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Publicada porMaría Luisa Lozano Pérez Modificado hace 6 años
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Tema 3 LA REVOLUCIÓN DEL ALFABETO EN LA ANTIGÜEDAD. Del alfabeto fenicio a Grecia Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Sumario Los orígenes: el alfabeto fenicio.
El alfabeto y las castas sociales. Escritura, libro y lectura en Grecia. Sistemas primitivos de escritura: el lineal B La invención del alfabeto griego. Un salto entre culturas. Universalidad. La escritura: características y materiales. La escritura continua. La diversidad de soportos. Los ostraca. El rollo de papiro. Alfabetización y democracia. La educación en Grecia. Lectura y escritura: trabajos serviles. La educación superior en Grecia: Platón y Aristóteles. Oralidad y escritura De la tradición oral a la escritura: la fama y la propiedad. Los objetos parlantes. La lectura oralizada Pros y contras de la escritura: opinión de Sócrates, según Platón en el diálogo Fedro Platón contra los poetas (según Walter Ong) Características del pensamiento y la expresión oral (según Walter Ong) La lectura en Grecia El arte de la palabra: la retórica El comercio de libros Las grandes bibliotecas: Alejandría y Pérgamo El origen de las ediciones “críticas” Los bibliotecarios y sus aportaciones Bibliografía citada Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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1. Los orígenes: el alfabeto fenicio
Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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El alfabeto FENICIO Creación del alfabeto: punto final de una larga evolución que consistió en descomponer las palabras en sus sonidos más simples. Origen: Fenicia. Quizá, según los griegos, fuese en concreto BIBLOS, ciudad de la que tomaron el nombre para designar el “libro”. Cronología: del siglo XIII a.C. al siglo III d.C. El alfabeto fenicio es un antiguo alfabeto consonántico no pictográfico de tipo abyad. Se utilizó para escribir el fenicio, un idioma semítico septentrional, empleado por la civilización fenicia. Se clasifica como un abyad porque sólo representa sonidos consonánticos, con la adición de matres lectionis para algunas vocales. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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El sentido de la escritura es de derecha a izquierda.
Constaba de 22 signos con los que, debidamente combinados, podían expresarse todas las modulaciones del lenguaje. El sentido de la escritura es de derecha a izquierda. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Dado que las letras originalmente se inscribían con un estilete, la mayoría de las formas son angulares y rectilíneas, aunque progresivamente se fueron desarrollando formas cada vez más cursivas, culminando con el alfabeto neopúnico del Norte de África de época romana. El fenicio se escribía generalmente de derecha a izquierda, aunque se han hallado algunos textos escritos en bustrófedon. DRAE bustrófedon o bustrofedon. (Del lat. boustrophēdon, y este del gr. βουστροφηδόν, de βοῦς 'buey', στρέφειν 'dar la vuelta' y -δόν 'a la manera de'). 1. m. Manera de escribir, empleada en la Grecia antigua, que consiste en trazar un renglón de izquierda a derecha y el siguiente de derecha a izquierda. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Estilete Del dim. de estilo. 1. m. estilo (‖ punzón para escribir). 2. m. estilo (‖ gnomon del reloj de sol). 3. m. Púa o punzón. 4. m. Puñal de hoja muy estrecha y aguda. 5. m. Med. Sonda metálica, delgada, flexible o rígida y terminada en una bolita, que sirve para reconocer ciertas heridas. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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El fenicio se convirtió en uno de los sistemas de escritura más utilizados al ser difundido por los mercaderes fenicios a lo largo del mundo mediterráneo, donde fue asimilado por muchas otras culturas que lo adaptaron a sus respectivos idiomas. El alfabeto arameo, una forma modificada del fenicio, es el precursor de los alfabetos árabe y hebreo modernos. El alfabeto griego (y por extensión sus descendientes, como el latino, el cirílico y el copto) deriva directamente del fenicio, aunque los valores de algunas letras se modificaron para representar las vocales. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso 2017-2018
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EL CÁDIZ FENICIO Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Los autores griegos y romanos antiguos que hablan de las islas Gadeiras, y en concreto de dos territorios insulares: la pequeña isla de Erytheia y otra de mayor longitud, llamada Kotinoussa. Ambas estaban separadas por un canal interior, teoría expuesta por Francisco Ponce Cordones en el año 1972. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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El alfabeto y las castas sociales
El fenicio tuvo efectos a largo plazo en las estructuras sociales de las civilizaciones con las que entró en contacto. Fue el primer sistema de escritura fonético en generalizarse; su simplicidad no sólo permitía que fuera usado en muy diversos idiomas, sino también que la gente común aprendiera a escribir. Este hecho acabó en gran medida con el alto estatus que poseían aquellos sistemas de escritura que solo podían aprender y emplear los miembros de la jerarquía real y religiosa, que lo usaban por tanto como instrumento de poder a fin de controlar el acceso del grueso de la población a la información. El fenicio desintegró muchas de estas divisiones de clase, aunque muchos reinos de Oriente Medio continuaron utilizando la escritura cuneiforme para asuntos legales y litúrgicos hasta bien entrada la Era Común. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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2. El libro y la lectura en Grecia
Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Los orígenes de la escritura en Grecia (lineal B, ss. XVI-XII a.C.)
Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Lineal B (XVI a.C. – XII a. C.)
Antes de la elaboración de este alfabeto, los griegos empleaban un silabario para la escritura, llamado sistema lineal B, utilizado en Creta y zonas de la Grecia continental como Micenas o Pilos, entre los siglos XVI a. C. y XII a. C. Los fragmentos conservados en lineal B están escritos en lo que parece una versión primitiva de los dialectos arcado-chipriota y jónico-ático, un dialecto llamado micénico. El lineal B se desarrolló a partir de un silabario anterior, llamado Lineal A, empleado para escribir el idioma eteocretense, una lengua pre-indoeuropea hablada por los nativos cretenses antes de la invasión griega de la isla, y no representa del todo correctamente la fonética del dialecto micénico. Ésta y otras razones llevaron a su abandono y al desarrollo de un alfabeto completamente nuevo. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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LINEAL B Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La invención del alfabeto griego (s. X a.C.)
El alfabeto griego aparece progresivamente a partir del siglo X a.C. Deriva de una variante del fenicio, introducido en Grecia por mercaderes de esa nacionalidad. El fenicio, como los alfabetos semíticos posteriores, no empleaba signos para registrar las vocales; para salvar esta dificultad, que lo hacía incompleto para la transcripción de la lengua griega, los griegos adaptaron algunos signos utilizados en fenicio para indicar aspiración para representar las vocales. Este aporte puede considerarse fundamental; la inmensa mayoría de los alfabetos que incluyen signos vocálicos se derivan de la aportación original griega. Además de las vocales, el griego añadió tres letras nuevas al final del alfabeto: fi y ji, para representar sonidos aspirados que no existían en fenicio, y psi. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso 2017-2018
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El alfabeto griego: un salto entre culturas
“Los progresos decisivos en materia de escritura fueron realizados, no tanto por una evolución en el seno de una misma civilización, cuanto por la adaptación de un sistema dado a una lengua para la cual no estaba hecho originalmente. Es en circunstancias como estas en que la razón retoma sus derechos sobre la tradición.” Encyclopédie française, t. I, París, Apud F. Barbier, Historia del libro, Madrid, Alianza, 2005, p. 20. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La evolución se produjo a lo largo de siglos.
Clasificación de las escrituras griegas: Alfabetos arcaicos (s. X a.C.) Alfabetos orientales Alfabetos occidentales. El alfabeto oriental de Mileto (en la costa del Asia menor) fue adoptado en Atenas en 403 a.C. (s. V a.C.), pasando a constituir el alfabeto griego clásico. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Mileto - Atenas Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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LA UNIVERSALIDAD DEL ALFABETO GRIEGO
El éxito del alfabeto griego está en su principio de universalidad, pues la notación de las vocales permite transcribir cualquier lengua. La universalidad del alfabeto griego quedó reforzada por la creación del Imperio de Alejandro Magno (356 a.C. – 323 a.C.), que hizo del griego la lengua habitual de todo el Mediterráneo oriental. Posteriormente, la cultura griega fue adoptada como propia por el imperio romano. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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“El origen semítico del alfabeto es evidente por el nombre, la forma, la ordenación y el valor numérico de las letras. El nombre de las letras no tiene ninguna significación en griego, pero sí en las lenguas semíticas, donde se denomina “alifato”: Aleph, ‘buey’ Beth, ‘casa’ Daleth, ‘tablero’ Kaph, ‘palma de la mano’ Mem, ‘agua’ Pe, ‘boca’ Resh, ‘cabeza’, etc. Hipólito Escolar, Historia universal del libro, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1993, p. 129. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Tabla comparativa de los alfabetos fenicios y griegos según W
Tabla comparativa de los alfabetos fenicios y griegos según W. Brandenstein (Lingüística griega, Madrid, Gredos, 1964) Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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LA ESCRITURA: CARACTERÍSTICAS Y MATERIALES. LA ESCRITURA CONTINUA
Código de Gortyn, ciudad cretense, de mediados del s. V a.C., único código griego que se conserva completo, y el más antiguo de Europa. Se encontraba en el muro de un teatro. Los griegos utilizaban la scriptio continua, es decir no dejaban espacios entre palabra y palabra y además en un principio escribían de derecha a izquierda pero también podían escribir utilizando la escritura bustrofédica (haciendo eses, variando el sentido: de izquierda a derecha, de derecha a izquierda). Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Hay un tipo de escritura donde las letras se disponen como si fuera una cuadrícula perfectamente alineada, muy propia de las inscripciones en piedra, que fue tomada como modelo. Se denomina stoichedon. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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literaturaespañolaqueahorasustenta
unvaquerodelranchoquijanoencargadodedarlepiensoalganadollenarlosbebederos deaguayloscomederosdegranoypajadejoundiaprecisamentesobrelosforrajesque acababadeservirsuejemplardedonquijotequeleiayreleiaensuscortosociosyregresoa lacasadelranchosinrepararenelolvidoenelcorrallavacapintaengullendolapastura mordiolashojasdellibroyenelboloalimenticiosemezcloelgeniodecervantesalavaca lesupotanbienquenocesoderumiarlohorasyhorascontantalecturatragadaydigerida esnaturalquelavacapintaparticiparaapocoenlaoposicionparaocuparlacatedrade literaturaespañolaqueahorasustenta Raúl Renán, Gramática fantástica (México, 1999), apud MicroQuijotes , Ed. Juan Armando Epple, Barcelona, Thule, 2005, p. 44. Cf. Ana Sofía Pérez-Bustamante, “Microquijotes y otros experimentos cervantinos, Revista Digital de la Real Academia Hispanoamericana, nº 3, julio Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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DIVERSIDAD DE SOPORTES
Escribían sobre diferentes soportes dependiendo de sus necesidades, por ejemplo si tenían que mandar una carta breve a un comerciante de un lugar lejano, lo hacían sobre metal, para favorecer así la conservación. Si tenían que escribir las leyes, lo hacían sobre piedra y lo colgaban en el ágora para que todos los ciudadanos las conocieran. También se usó el pergamino (hecho de piel de cabra u oveja), más asequible para ellos que el papiro (importado de Egipto), que además de caro era frágil. En la escuela se utilizaban tablillas de madera enceradas sobre las que se escribía y se podía borrar. También se usaban ostraca, fragmentos de objetos cerámicos sobre los que rayaban notas breves con el estilo o punzón. Los mas habituales eran pergamino, metal, piedra y posteriormente papiro. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Ostracón, ostraca, ostracismo
Del gr. ὀστρακισμός ostrakismós. 1. m. Entre los antiguos atenienses, destierro político. 2. m. Apartamiento de cualquier responsabilidad o función política o social. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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EL ROLLO DE PAPIRO La forma que adoptó inicialmente el libro en la Antigua Grecia fue tomada de la cultura egipcia: se copiaban los libros en rollos de papiro, que eran exportados desde Egipto. La hoja escrita se denominaba biblion, el rollo era el kylindros, y la etiqueta que lo identificaba, con el nombre del autor y las primeras palabras del texto, recibía el nombre de sillybos. Este sistema fue el más utilizado durante siglos, pero, al final, el papiro sería paulatinamente sustituido como material de escritura por el pergamino. La historia de este cambio está cargada de leyendas. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Los textos eran copiados por esclavos sin sueldo, que también se dedicaban a la enseñanza. La tinta que se utilizaba era de composición similar a la egipcia: se mezclaban goma o resina y hollín, y se escribía con cálamo, una especie de caña de punta afilada que se utilizaba a modo de pluma. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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ALFABETIZACIÓN Y DEMOCRACIA
Fue en Grecia donde el libro adquirió por primera vez su verdadera dimensión, debido principalmente a la generalización de la escritura alfabética, que facilitaba la técnica de escribir, y al sistema de la democracia griega, que permitía a cualquier ciudadano libre que supiera leer y escribir participar en el gobierno. Este aspecto es de gran trascendencia histórica, ya que las habilidades lecto-escritoras pasan a ser indispensables para una vida ciudadana plena, y por tanto se generalizan (aunque todavía no son ni mucho menos universales). Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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A pesar de que la escolarización no era un requerimiento legal en la Antigua Grecia, escenas pintadas en vasos del 500 a.C. muestran que estaba ampliamente extendida. Los niños empezaban la educación a la edad de siete años. Los más pobres abandonaban la escuela después de tres o cuatro años con una idea de lo básico, mientras que los alumnos más ricos iban a la escuela 10 años. Incluso algunas niñas fueron formalmente educadas, a pesar de no ser tan común como para los niños, y asistían a escuelas separadas. Los alumnos aprendían bajo la tutela de tres tipos de profesores: los de gramática, que enseñaban a leer, escribir, aritmética y literatura; los paidotribes, a cargo de lucha, boxeo y gimnasia; y los kitharistes, que enseñaban música, especialmente canto y ejecución de la lira. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La educación superior. PLATÓN & ARISTÓTELES
A los 18 años, los varones tenían que someterse a dos años de entrenamiento militar, después del cual regresaban a la educación superior, que los preparaba para la vida pública. Uno de los primeros lugares de educación superior fue la Academia, una escuela de filosofía fundada por Platón en el 385 a.C. Aristóteles regía un establecimiento similar, llamado el Liceo, donde había mayor variedad de disciplinas. Estas escuelas sentaron la base para las universidades de hoy en día. Sobre educación y lecturas femeninas: cf. Alberto Manguel, Una historia de la lectura, Barcelona, Círculo de Lectores, 2001, pp Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La escuela de Atenas es una de las pinturas más destacadas del artista Rafael Sanzio. Fue hecha en boceto entre 1509 y 1510 y pintada entre 1510 y 1512 como parte de una comisión para decorar con frescos las habitaciones que hoy en día son conocidas como las estancias de Rafael, ubicadas en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Oralidad y escritura. La tradición oral
La cultura griega era de tradición oral. La palabra reinaba de manera indiscutible, sobre todo bajo la forma de clase, “fama”, aplicada a los héroes de la epopeya por los aedas de tipo homérico. Para los griegos arcaicos la mayor aspiración era conquistar “fama imperecedera”. La palabra clase significaba fundamentalmente “sonido”. Con su sonoridad la palabra era eficaz, ya que hacía existir al héroe. La naciente cultura escrita estaría al servicio de la oral. Más que salvar la tradición épica, se contribuía ahora a la producción de sonidos, de nuevas palabras, de “gloria clamorosa.” Platón sobre la escritura: Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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El surgimiento de la escritura: la fama y la propiedad
El surgimiento de la escritura en este tipo de sociedad se relaciona con la necesidad de producir más fama, más resonancia, por ejemplo mediante las inscripciones funerarias, garantizando una nueva posteridad al difunto. LA FAMA Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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… Y LA PROPIEDAD Soy de Fidias
OBJETOS PARLANTES Inscripciones en primera persona, “yo”: Ánfora del s. VI a.C.: “Leimajos me ha hecho y suya soy”. Según Mario Burzachechi (“Oggetti parlanti nelle epigrafie greche”, 1962), estos objetos parlantes responden a una concepción animista: el hecho de atribuir alma y voz a los objetos es típica de las civilizaciones primitivas y solamente a partir de la segunda mitad del siglo VI a.C. “se empieza a notar cierta racionalización de la estatua, que pierde su antiguo halo de magia”. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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LA PROPIEDAD DE LA MEMORIA: TUMBAS Y EPITAFIOS
«Esta es la tumba de Prómato, un hombre hospitalario.» «Soy de Aristogito, el hijo de Arcadión que murió bajo los muros de Motua.» «De Somrotidas el médico, el hijo de Mandrocles.» «Esta es la tumba de Tyr - el cario, el hijo de Escílax. Aristocles la hizo.» «Soy de Fanódico, el hijo de Hermócrates, el proconesio; yo doné al pritaneo de los sigeos como recuerdo una crátera, un soporte y un colador. Si sufro algún daño cuidadme, sigeos. Me hizo Esopo y sus hermanos.» Cf. Marta González González, “Epitafios de náufragos recogidos en la Antología Palatina”, Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Para Jesper Svenbro el objeto parlante no sería fruto del animismo: la elección de la primera persona para designar un objeto inscrito respondería a la escenificación original de ese mismo objeto, presente (“yo”) ante el lector (“tú”) en ausencia del escritor (“él, ella”). Al mismo tiempo atestiguaba el escaso espesor psicológico que los griegos atribuían al “yo”. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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LA LECTURA ORALIZADA Hipótesis de Jesper Svenbro: los primeros lectores griegos practicaron la lectura en voz alta. En una cultura que valoraba la palabra hablada hasta el punto en que lo hacían los griegos, la escritura no tenía interés más que en la medida en que apuntaba a una lectura oralizada. La lectura en voz alta constituye la forma original de lectura. Jesper Svenbro, “La Grecia arcaica y clásica”, en Historia de la lectura en el mundo occidental, Dir. G. Cavallo y Roger Chartier, Madrid, Taurus, 2001, pp Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La lectura como “ser poseído por”.
«La lectura formaba parte del texto, estaba inscrita en él. Jugando con la etimología de la palabra “texto” (del latín textus, tejido), tengo la impresión de que todo sucede como si el texto estuviese formado por una urdimbre escrita y una trama vocal, que se traban en la lectura y se destraban después. Leer era poner su propia voz a disposición de lo escrito. Era ceder su voz durante el instante de la lectura. La voz del lector se somete, se une a lo escrito. Ser leído era ejercer un poder sobre el cuerpo del lector, aun a gran distancia en el espacio y el tiempo.» (Jesper Svenbro, op. cit.) Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Tres rasgos de la lectura en la Grecia antigua:
1) Carácter instrumental del lector o la voz lectora. 2) Carácter incompleto de la escritura, a la que se supone la necesidad de una sonorización. 3) Si la voz del lector es el instrumento gracias al cual la escritura se realiza en su plenitud, eso quiere decir que los destinatarios de los escritos no son lectores en el sentido estricto del término, sino “oyentes”, como los mismos griegos los llamaban. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Platón, Fedro (370 a. C. ). "Oralidad frente a escritura". (Selección)
Platón, Fedro (370 a.C.). "Oralidad frente a escritura". (Selección). (Diálogo entre Sócrates y Fedro) SÓC. - Sobre la conveniencia e inconveniencia del escribir, y de qué modo puede llegar a ser bello o carecer, por el contrario, de belleza y propiedad, nos queda aún algo por decir. […] Pues bien, oí que había por Náucratis, en Egipto, uno de los antiguos dioses del lugar al que, por cierto, está consagrado el pájaro que llaman Ibis. El nombre de aquella divinidad era el de Theuth [=Thot]. Fue éste quien, primero, descubrió el número y el cálculo, y, también, la geometría y la astronomía, y, además, el juego de damas y el de dados, y, sobre todo, las letras. Por aquel entonces, era rey de todo Egipto Thamus, que vivía en la gran ciudad de la parte alta del país, que los griegos llaman la Tebas egipcia, así como a Thamus llaman Ammón. A él vino Theuth, y le mostraba sus artes, diciéndole que debían ser entregadas al resto de los egipcios. Pero él le preguntó cuál era la utilidad que cada una tenía, y, conforme se las iba minuciosamente exponiendo, lo aprobaba o desaprobaba, según le pareciese bien o mal lo que decía. Muchas, según se cuenta, son las observaciones que, a favor o en contra de cada arte, hizo Thamus a Theuth, y tendríamos que disponer de muchas palabras para tratarlas todas. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Sobre Fedro: http://es.wikipedia.org/wiki/Fedro
Pero, cuando llegaron a lo de las letras, dijo Theuth: «Este conocimiento, oh rey, hará más sabios a los egipcios y más memoriosos, pues se ha inventado como un fármaco de la memoria y de la sabiduría.» Pero él le dijo: «¡Oh artificiosísimo Theuth! A unos les es dado crear arte, a otros juzgar qué de daño o provecho aporta para los que pretenden hacer uso de él. Y ahora tú, precisamente, padre que eres de las letras, por apego a ellas, les atribuyes poderes contrarios a los que tienen. Porque es olvido lo que producirán en las almas de quienes las aprendan, al descuidar la memoria, ya que, fiándose de lo escrito, llegarán al recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos, no desde dentro, desde ellos mismos y por sí mismos. No es, pues, un fármaco de la memoria lo que has hallado, sino un simple recordatorio. Apariencia de sabiduría es lo que proporcionas a tus alumnos, que no verdad. Porque habiendo oído muchas cosas sin aprenderlas, parecerá que tienen muchos conocimientos, siendo, al contrario, en la mayoría de los casos, totalmente ignorantes, y difíciles, además, de tratar porque han acabado por convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad.» Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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[…] SÓC. - Así pues, el que piensa que al dejar un arte por escrito, y, de la misma manera, el que lo recibe, deja algo claro y firme por el hecho de estar en letras, rebosa ingenuidad y, en realidad, desconoce la predicción de Ammón, creyendo que las palabras escritas son algo más, para el que las sabe, que un recordatorio de aquellas cosas sobre las que versa la escritura. FED. - Exactamente. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Sócrates Platón SÓC. - Porque es que es impresionante, Fedro, lo que pasa con la escritura, y por lo que tanto se parece a la pintura. En efecto, sus vástagos están ante nosotros como si tuvieran vida; pero, si se les pregunta algo, responden con el más altivo de los silencios. Lo mismo pasa con las palabras. Podrías llegar a creer como si lo que dicen fueran pensándolo; pero si alguien pregunta, queriendo aprender de lo que dicen, apuntan siempre y únicamente a una y la misma cosa. Pero, eso sí, con que una vez algo haya sido puesto por escrito, las palabras ruedan por doquier, igual entre los entendidos que como entre aquellos a los que no les importa en absoluto, sin saber distinguir a quiénes conviene hablar y a quiénes no. Y si son maltratadas o vituperadas injustamente, necesitan siempre la ayuda del padre, ya que ellas solas no son capaces de defenderse ni de ayudarse a sí mismas. […] Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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FED. - Evidentemente no puede por menos de serlo.
SÓC. - Que si Lisias o cualquier otro escribió alguna vez o escribirá, en privado o como persona pública promulgando leyes, un escrito político, con la pretensión de que en él hay sobrada certeza y claridad, sería vituperable para el que lo escribe, se lo digan o no. Porque el desconocer, a todas horas, lo justo y lo injusto, lo malo y lo bueno no puede por menos de ser, en verdad, algo totalmente reprobable, por mucho que toda la gente se lo alabe. FED. - Evidentemente no puede por menos de serlo. SÓC. - Pero el que sabe que en el discurso escrito sobre cualquier tema hay, necesariamente, un mucho de juego, y que nunca discurso alguno, medido o sin medir, merecería demasiado el empeño de haberse escrito, ni de ser pronunciado tal como hacen los rapsodas, sin criterio ni explicación alguna, y únicamente para persuadir, y que, de hecho, los mejores de ellos han llegado a convertirse en recordatorio del que ya lo sabe; y en cambio cree, efectivamente, que en aquellos que sirven de enseñanza, y que se pronuncian para aprender -escritos, realmente, en el alma- y que, además, tratan de cosas justas, bellas y buenas, quien cree, digo, que en estos solos hay realidad, perfección y algo digno de esfuerzo y que a tales discursos se les debe dar nombre como si fueran legítimos hijos -en primer lugar el que lleva dentro de él y que está como originado por él, después, todos los hijos o hermanos de éste que, al mismo tiempo, han enraizado según sus merecimientos en las almas de otros-, dejando que los demás discursos se vayan enhorabuena; un hombre así, Fedro, es tal cual, probablemente, yo y tú desearíamos que tú y yo llegáramos a ser. FED. - Precisamente lo que estás diciendo es lo que quiero y pido con todas mis fuerzas. SÓC. - Bueno, ya nos hemos entretenido como corresponde con los discursos. Tomado de: Platón, Fedro, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1970. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Platón contra los poetas: del pensamiento formulaico oral al pensamiento analítico escrito (Walter J. Ong) Eric A. Havelok, en Preface to Plato (1963) “demostró de manera contundente cómo los inicios de la filosofía griega estuvieron relacionados con la estructuración del pensamiento originada por la escritura. La exclusión de los poetas de su República, en efecto, representó el repudio de Platón al pensamiento prístino en el estilo oral, paratáctico y acumulativo perpetuado por Homero, a favor del análisis incisivo o la disección del mundo y del pensamiento mismo posibilitados por la incorporación del alfabeto en la psique griega” /.. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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En un estudio más reciente, Origins of Western Literacy (1976), Havelock atribuye el predominio del pensamiento analítico griego a la introducción de las vocales en el alfabeto. El alfabeto original, inventado por los pueblos semíticos, consistía únicamente en consonantes y algunas semivocales. Al introducir las vocales, los griegos alcanzaron un nuevo grado de transcripción visual, analítica y abstracta del esquivo mundo del sonido. Este logro presagiaba sus posteriores hazañas intelectuales de la abstracción y las llevó a la práctica.” Walter J. Ong, Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra (1982), México, FCE, 2013, pp. 35 y ss. Walter J. Ong ( ) Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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“Los antropólogos han entrado más directamente en la materia de la oralidad. [...] Jack Goody (1977) ha mostrado convincentemente cómo los cambios hasta la fecha clasificados como evoluciones de la magia a la ciencia; del llamado estado de conciencia “prelógico” a uno cada vez más “racional”; o del pensamiento “salvaje” de Lévi-Strauss al pensamiento domesticado, pueden explicarse de manera más escueta y coherente como cambios de la oralidad a diversos estados del conocimiento de la escritura. Propuse anteriormente (1967b, p. 189) que muchos de los contrastes a menudo establecidos entre perspectivas “occidentales” y otras, parecen reducibles a diferencias entre el conocimiento profundamente interiorizado de la escritura y los estados de conciencia más o menos residualmente orales.” (Walter Ong, p. 36). Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Características del pensamiento y la expresión de condición oral (Según Walter J. Ong)
Expresiones acumulativas antes que subordinadas. Ejemplo: narración del Génesis I, 1-5, versión de Douay (1610): «Al principio Dios creó el cielo y la tierra. Y la tierra era informa y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo; y el espíritu de Dios se cernía sobre las aguas. Y dios dijo: Hágase la luz. Y se hizo la luz. Y Dios vio que la luz era buena; y separó la luz de las tinieblas. Y llamó a la luz día, y a las tinieblas noche; y hubo tarde y mañana, un día.» Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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2) Expresiones acumulativas y formularias antes que analíticas.
Los elementos del pensamiento y de la expresión oral no tienden a ser entidades simples sino grupos de entidades: términos, locuciones y oraciones antitéticos; epítetos (el valiente soldado, la hermosa princesa, el fuerte roble). La expresión oral lleva una carga de epítetos y otro bagaje formulario que la alta escritura rechaza por pesada y tediosamente redundante, debido a su peso acumulativo. Lo establecido para los epítetos también se aplica a otras fórmulas. Una vez que se ha cristalizado una expresión formularia, más vale mantenerla intacta. Sin un sistema de escritura, el pensamiento que se divide en parte –es decir, el análisis- representa un procedimiento muy arriesgado. Como dijo Lévi-Strauss, “el pensamiento salvaje [i.e. oral] totaliza” (1966, p. 245). Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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" Veríais tantas lanzas, bajar y alzar,
El canto y la recitación obligan al uso de fórmulas y convenciones. Ciertas asociaciones fijas de sustantivos y adjetivos, ciertas repeticiones de frases o versos enteros, desempeñan el papel de elemento aglutinante que permite mantener la tensión y continuidad de un extenso poema a lo largo de toda su acción. Naturalmente estas fórmulas son usadas con más frecuencia e ingenuidad por los improvisadores y recitadores primitivos. Exponemos a continuación un ejemplo de ello: " Veríais tantas lanzas, bajar y alzar, tanta adarga horadar y traspasar, tanta loriga romper y desmallar " En este caso, el recitador apela a la atención del público ( verso 36, Canto primero) En cuanto al uso de fómulas, las que se destacan son: " Habló Mio Cid, el que en buena hora ciñó espada;" " Cuando lo supo Mio Cid el de Vivar," " todos preguntan por Mio Cid Campeador " Mio Cid Ruy Díaz, oiréis lo que dijo: " " Mio Cid Ruy Díaz que en buena hora nació," " Martín Antolínez, el burgalés cumplido" Cantar de Mio Cid Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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3) Expresiones redundantes o “copiosas”
En el discurso oral la mente debe avanzar con mayor lentitud, conservando cerca del foco de atención mucho de lo que ya ha tratado. La redundancia, la repetición de lo apenas dicho, mantiene eficazmente tanto al hablante como al oyente en la misma sintonía. La redundancia es favorecida también por las condiciones físicas de la expresión oral ante un público numeroso donde de hecho no todos los integrantes de un público grande entiende cada palabra pronunciada por un hablante. Es conveniente que el orador diga lo mismo, o algo equivalente, dos o tres veces. La necesidad del orador de seguir adelante mientras busca en la mente qué decir a continuación, también propicia la redundancia. En la recitación oral, aunque una pausa puede ser efectiva, la vacilación siempre resulta torpe. Por lo tanto es mejor repetir algo, si es posible con habilidad, antes que dejar de hablar mientras se busca la siguiente idea. Las culturas orales estimulan la fluidez, el exceso, la verbosidad. Los retóricos llamarían a esto copia (abundancia). La copia fue importante en la cultura occidental aproximadamente hasta la época del Romanticismo, o incluso más tarde. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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4) Culturas conservadoras y tradicionalistas
Las sociedades orales deben dedicar gran energía a repetir una y otra vez lo que se ha aprendido arduamente a través de los siglos, porque de lo contrario se olvida y desaparece. Esta necesidad establece una configuración altamente tradicionalista o conservadora de la mente, que, con buena razón, reprime la experiencia intelectual. El conocimiento es precioso y difícil de obtener, y la sociedad respeta mucho a aquellos ancianos y ancianas sabios que se especializan en conservarlo, que conocen y pueden contar las historias de los días de antaño. Las culturas que almacenan el saber fuera de la mente (por medio de la escritura o la impresión) degradan las figuras de sabiduría de los ancianos, repetidores del pasado, en provecho de los descubridores más jóvenes de algo nuevo. Al asumir funciones tradicionalistas de conservación del saber, el texto libera la mente de las tareas conservadoras, es decir, de su trabajo de memoria, y así le permite ocuparse de la especulación nueva. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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5) Cultura cerca del mundo humano vital
Las culturas orales almacenan los datos informativos en un contexto de acción e interrelación, no en “listas” abstractas de nombres. En la última mitad del segundo canto, la Ilíada presenta el famoso catálogo de las naves –más de 400 versos―, que compila los nombres de los caudillos griegos y las regiones que gobernaban. Pero esto sucede en un contexto total de acción humana: los nombres de personas y lugares participan en los hechos. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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6) De matices agonísticos.
Las culturas orales sitúan el saber dentro de un contexto de lucha. Ejemplo: los proverbios y acertijos no se emplean simplemente para almacenar los conocimientos, sino para comprometer a otros en el combate verbal e intelectual: un proverbio o acertijo desafía a los oyentes a superarlo con otro más oportuno o contradictorio. Los relatos primitivos están llenos de episodios muy violentos. Cf. Ilíada, cantos VIII y X. Entre las costumbres de las culturas de tradición oral era el combate de insultos agonísticos. También la competencia en los elogios desmedidos. La alabanza ampulosa en la antigua tradición retórica de regustos orales da una impresión de falsa, pomposa y cómicamente presuntuosa a las personas de culturas con gran tradición escrita. Las “controversias” de decimistas cubanos (improvisadores de poemas en forma de décima): El “Haka” de los jugadores de rugby neozelandeses como desafío ritual. El rap y las “peleas de gallos”: CONQUISTANDO A MICAELA: Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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7) Empáticas y participativas antes que objetivamente apartadas.
Para una cultura oral, aprender o saber significa lograr una identificación comunitaria, empática y estrecha con lo sabido. La escritura separa al que sabe de lo sabido y así establece las condiciones para la “objetividad” en el sentido de una disociación o alejamiento personales. Bajo la influencia de la escritura (a pesar de su paradójica protesta contra ella), Platón excluyó a los poetas de su República, pues estudiarlos significaba en esencia aprender a reaccionar con el “alma” comunitaria, sentirse identificado con Aquiles u Odiseo. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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8) Homeostáticas Homeostasis De homeo- y el gr. στάσις stásis 'posición, estabilidad'. 1. f. Biol. Conjunto de fenómenos de autorregulación, que conducen al mantenimiento de la constancia en la composición y propiedades del medio interno de un organismo. 2. f. Autorregulación de la constancia de las propiedades de un sistema influido por agentes exteriores. Las sociedades orales viven intensamente en un presente que guarda el equilibrio u homeóstasis desprendiéndose de los recuerdos que ya no tienen pertinencia actual. Cf. palabras: no hay diccionarios. El significado de cada palabra es controlado por la ratificación semántica directa, es decir, por las situaciones reales en las cuales se utiliza la palabra aquí y ahora. Cf. Los relatos tradicionales de genealogías pueden variar en función del presente. [Walter Ong, Oralidad y escritura, disponible en Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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9) Situacionales antes que abstractas.
Leer experimentos de A. R. Luria durante (publicados en 1974 en ruso, 1976 en inglés), Cognitive Development: Its Cultural and Social Foundations (1976). Apud Walter J. Ong, pp Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La lectura De la lectura oral se habría pasado a la lectura silenciosa, mental. Esto se habría dado a lo largo del siglo V a.C., según documentan las ilustraciones de las vasijas. El modelo del teatro (escritura vocal) > espacio escritural como escenario mental, interior. > Libro del alma. Obra el Espectáculo del alfabeto (Grammatikè theoría) del poeta ateniense Callias, segunda mitad del s. V a.C. Espacio escénico como proyección del espacio escritural. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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En una cultura que gira en torno a la libertad y autonomía del ciudadano, esta interpretación hace de la lectura algo problemático: el lector era un instrumento al servicio del texto. Los griegos pudieron llegar a concebir la comunicación escrita como una relación pederástica. Cf. inscripción dórica hallada en Sicilia (fechado en las primeras décadas del s. V a.C.): “El que escribe estas palabras dará por el ano a quien haga su lectura”. Leer: desempeñar el papel de pareja pasiva. Esto explica por qué solía dejarse la tarea de leer a un esclavo, cuya función era precisamente servir y someterse. Entre ciudadanos libres, la enseñanza de las letras, en varias polis (empezando por Esparta), debía limitarse a lo “estrictamente necesario”. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Verbos griegos que indican lectura
Oralidad: eírein, “decir” rhétra Oralidad/escritura: Némein: distribuir > leer > leer en voz alta, recitar Escritura legein, legere, “leer” lex Sófocles ( ): En vísperas de la partida hacia Troya, los jefes griegos pasaban revista a sus tropas: “tú que estás sentado en el trono y que tienes en la mano las tablillas de escritura, ¡lee (néme) la lista para que sepamos si hay ausentes entre quienes prestaron juramento!” Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La retórica: el arte de hablar bien
La retórica es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad, periodismo, ciencias de la educación, ciencias sociales, derecho, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje, puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética, añadida a su finalidad comunicativa. Históricamente, la retórica tiene su origen en la Grecia clásica, donde se entendía, en palabras de los tratadistas clásicos, como el ars bene dicendi, esto es, la técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario (etimológicamente, la palabra es un helenismo que proviene del griego ρητορική [τέχνη], «rhetorikè (téchne)»). La retórica se configura como un sistema de procesos y recursos que actúan en distintos niveles en la construcción de un discurso. Tales elementos están estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos ámbitos discursivos. En principio, la retórica se ocupó de la lengua hablada, pero su saber trascendió al discurso escrito e influyó poderosamente en la literatura cuando la palabra escrita ganó prestigio en el régimen imperial en Roma, si bien el discurso escrito suele considerarse como una transcripción limitada o imitación estrecha del discurso oral. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Además también se sabe que había un comercio de libros, porque en uno de sus diálogos, Platón, mientras defiende a Sócrates de las acusaciones que se le imputan, dice que él no era quien corrompía a los jóvenes porque lo que les explicaba (que el sol y los planetas eran piedras y no divinidades) estaba en un libro que cualquier joven podía conseguir a un dracma (moneda griega) en la orquestra del teatro. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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LAS BIBLIOTECAS EN EL MUNDO GRIEGO
En Grecia se produjo una enorme difusión del libro y de la lectura debido principalmente a la aparición de la escritura alfabética como acabamos de ver, y a la extensión de la enseñanza, a través de las escuelas, los pedagogos, los sofistas y los centros de estudio e investigación (Academia de Platón, Liceo de Aristóteles). En estos centros se discutía y se trataba sobre filosofía, ciencia, religión, etc., y, además, en ellos se acumulaban colecciones de libros de las que, desgraciadamente, no se conserva nada. En esta época, las bibliotecas dejan de ser patrimonio de los templos y ya encontramos bibliotecas en casas particulares, como es el caso de la biblioteca de Ulano, cerca de Pompeya, situada en la casa de un noble, que se ha conservado después de enterrarse en ceniza. Esta biblioteca, donde se han encontrado los textos que se conservan de Epicuro, estaba dividida en dos grandes zonas, una para libros griegos y otra para libros romanos. Aunque, sin duda, en Grecia debemos destacar dos bibliotecas, la de Alejandría y la de Pérgamo. BIBLIOTECAS EN EL MUNDO GRIEGO Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Biblioteca de Alejandría
Alejandría se sitúa geográficamente en Egipto pero pertenece a la cultura helenística. Se fundó en la primera mitad del siglo III a.C., durante los reinados de Tolomeo I Sóter y Tolomeo II Filadelfo, reyes de Egipto entre a.C. Tolomeo II fundó una institución al estilo griego a la que llamó Museion (Templo de las Musas), que estaba dedicado a la enseñanza y a la investigación. Allí los hombres sabios se reunían, leían, etc. La lectura se hacía en público, en voz alta, por eso era tan importante el espacio abierto, las escalinatas. No se conoce con exactitud el número de manuscritos que pudo recoger, pero pudo llegar a tener unos Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Reconstrucción del interior y exterior aproximado de la Biblioteca de Alejandría
Ptolomeo II Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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En origen la Biblioteca de Alejandría estaba cerca del Museion, dentro de los recintos del palacio real, pero cuando la cantidad de libros adquiridos sobrepasó su capacidad se decidió abrir una dependencia adicional en el Serapeion (templo dedicado a Serapis). Los manuscritos se conservaban en salas o habitaciones en nichos de madera o de mimbre, los mejores manuscritos se untaban con aceite de lino. Los manuscritos eran reconocibles por el “sillybos” (al que los romanos llamaron “index”), una especie de etiqueta en la que se escribía el título (que eran las primeras palabras de la obra). El receptáculo de madera donde se conservaban los rollos era llamado por los griegos “bibliotheke”, palabra que pronto adquirió el significado de colección de libros. La parte del Serapeo llegó a funcionar como una especie de biblioteca pública, mientras que la principal era para los eruditos. La biblioteca formaba parte de un museo que incluía un jardín, un comedor común, una sala de lectura, teatros para la lectura y salas de reuniones, todo lo cual dio pie a un modelo para el moderno campus universitario. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Cf. Alberto Manguel, Una historia de la lectura, Barcelona, Círculo de Lectores, 2001, pp Capítulo “Ordenadores del universo” Hubo varios intentos de reunir todo el saber del mundo conocido. Se enviaron mensajeros a comprar piezas en las ferias de libros de Rodas y Atenas. Eruditos internacionales acudían en visitas financiadas. Según Galeno, todos los barcos que visitaban Alejandría estaban obligados a entregar sus libros para que se copiaran de inmediato –los propietarios recibían una copia, pero los faraones se quedaban con los originales en su museo-. La colección de la biblioteca alejandrina incluía los mejores textos de los autores griegos y de obras no griegas, incluido el Antiguo Testamento hebreo (la Biblia fue traducida al griego helenístico). De este modo, el museo reafirmaba el poder de los reyes tolemaicos por encima tanto del mundo griego como del no helénico. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Calímaco (310 a.C a.C.) Ptolomeo II encargó a Zenódoto de Éfeso, ayudado por el poeta Calímaco, la tarea de catalogación de todos los volúmenes y libros. Zenódoto fue el primer bibliotecario de Alejandría, y en estos años las obras catalogadas llegaron al medio millón. El resultado de su labor fue el Pinakes, primer catálogo temático de la historia. Unas se presentaban en rollos de papiro o pergamino, que es lo que se llamaba «volúmenes», y otras en hojas cortadas, que formaban lo que se denominaba «tomos». Cada una de estas obras podía dividirse en «partes» o «libros». Se hacían copias a mano de las obras originales, es decir «ediciones», que eran muy estimadas (incluso más que las originales) por las correcciones llevadas a cabo. Las personas encargadas de la organización de la Biblioteca y que ayudaban a Calímaco rebuscaban por todas las culturas y en todas las lenguas conocidas y enviaban negociadores que pudieran hacerse con bibliotecas enteras, unas veces para comprarlas tal cual, otras como préstamo para hacer copias. La Biblioteca de Alejandría llegó a ser la depositaria de las copias de todos los libros del mundo antiguo. Allí fue donde realmente se llevó a cabo por primera vez el arte de la edición crítica. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Existen varias leyendas sobre cómo se destruyó la Biblioteca de Alejandría, pero no hay hechos históricos que lo atestigüen. Según una falsa leyenda, se quemó en el 48 a.C., cuando Julio César prendió fuego a la flota egipcia y las llamas se propagaron por accidente a las instalaciones portuarias. Aunque el fuego de César pudo haber quemado un depósito de libros, la biblioteca no estaba situada cerca del puerto. Probablemente fue destruida cuando Alejandría fue ocupada por el emperador romano Aurelio en el 273 d.C. (s. III d.C.). Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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La comunidad internacional, por medio de la UNESCO, ha financiado el Proyecto de Reconstrucción de la Antigua Biblioteca de Alejandría. Este proyecto nació en 1974 y ha cristalizado con la inauguración de la Biblioteca Alexandrina en Cuenta con la sala de lectura más grande del mundo. Además, alberga importantes tesoros, muchos ya digitalizados, en una clara vocación de facilitar el acceso a sus colecciones. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Biblioteca de Pérgamo La Biblioteca de Pérgamo fue fundada, en esta ciudad de la costa de Asia Menor, por Átalo I, aunque no se desarrolló totalmente hasta el reinado de su hijo en el siglo II a. C. Esta biblioteca estaba organizada alrededor de un templo en honor a Atenea. Según Plutarco, acogía unos volúmenes, y llegó a rivalizar con la Biblioteca de Alejandría. La tradición atribuye a esta biblioteca el empleo del pergamino como material de escritura. Átalo I Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Los bibliotecarios A finales del siglo XIX se encontraron en el yacimiento de Oxirrinco, en El-Bahnasa (pequeño pueblo a 190 km al sur de El Cairo, en Egipto) miles de papiros que fueron estudiados a fondo por los eruditos. En algunos de ellos se hablaba de la famosa Biblioteca de Alejandría y se daba una lista de nombres de varios directores o bibliotecarios a partir del año de su fundación. Los nombres griegos de los directores de la biblioteca fueron variando con la época: primero fueron llamados próstates, luego se los denominó bibliofýlax, epistátes, y, por último, tetagménos. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Zenódoto de Éfeso (282 a. C. -260 a. C. (
Zenódoto de Éfeso (282 a. C.-260 a. C. (?) Estableció el sistema utilizado para guardar las existencias de la Biblioteca. Presumiblemente armó un sistema de categorías temáticas, luego asignó a los libros de cada categoría una habitación o parte de una habitación para colocar los rollos en una estantería por autor según orden alfabético. Apolonio de Rodas (?)240 a. C. (?)230 a. C. (?)Puso el nombre de «metafísica» a los libros de Aristóteles al situarlos en la Biblioteca «más allá» o «detrás» de los libros de la Física. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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Calímaco de Cirene (. )260 a. C. (. )240 a. C. (
Calímaco de Cirene (?)260 a. C. (?)240 a. C. (?)Creó las tablas Pinakes, cuyo título completo fue las «Tablas de Personas Eminentes en cada una de las ramas del aprendizaje, junto con una Lista de sus escritos”. Eratóstenes de Cirene 230 a. C. (?)195 a. C. Agregó un registro significativo del trabajo matemático de la Biblioteca del Museo. Organizó los datos de los registros precisos del Mediterráneo guardados por el navegante Piteas, y pudo construir el primer mapa del mundo conocido basado en hechos científicamente comprobados. Además, hizo aumentar el número de volúmenes de la Biblioteca en una cantidad considerable. Aristófanes de Bizancio 195 a. C.180 a. C. Fueron importantes sus aportes en la edición crítica de textos, la filología, la gramática y la lexicografía. Apolonio Eidógrafo (?)180 a. C.160 a. C. (?)Fue uno de los mayores conocedores de la obra de Homero. Escribió poco más de ochocientos tratados con comentarios críticos. Aristarco de Samotracia 160 a. C. (?)131 a. C. Elaboró el principio básico del método histórico-gramatical, según el cual, la mejor guía en el uso y en la corrección de los textos transmitidos de un autor, es el corpus de sus propios escritos; de manera que, siempre que sea posible, las dificultades de comprensión encontradas en la lectura, deberán ser explicadas refiriéndose a otros pasajes del mismo autor. Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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3. Bibliografía citada Barbier, Frédéric, Historia del libro, Madrid, Alianza, Brandenstein, Wilhelm, Lingüística griega, Madrid, Gredos, Burzachechi, Mario, “Oggetti parlanti nelle epigrafie greche”, Epigraphica nº 24, 1962, pp Escolar, Hipólito, Historia universal del libro, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, González González, Marta, “Epitafios de náufragos recogidos en la Antología Palatina”, Memorias de historia antigua, Nº 13-14, , pp En Manguel, Alberto, Una historia de la lectura, Barcelona, Círculo de Lectores, 2001, pp Ong, Walter J., Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra (1982), México, FCE, Platón, Fedro, Diálogos. Obra completa en 9 volúmenes. Volumen III: Fedón. Banquete. Fedro, Madrid, Editorial Gredos, Trad. Y ed. Carlos García Gual, M. Martínez Hernández y Emilio Lledó. On-line, Svenbro, Jesper, “La Grecia arcaica y clásica”, en Historia de la lectura en el mundo occidental, Dir. G. Cavallo y Roger Chartier, Madrid, Taurus, 2001, pp Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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FIN versión octubre 2017 Profª Dra. Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier / Historia del Libro y la Lectura / Curso
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