombrado, y otras que no he podido traer a la memoria, hay ahora tanta abundancia que muchas de ellas son ya muy dañosas…” RICARDO PALMA “… cuando los conquistadores se apoderaron del Perú no eran en él conocidos el trigo, el arroz, la cebada, la caña de azúcar, lechuga, rábanos, coles, espárragos, ajos, cebollas, berenjenas, hierbabuena, garbanzos, lentejas, habas, mostaza, anís, alhucema, cominos, orégano, ajonjolí ni otros productos de la tierra, que sería largo enumerar. En cuanto al frisol o fréjol lo teníamos en casa, así como otras variadas producciones y frutas por las que los españoles se chupaban los dedos de gusto. Algunas de las nuevas semillas dieron en el Perú más abundante y mejor fruta que en España”.

3 1a) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos? GARCILASO “De las legumbres que en España se comen no habían ninguna en el Perú, conviene a saber: lechugas, escarolas, rábanos, coles, nabos, ajos, cebollas, berenjenas, espinacas, acelgas, hierbabuena, culantro, perejil, ni cardos hortenses ni campestres, ni espárragos (verdolagas había y poleo); tampoco había biznagas ni otra yerba alguna de las que hay en España de provecho. De las semillas, tampoco había garbanzos ni habas, lentejas, anís, mostaza, oruga, alcaravea, ajonjolí, arroz, alhucema, cominos, orégano, ajenuz y avenate, ni ardomideras, trébol, ni manzanilla hortense ni campestre. Tampoco había rosas ni clavellinas de todas las suertes que hay en España, ni jazmines ni azucenas ni mosquetes. De todas estas flores y yerbas que hemos nombrado, y otras que no he podido traer a la memoria, hay ahora tanta abundancia que muchas de ellas son ya muy dañosas…” RICARDO PALMA “… cuando los conquistadores se apoderaron del Perú no eran en él conocidos el trigo, el arroz, la cebada, la caña de azúcar, lechuga, rábanos, coles, espárragos, ajos, cebollas, berenjenas, hierbabuena, garbanzos, lentejas, habas, mostaza, anís, alhucema, cominos, orégano, ajonjolí ni otros productos de la tierra, que sería largo enumerar. En cuanto al frisol o fréjol lo teníamos en casa, así como otras variadas producciones y frutas por las que los españoles se chupaban los dedos de gusto. Algunas de las nuevas semillas dieron en el Perú más abundante y mejor fruta que en España”.

4 1b) ¿A qué parte del primer párrafo de “Carta canta” se le puede aplicar esta cita? “En la era republicana la narración costumbrista retomó un amplio bagaje de anécdotas y relatos que durante siglos generó la historiografía indiana. Pero las metas de esa narrativa no se redujeron al simple rescate de un material disperso. El proyecto inmediato de numerosos costumbristas americanos era la consolidación de una iconografía cultural así como de una toponimia que pudiera servir como base discursiva de nacionalidades que se inventaron repentinamente al fragmentarse el imperio español” (Enrique Pupo-Walker. “Prólogo a El cuento hispanoamericano”; 0.7, p. 5, líneas. 10 y ss.) RICARDO PALMA “… cuando los conquistadores se apoderaron del Perú no eran en él conocidos el trigo, el arroz, la cebada, la caña de azúcar, lechuga, rábanos, coles, espárragos, ajos, cebollas, berenjenas, hierbabuena, garbanzos, lentejas, habas, mostaza, anís, alhucema, cominos, orégano, ajonjolí ni otros productos de la tierra, que sería largo enumerar. En cuanto al frisol o fréjol lo teníamos en casa, así como otras variadas producciones y frutas por las que los españoles se chupaban los dedos de gusto.”

5 1b) ¿A qué parte del primer párrafo de “Carta canta” se le puede aplicar esta cita? “En la era republicana la narración costumbrista retomó un amplio bagaje de anécdotas y relatos que durante siglos generó la historiografía indiana. Pero las metas de esa narrativa no se redujeron al simple rescate de un material disperso. El proyecto inmediato de numerosos costumbristas americanos era la consolidación de una iconografía cultural así como de una toponimia que pudiera servir como base discursiva de nacionalidades que se inventaron repentinamente al fragmentarse el imperio español” (Enrique Pupo-Walker. “Prólogo a El cuento hispanoamericano”; 0.7, p. 5, líneas. 10 y ss.) RICARDO PALMA “… cuando los conquistadores se apoderaron del Perú no eran en él conocidos el trigo, el arroz, la cebada, la caña de azúcar, lechuga, rábanos, coles, espárragos, ajos, cebollas, berenjenas, hierbabuena, garbanzos, lentejas, habas, mostaza, anís, alhucema, cominos, orégano, ajonjolí ni otros productos de la tierra, que sería largo enumerar. En cuanto al frisol o fréjol lo teníamos en casa, así como otras variadas producciones y frutas por las que los españoles se chupaban los dedos de gusto.”

6 2a) ¿Les parece irónico lo que señala el Inca Garcilaso con respecto a los indios? GARCILASO … Salieron diciendo que con mucha razón llamaban dioses a los españoles con el nombre Viracocha, pues alcanzaban tan grandes secretos. Otro cuento semejante refiere Gómara que pasó en la isla de Cuba a los principios, cuando ella se ganó. Y no es maravilla que una misma ignorancia pasase en diversas partes y en diferentes naciones, porque la simplicidad de los indios del Nuevo Mundo, en lo que ellos no alcanzaron, toda fue una. Por cualquiera ventaja que los españoles hacían a los indios, como correr caballos, domar novillos y romper la tierra con ellos, hacer molinos y arcos de puente en ríos grandes, tirar con un arcabuz y matar con él a ciento y doscientos pasos, y otras cosas semejantes, todas las atribuían a divinidad; y por ende les llamaron dioses, como lo causó la carta”.

7 2a) ¿Les parece irónico lo que señala el Inca Garcilaso con respecto a los indios? Esto es lo que dice al respecto Antonio Cornejo Polar: “Habría que anotar … la sutil ironía que impregna todo el 'cuento': quien escribe magistralmente la historia según la cual los indios consideraban dioses a los españoles por conocer el secreto de la escritura es, precisamente, quien se define a sí mismo como Inca-indio. De alguna manera el poder de la escritura ha cambiado de manos o la hegemonía escritural es –al menos– materia en disputa” (Escribir en el aire. Ensayo sobre la heterogeneidad socio-cultural en las literaturas andinas. Lima: Horizonte, 1994, 107). GARCILASO … Salieron diciendo que con mucha razón llamaban dioses a los españoles con el nombre Viracocha, pues alcanzaban tan grandes secretos. Otro cuento semejante refiere Gómara que pasó en la isla de Cuba a los principios, cuando ella se ganó. Y no es maravilla que una misma ignorancia pasase en diversas partes y en diferentes naciones, porque la simplicidad de los indios del Nuevo Mundo, en lo que ellos no alcanzaron, toda fue una. Por cualquiera ventaja que los españoles hacían a los indios, como correr caballos, domar novillos y romper la tierra con ellos, hacer molinos y arcos de puente en ríos grandes, tirar con un arcabuz y matar con él a ciento y doscientos pasos, y otras cosas semejantes, todas las atribuían a divinidad; y por ende les llamaron dioses, como lo causó la carta”.

8 2b) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos? GARCILASO … Salieron diciendo que con mucha razón llamaban dioses a los españoles con el nombre Viracocha, pues alcanzaban tan grandes secretos. Otro cuento semejante refiere Gómara que pasó en la isla de Cuba a los principios, cuando ella se ganó. Y no es maravilla que una misma ignorancia pasase en diversas partes y en diferentes naciones, porque la simplicidad de los indios del Nuevo Mundo, en lo que ellos no alcanzaron, toda fue una. Por cualquiera ventaja que los españoles hacían a los indios, como correr caballos, domar novillos y romper la tierra con ellos, hacer molinos y arcos de puente en ríos grandes, tirar con un arcabuz y matar con él a ciento y doscientos pasos, y otras cosas semejantes, todas las atribuían a divinidad; y por ende les llamaron dioses, como lo causó la carta”. RICARDO PALMA “La sencilla ignorancia de los indios atribuía a la escritura un prestigio diabólico y maravilloso. … –¡Cómo se entiende, ladronzuelos!... –exclamó, bufando de cólera–. El mayordomo me manda diez melones, y aquí faltan dos –y don Antonio volvía a consultar la carta. –Ocho no más, taitai –contestaron los mitayos. –La carta dice que diez y ustedes se han comido dos por el camino… ¡Ea! Que les den una docena de palos a estos pícaros. Y los pobres indios, después de bien zurrados, se sentaron mohínos en un rincón del patio, diciendo uno de ellos: –¿Lo ves, hermano? ¡Carta canta! Alcanzó a oírlos don Antonio, y les gritó: –Sí, bribonazos, y cuidado con otra, que ya saben ustedes que carta canta. Y don Antonio refirió el caso a sus tertulios, y la frase se generalizó y pasó el mar”.

9 2b) ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estos fragmentos? GARCILASO … Salieron diciendo que con mucha razón llamaban dioses a los españoles con el nombre Viracocha, pues alcanzaban tan grandes secretos. Otro cuento semejante refiere Gómara que pasó en la isla de Cuba a los principios, cuando ella se ganó. Y no es maravilla que una misma ignorancia pasase en diversas partes y en diferentes naciones, porque la simplicidad de los indios del Nuevo Mundo, en lo que ellos no alcanzaron, toda fue una. Por cualquiera ventaja que los españoles hacían a los indios, como correr caballos, domar novillos y romper la tierra con ellos, hacer molinos y arcos de puente en ríos grandes, tirar con un arcabuz y matar con él a ciento y doscientos pasos, y otras cosas semejantes, todas las atribuían a divinidad; y por ende les llamaron dioses, como lo causó la carta”. RICARDO PALMA “La sencilla ignorancia de los indios atribuía a la escritura un prestigio diabólico y maravilloso. … –¡Cómo se entiende, ladronzuelos!... –exclamó, bufando de cólera–. El mayordomo me manda diez melones, y aquí faltan dos –y don Antonio volvía a consultar la carta. –Ocho no más, taitai –contestaron los mitayos. –La carta dice que diez y ustedes se han comido dos por el camino… ¡Ea! Que les den una docena de palos a estos pícaros. Y los pobres indios, después de bien zurrados, se sentaron mohínos en un rincón del patio, diciendo uno de ellos: –¿Lo ves, hermano? ¡Carta canta! Alcanzó a oírlos don Antonio, y les gritó: –Sí, bribonazos, y cuidado con otra, que ya saben ustedes que carta canta. Y don Antonio refirió el caso a sus tertulios, y la frase se generalizó y pasó el mar”.

10 2c) ¿Creen que hay alguna relación entre los fragmentos anteriores y el concepto de “enunciador legítimo”?“enunciador legítimo” GARCILASO … Salieron diciendo que con mucha razón llamaban dioses a los españoles con el nombre Viracocha, pues alcanzaban tan grandes secretos. Otro cuento semejante refiere Gómara que pasó en la isla de Cuba a los principios, cuando ella se ganó. Y no es maravilla que una misma ignorancia pasase en diversas partes y en diferentes naciones, porque la simplicidad de los indios del Nuevo Mundo, en lo que ellos no alcanzaron, toda fue una. Por cualquiera ventaja que los españoles hacían a los indios, como correr caballos, domar novillos y romper la tierra con ellos, hacer molinos y arcos de puente en ríos grandes, tirar con un arcabuz y matar con él a ciento y doscientos pasos, y otras cosas semejantes, todas las atribuían a divinidad; y por ende les llamaron dioses, como lo causó la carta”. RICARDO PALMA “La sencilla ignorancia de los indios atribuía a la escritura un prestigio diabólico y maravilloso. … –¡Cómo se entiende, ladronzuelos!... –exclamó, bufando de cólera–. El mayordomo me manda diez melones, y aquí faltan dos –y don Antonio volvía a consultar la carta. –Ocho no más, taitai –contestaron los mitayos. –La carta dice que diez y ustedes se han comido dos por el camino… ¡Ea! Que les den una docena de palos a estos pícaros. Y los pobres indios, después de bien zurrados, se sentaron mohínos en un rincón del patio, diciendo uno de ellos: –¿Lo ves, hermano? ¡Carta canta! Alcanzó a oírlos don Antonio, y les gritó: –Sí, bribonazos, y cuidado con otra, que ya saben ustedes que carta canta. Y don Antonio refirió el caso a sus tertulios, y la frase se generalizó y pasó el mar”.

11 2d) Según Antonio Cornejo Polar, “la escritura en los Andes no es sólo un asunto cultural; es, además, y tal vez sobre todo, un hecho de conquista y dominio. Este debe ser el contexto que enmarque todas las reflexiones sobre el tema.” ¿Se puede aplicar esta observación a estas citas o a cualquier otro fragmento de estos textos? En efecto, “la historia de los melones”, en ambas versiones, muestra admirablemente cómo la tecnología de la escritura –al igual que la de las armas de fuego– fue empleada como un instrumento de dominio.


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