************************************* Bautismo de Jesús. Ciclo C

Presentación del tema: "************************************* Bautismo de Jesús. Ciclo C"— Transcripción de la presentación:

1 ************************************* Bautismo de Jesús. Ciclo C
Gracias, Señor, por sostener mi vida con tu continua presencia, por aliviar mis cansancios con el aliento de tu fuerza, por acompañarme en mis compromisos y tareas, por mantenerme constante en mis servicios y entregas. porque me enseñas a caminar con paciencia, aprendiendo a madurar con cada experiencia, porque tu Palabra me corrige y me orienta, me anima y me clarifica, me apoya y me consuela. porque me eliges y me tienes en cuenta, porque logras vencer mi apatía e indiferencia y haces que mi sensibilidad se mantenga despierta. por iluminar mis oscuridades y fecundar mis zonas resecas, por abrirme espacios cuando mi vida se encierra, por enfocar mi vida al horizonte donde me esperas. Perdón, Señor… porque me cuesta descubrirte sosteniendo mi vida en todo momento. por mis comodidades, que no me dejan tener compromisos serios. por mis dispersiones, que me alejan de mi verdadero centro. por ser creador de conflictos, rivalidades y desencuentros. ************************************* Haz, Señor, que resuene tu voz… en la Iglesia, y sea signos de tu presencia. en el mundo, y se convierta en un lugar más solidario, fraterno y justo. en las familias, y se creen ambientes de comunicación y armonía. en los misioneros, y den fruto sus trabajos y esfuerzos. en los jóvenes que inician su camino de amor, y construyan sobre bases sólidas su relación. en los que reciben el bautismo, y vivan con ilusión la fe, revestidos de los valores de Cristo. en los que viven situaciones de sufrimiento, y tú sea la fuerza que habita en ellos. en los que se dejan llevar por la violencia, y descubran la equivocación de su estrategia. en nuestra conciencia, y seamos más sensibles a las necesidades de los que tenemos cerca. Contigo quiero, Señor… Alcanzar y bajar hacia las aguas del Jordán para sentir que Dios llama siempre a pesar de las dificultades del camino. Dejar la comodidad de mi casa, de mis amigos y trabajos, para empeñarme un poco en aquello que el Evangelio necesita de mis manos y de mi esfuerzo. Renovar mi bautismo un tanto empolvado por el paso del tiempo. Reavivar mi bautismo un tanto mortecino. Fortalecer mi bautismo a veces débil y acomodado. Escuchar mi nombre y una llamada «Tú eres mi Hijo». Para que nunca falte en tu causa buenos testigos que pregonen tu Palabra. que pronuncien tu nombre, que den testimonio de tu Reino, que ofrezcan lo que son y tienen y Dios sea conocido, amado y bendecido en las cuatro direcciones del mundo. Renovar, levantar, ilusionar y mejorar, incentivar y alimentar, revitalizar y fortalecer lo que un día, por la fuerza del Espíritu, me hizo hijo de Dios, miembro de su pueblo, hijo de la Iglesia, testigo de tu Reino: El bautismo [J.L.] Bautismo de Jesús. Ciclo C Sostenidos y enviados MISIÓN PAÍS. Grande es su Misericordia El bautismo supuso para Jesús una experiencia profunda: es la culminación de un “antes” de preparación “oculta” en la vida de Nazaret, preparación silenciosa y callada, asumiendo y profundizando toda una manera de estar en la realidad; es la expresión de una vivencia interior muy fuerte (sentirse amado, sostenido, fundamentado… por Dios); es el inicio de una misión: anunciar la Buena Noticia del Evangelio con palabras y obras, con un modo de vivir desde Dios y para los demás. Esta experiencia de su bautismo es la que se nos pone como referencia, como espejo donde mirarnos y vernos reflejados. También nosotros como Jesús somos… ELEGIDOS. Dios cuenta conmigo, soy alguien importante para Él, me sostiene, me protege, me acompaña, me apoya, me afianza, me ha formado y me va modelando. ¿Tengo esta experiencia de elección? ¿Soy consciente de que Dios cuenta conmigo para algo? ¿Me descubro como valioso importante para Él? ¿Cómo he ido descubriendo esa elección? AMADOS. Esa elección se expresa en el amor. Un amor incondicional, primero, fundante que valora lo que soy y cuida mi vida, que muestra su ternura y perdona mis debilidades, que es paciente y comprensivo y me da nuevas oportunidades. ¿Qué experiencia tengo del amor de Dios? ¿Dónde se me hace más presente? ENVIADOS. Dios nos quiere para una tarea, para construir un mundo de relaciones mejor: más justo, más solidario, más atento a los necesitados… Con nuestras palabras y con nuestras obras, con nuestras actitudes y con nuestras opciones… Y con un estilo determinado: sin gritos, sin alardes, sin protagonismos, sin gestos de violencia… cuidando de modo especial a los más vulnerables, a los “pábilos vacilantes” para que, lejos de apagarlos, hagamos que se fortalezcan. ¿A dónde me envía Dios? ¿En qué lugares es más necesaria mi presencia? ¿Con qué estilo y talante manifiesto mi fe y realizo mi compromiso allí donde vivo? Jesús como uno más, sin privilegios, se acerca para ser bautizado junto con todos los que esperan algo distinto, quieren un cambio de vida, están abiertos a algo nuevo. Ahí se experimenta como elegido, amado y sostenido por Dios para realizar una misión de liberación que tiene un carácter universal (todos están incluidos) y que deberá realizar por los caminos de la sencillez y la humildad. Hoy es un buen día recordar mi bautismo. ¿Qué significa para mí estar bautizado? ¿A qué me compromete? ¿Sé cuándo y dónde fue mi bautismo? ¿Celebro mi aniversario de bautismo? Puedo rezar por quienes me llevaron a bautizar, me han ayudado a profundizar en la fe, quienes me sirven de referencia para que mi vida creyente no se apague… Y que, como Jesús, allí donde esté “pase haciendo el bien.

2 Lectura del libro del profeta Isaías
(42, ): Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas.» Salmo 28 R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor, postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/. La voz del Señor sobre las aguas, el Señor sobre las aguas torrenciales. La voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica. R/. El Dios de la gloria ha tronado. En su templo un grito unánime: «¡Gloria!» El Señor se sienta por encima del aguacero, el Señor se sienta como rey eterno. R/.

3 Lectura del libro de los Hechos
de los apóstoles (10,34-38): En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.» Lectura del santo evangelio según san Lucas (3, ): En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.»  En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»