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Sexto mandamento: não cometerás actos impuros

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Presentación del tema: "Sexto mandamento: não cometerás actos impuros"— Transcripción de la presentación:

1 Sexto mandamento: não cometerás actos impuros
50 CRANACH, Lucas ( ) Cristo e a mulher adúltera 1532 Museu das Belas Artes Budapeste Sexto mandamento: não cometerás actos impuros

2 Compêndio do Catecismo
488. O que é a castidade? A castidade é a integração positiva da sexualidade na pessoa. A sexualidade torna-se verdadeiramente humana quando é bem integrada na relação pessoa a pessoa. A castidade é uma virtude moral, um dom de Deus, uma graça, um fruto do Espírito. 489. O que supõe a virtude da castidade? Supõe a aprendizagem do domínio de si, que é uma pedagogia de liberdade humana aberta ao dom de si. Para tal fim, é necessária uma educação integral e permanente, através de etapas graduais de crescimento.

3 Introdução São Paulo escreve aos de Corinto:
"Não sabeis que os vossos corpos são membros de Cristo?... Não sabeis que o vosso corpo é templo do Espírito Santo, que habita em vós, que vos foi dado por Deus, e que não vos pertenceis a vós mesmos? Porque fostes comprados por um grande preço! Glorificai, pois, a Deus no vosso corpo" (1 Coríntios 6,15;19-20). Não só o cristão, mas o homem, como tal, deve respeitar o seu corpo - e o dos outros - cuidando com esmero a castidade, em pensamentos, palavras, obras e desejos, se quer viver conforme à razão. San Pablo escribe a los de Corinto: "¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?... ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, que lo habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis? ¡Habéis sido comprados a gran precio! Glorificad por tanto a Dios en vuestro cuerpo" (1 Corintios 6,15;19-20).En un mundo pagano, donde la castidad se despreciaba y ridiculizaba, San Pablo exhibe las razones para que el cristiano viva la castidad: es miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo, y debe dar gloria a Dios también con el cuerpo. Pero no sólo el cristiano, sino el hombre como tal, debe respetar su cuerpo -y el de los demás- cuidando con esmero la castidad en pensamientos, palabras, obras y deseos, si quiere vivir conforme a la razón. Dios ha marcado el camino de la dignidad humana en este campo con dos preceptos: el sexto, "no cometerás actos impuros", y el noveno, "no consentirás pensamientos ni deseos impuros", para el pleno dominio racional -interior y exterior- de la sexualidad. VAN DYCK, Sir Antony ( ) Suzana e os anciãos Alte Pinakothek, Munique

4 Ideias principais

5 1. A sexualidade é um dom de Deus
A Sagrada Escritura ensina que Deus criou o homem à sua imagem e semelhança, e os criou homem e mulher (cfr.Génesis 1,27). Portanto, a sexualidade não é má, nem é contrária à lei de Deus; é boa, visto que vem de Deus. É outro dom de Deus. Deus estabeleceu uma ordem no uso da sexualidade: o prazer sexual - seja de pensamento, palavra ou obra - só é lícito procurá-lo dentro do matrimónio e encaminhado para o fim assinalado pelo Criador: a transmissão da vida humana, juntamente com a ajuda mútua dos esposos. Un punto de partida, tan fundamental como necesario para hablar del sexto mandamiento, es la afirmación de la Sagrada Escritura, cuando enseña que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y los creó hombre y mujer (cfr. Génesis 1,27). El que el varón, pues, sea varón y la mujer sea mujer, viene de Dios. Dios lo ha querido así. Por tanto, como todo lo que hace Dios es bueno, la sexualidad no es mala, ni es contraria a la ley de Dios; es buena puesto que viene de Dios. Es otro don de Dios. Eso sí, la sexualidad tiene una razón de ser muy definida y sublime. Aunque Dios podía haber hecho las cosas de otra manera, quiso -por la sexualidad- confiar al hombre y a la mujer -a los esposos- la misión nobilísima de transmitir la vida, continuando la generación humana querida por Dios. Y como la misión es tan alta, quiso también ordenarla y protegerla con unos preceptos que la mantienen en su dignidad y eficacia, conforme al plan de Dios. Por eso no se puede hacer con el cuerpo lo que apetece. Dios ha establecido un orden en el uso de la sexualidad y consiste en que el placer sexual -sea de pensamiento, palabra u obra- sólo es lícito buscarlo dentro del matrimonio y encaminado al fin señalado por el Creador: la transmisión de la vida humana, junto con la ayuda mutua de los esposos. BOSCH, Hieronymus O jardim das delícias: Alegoria da luxúria c.1500 Museu do Prado, Madrid

6 2. A virtude da castidade A castidade é a virtude que
regula e controla a sexualidade, impondo o respeito pelo corpo em pensamentos, desejos, palavras e acções. Esta virtude expressa a integração da sexualidade na pessoa e, por conseguinte, a submissão da paixão sexual à razão humana e à fé. A virtude da castidade é, como toda a virtude, uma conquista própria de valentes; é algo positivo que liberta da escravidão do pecado. Aunque a veces se identifican castidad y pureza, la virtud de la pureza expresa más bien el hecho, y la renuncia total al uso de la sexualidad; mientras que la castidad expresa el señorío sobre la sexualidad por renuncia total al uso ilícito. La castidad, pues, es la virtud que regula y controla la sexualidad, imponiendo el respeto al cuerpo en pensamientos, deseos, palabras y acciones. Esta virtud expresa la integración de la sexualidad en la persona y, por consiguiente, la sumisión de la pasión sexual a la razón humana y a la fe. La virtud de la castidad es, como toda virtud, una conquista propia de valientes; es algo positivo que libera de la esclavitud del pecado. MORELLI, Domenico A tentação de Santo António 1878 Galeria Nacional de Arte Moderna, Roma

7 3. A impureza destrói muitas coisas no homem
O pecado de impureza destrói, no homem e na mulher, tesouros que Deus lhes deu, não só na medida em que nós o ofendemos e perdemos a sua amizade, mas porque ele danifica de modo particular virtudes verdadeiramente excelentes. O impuro está triste, porque é escravo do pecado; não é generoso, porque só pensa em si próprio e no prazer; debilita-se a sua fé, porque se lhe vai fechando o coração. Perde essa sensibilidade fina da alma, que o capacita para amar a Deus e os outros. El pecado de impureza destruye en el hombre y en la mujer tesoros que Dios les ha dado, no sólo por cuanto le ofendemos y perdemos su amistad, sino porque daña de modo particular virtudes de verdad excelentes. El impuro está triste, porque es esclavo del pecado; no es generoso, porque sólo piensa en sí mismo y en el placer; se debilita su fe, porque se le va cegando el corazón. Pierde esa sensibilidad fina del alma, que le capacita para amar a Dios y a los demás. Si no se consigue la educación y dominio de la sexualidad, con una pedagogía de libertad, la alternativa es evidente: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado. CANO, Alonso Imaculada Conceição 1648 Museu Provincial, Vitória

8 4. A castidade é para todos
Condição do cristão é viver uma vida casta: cada um no seu estado e segundo a vocação que recebeu, pois a uns Deus pede-lhes para viver em virgindade ou em celibato, e a outros, no matrimónio ou solteiros. Os casados hão-de viver a castidade conjugal, fiéis aos seus deveres matrimoniais; os solteiros praticam a castidade na continência. O acto matrimonial deve ficar aberto à transmissão da vida, e nunca está permitido o recurso à anticoncepção ou à esterilização para evitar a procriação. Cristo es el modelo de todas las virtudes, y condición del cristiano es vivir una vida casta. Cada uno en su estado y según la vocación que ha recibido, pues a unos Dios les pide vivir en virginidad o en celibato -modo eminente de dedicarse por entero a Dios con el corazón indiviso-, y a otros, en el matrimonio o solteros. Los casados han de vivir la castidad conyugal, fieles a sus deberes matrimoniales; los solteros practican la castidad en la continencia. Los esposos han de tener presente que la fecundidad es un bien y fin del matrimonio, pues el amor conyugal tiende naturalmente a ser fecundo; por eso, el acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida, y nunca está permitido el recurso a la anticoncepción o a la esterilización para evitar la procreación. HOGARTH, William Henrique VIII Colecção privada

9 5. Pecados contra a castidade
Pecam contra a castidade os que - consigo ou com outros - cometem acções impuras; olham para coisas impuras; consentem pensamentos ou desejos impuros; mantêm conversas ou contam piadas sobre coisas impuras; põem-se a si próprios ou os outros em perigo de cometê-los. São pecados notórios contra a castidade: a masturbação, a fornicação, as actividades pornográficas e as práticas homossexuais; contra a dignidade do matrimónio podemos destacar o adultério, a poligamia e o amor livre. Estes pecados contra a castidade são sempre graves, se há pleno conhecimento e consentimento; em tal caso não há matéria leve. ARMITAGE, Edward Festa de aniversário de Herodes 1868 Ghildhall Art Gallery. Londres Pecan contra la castidad los que -consigo o con otros- cometen acciones impuras; miran cosas impuras; consienten pensamientos o deseos impuros; mantienen conversaciones o cuentan chistes sobre cosas impuras; los que voluntariamente se ponen a sí mismos o a otros en peligro de cometerlos. Como tipificación moral, son pecados notorios contra la castidad la masturbación, la fornicación, las actividades pornográficas y las prácticas homosexuales; contra la dignidad del matrimonio podemos destacar el adulterio, la poligamia y el amor libre. Estos pecados contra la castidad son siempre graves, si hay pleno conocimiento y consentimiento; en tal caso no hay materia leve.

10 6. A luta pela castidade Para ganhar a batalha da castidade
é necessário fugir das ocasiões; nesta matéria, fugir não significa cobardia, mas prudência. E a prudência manda evitar amizades, leituras, espectáculos, conversas, etc., que puxem para o pecado. Um outro passo é estar ocupados num trabalho sério, que salva de ensimesmar-se no egoísmo. Mas, o mais importante, é pôr os meios sobrenaturais: confissão e comunhão frequentes; pedir a castidade com humildade e perseverança; recorrer a Nossa Senhora Puríssima e Nossa Mãe, etc. Para ganar la batalla de la castidad es necesario huir de las ocasiones; en esta materia huir no significa cobardía sino prudencia. Y la prudencia dicta evitar amistades, lecturas, espectáculos, conversaciones, etc., que empujen al pecado. Otro paso es estar ocupados en un trabajo serio, que salva de ensimismarse en el egoísmo; ayuda también el deporte, que forma virtudes espléndidas para resistir al capricho. Y no se puede olvidar la importancia de la sinceridad, que cuenta las dificultades a las personas competentes en busca de ayuda y consejo, así como la modestia y el pudor que enseñan delicadeza al vestirse, en el aseo diario, etc., en orden a defender la pureza propiamente dicha. Pero lo más importante es poner medios sobrenaturales: confesión y comunión frecuentes; pedir la castidad con humildad y perseverancia; acudir a la Virgen Purísima y Madre nuestra; ofrecer pequeños sacrificios que afirman la voluntad y consiguen la gracia. Como observa Santo Tomás de Aquino, "que el hombre viva en la carne y no según la carne, no es del hombre sino de Dios". BELLY, Leon-Auguste-Adolphe Ulisses e as sereias Museu do Hotel Sandelin, Saint-Omer, França

11 Propósitos de vida cristã

12 Um propósito para avançar
Recorre a Nossa Senhora, ao sentires tentações contra a castidade: Podes rezar, por exemplo, o "Bendita seja a vossa pureza", ou o “Lembrai-vos“. Põe esmero em ser e mostrar-te sempre limpo em palavras, conversas, anedotas, etc.


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