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FILOSOFÍA DE NIETZSCHE
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El nihilismo y sus raíces
ACTITUD ENFERMIZA DEL DÉBIL: El nihilismo y sus raíces
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DIAGNÓSTICO NEGATIVO DE LA CULTURA OCCIDENTAL DE SU TIEMPO
Nietzsche realizó un amplio exámen de la cultura occidental de su tiempo, y como resultado del mismo emitió un diagnóstico, que se resume en 6 puntos: La cultura occidental actual padece la enfermedad del nihilismo. La esencia del nihilismo es que “Dios ha muerto”. En realidad, toda la historia de occidente es la historia del nihilismo. El nihilismo actual es un nihilismo incompleto. El nihilismo actual se oculta en diversas máscaras. El “hombre moderno” vive aún bajo la sombra alargada de Dios (muerto).
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EL NIHILISMO: ENFERMEDAD DE LA CULTURA OCCIDENTAL ACTUAL
Según Nietzsche, la cultura occidental actual está en crisis, y esa crisis consiste en padecer el nihilismo. Nietzsche resumió la esencia del nihilismo con la frase: «Dios ha muerto» ¿QUÉ ES 'DIOS'? No se refiere solo al “Dios cristiano”, sino al “mundo suprasensible en general”, es decir, el mundo inteligible de las Ideas (fijas), considerado desde Platón como el “mundo verdadero” o “auténticamente real”, en contraste con el mundo sensible de las cosas (cambiantes), que es aparente e irreal. Es el mundo trascendente de los ideales y de los valores supremos, que da sentido a todas las cosas materiales en general y a la vida de los hombres en particular. ¿QUÉ SIGNIFICA QUE "DIOS HA MUERTO"? Con esta frase no está meramente dando constancia del ateísmo, sino que quiere decir que ha perdido valor o fuerza real el mundo suprasensible, de manera que, a partir de ahora, el mundo sensible, y la existencia en él, ya no pueden ser vistos en relación al mundo suprasensible que les daba sentido y, en consecuencia, lo han perdido: no tienen sentido.
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En resumen: El nihilismo consiste en la desvalorización, o pérdida de valor de los valores supremos, originados en la tradición platónico-cristiana, que han imperado en Occidente durante dos mil años: el primer principio (Dios), el fin último, el ser, el bien, la verdad, y en general, lo trascendente. → Que los valores se “desvalorizan” quiere decir que “pierden valor”, en el sentido de que “se pierde la fe” en ellos y “se toma conciencia de su falsedad”. Nietzsche firmaría lo que dice Brad Pitt en esta escena del Club de la Lucha: «Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos»
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Nihilismo en Marilyn Manson
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HISTORIA DE OCCIDENTE COMO HISTORIA DEL NIHILISMO
La cultura occidental tiene en sí, desde el principio, el germen de la enfermedad del nihilismo (en tanto que tiene su origen en la tradición platónico-cristiana), y por ello, la historia de la cultura occidental es la historia del nihilismo. En esta historia se distinguen tres fases. Una fase inicial, ya pasada, donde tuvo lugar la destrucción de los valores supremos tradicionales. Una fase final (y culminante), que tendrá lugar en el futuro, cuando se produzca lo que llama la (segunda) “transvaloración de los valores” supremos tradicionales. Y entre ambas se encuentra la fase intermedia, que vivimos en el momento presente, y se caracteriza por lo que Nietzsche llama “nihilismo incompleto”. ¿En qué consiste éste?
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MÁSCARAS DEL NIHILISMO ACTUAL, INCOMPLETO
Como consecuencia del nihilismo, la vida deja de tener sentido y el “hombre moderno”, que experimenta este sinsentido con angustia, intenta huir de él, sustituyendo los valores supremos tradicionales (Dios, Ser, Bien, Verdad) por otros nuevos (Ciencia, Arte, Política), que pone en el lugar de los anteriores. Esto es lo que Nietzsche llama “nihilismo incompleto”: sustituir los valores antiguos por otros nuevos, conservando su carácter trascendental o suprasensible. El “hombre moderno” rechaza explícitamente los antiguos valores (platónico-cristianos), con Dios a la cabeza, pero los sigue defendiendo implícitamente, encontrándose así latentes en los diferentes ámbitos de la cultura: (a) en el arte moderno y especialmente en la música, como El Parsifal de Wagner, que propone el misterio de la pascua -pasión, muerte, resurrección y ascensión de Jesús-; (b) en el socialismo y su defensa del igualitarismo, que reproduce la idea de que todos somos hijos de Dios; etc. Así, los valores supremos (de la tradición platónico- cristiana) siguen vigentes, aunque disfrazados o enmascarados en los distintos ámbitos de la cultura contemporánea: el arte, el movimiento político-social, como el socialismo, la democracia y el Estado, el hedonismo o la Doctrina de la felicidad universal, la ciencia, etc., etc.
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IMAGENES DEL NIHILISMO EN AMERICAN BEAUTY
Lester (el marido): sin valores, sin brújula,…, siente que nada vale nada. Caroline (la esposa): intenta escapar de la absurda realidad, inventandose otra, aferrándose a otros valores...
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VIVIMOS AÚN BAJO LA SOMBRA ALARGADA DE DIOS (MUERTO)
El “hombre moderno” ha dejado de creer en Dios, y por eso, para él, el «Dios (cristiano) ha muerto». Sin embargo, no ha sacado aún las consecuencias de la muerte de Dios, a saber: que cualquier valor trascendente, y no solo Dios, es creado, y no dado. Así pues, según Nietzsche, el “hombre moderno” ha dejado de creer en Dios, pero sigue creyendo en otros valores trascendentes, y en este sentido se dice que continúa viviendo bajo la sombra de Dios. ¿Crees que puedes seguir viviendo con esos valores sin creer en Dios? El “hombre moderno” no se ha dado cuenta del imposible y cree que sí. Por eso, Nietzsche dice de sí mismo que no es el asesino de Dios, sino su sepulturero.
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«Si Dios no existe, todo está permitido»
NOTA: Nietzsche resumió nuestro tiempo en la máxima: «nada es verdadero: todo está permitido» Dostoievski dijo algo muy parecido: «Si Dios no existe, todo está permitido» Sintetizando con ello la tesis de que: Dios es la base o el fundamento de los preceptos morales, el que les da legitimidad. Pero, si Dios es el fundamento último de todos los valores (Bien, Justicia, Belleza, Libertad, etc.) y Dios "muere" o desaparece, entonces se queda sin fundamento la tabla de valores e ideales vinculada a Él.
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Para comprender mejor su presente, mira ahora hacia el pasado
RAICES DE LA DECADENCIA CULTURAL DE OCCIDENTE Tras su diagnóstico negativo de la cultura occidental contemporánea como una cultura decadente, Nietzsche se propone conocer las causas de tal decadencia. Para comprender mejor su presente, mira ahora hacia el pasado buscándo las raices de donde procede el actual estado de cosas. Para esto, Nietzsche hace uso de lo que llama "genealogía" o “método genealógico”, un nuevo método, ingeniado por él mismo.
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EL MÉTODO GENEALÓGICO COMO INSTRUMENTO CRÍTICO DE ANÁLISIS
¿EN QUÉ CONSISTE? Consiste en explicar un concepto o valor mediante el análisis de su linaje, o sea, rastreando sus orígenes y las variaciones que ha experimentado a lo largo de su historia, y esto consiste, principalmente, en desvelar los mecanismos psicológicos que dieron origen a dicho concepto o valor (su génesis psicológica). La idea es criticar la cultura occidental actual, señalando su origen (psicológico) perverso, y más exactamente, investigando los mecanismos psicológicos que estuvieron detrás del origen y la evolución de los valores que sustentan la actual cultura decadente. ¿A QUÉ SE APLICA? Los conceptos / valores que sustentan, y son responsables de la decadencia de la actual cultura occidental, pertenecen al orden de la moral, la religión y la filosofía. Por ellos, Nietzsche aplica su método genealógico a estos tres campos, realizando así una genealogía de la moral, una genealogía de la religión y una genealogía de la filosofía.
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GENEALOGÍA DE LA MORAL:
VALORES MORALES, CAUSA DE LA DECADENCIA Según Nietzsche, la moral vigente en occidente durante milenios ha hecho enfermar al hombre europeo y está debajo de la crisis cultural de occidente, sustentándola. Para demostrarlo, realiza una genealogía de la moral. ¿EN QUÉ CONSISTE? Consiste en investigar los mecanismos psicológicos que dieron origen a los conceptos y valores morales actuales, tales como bondad y maldad, culpabilidad (o mala conciencia), piedad o compasión, abnegación o sacrificio, etc., así como libre albedrío y responsabilidad, para desenmascarar las oscuras motivaciones que se ocultan detrás de los mismos. Nietzsche trata especialmente este tema en su obra Genealogía de la moral, donde defiende tres tesis centrales: T1 (histórica) = los conceptos y valores morales actuales los hemos heredado de la tradición platónico-cristiana, a partir de Sócrates; además, T2 (psicológica) = se originaron de sentimientos perversos (de resentimiento) contra los demás y/o contra uno mismo; y T3 (valorativa) = en comparación con los conceptos morales de sus predecesores helénicos, son obsoletos, ya no sirven, e inferiores, por estar basados en creencias perjudiciales que paralizan el alma, empequeñecen la vida.
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La idea que hay detrás: «Dices que me quieres, pero, si lo pienso bien, solo empezaste a salir conmigo porque tenía coche y podía llevarte de un lado a otro»
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LA «TRANSVALORACIÓN DE LOS VALORES»: ORIGEN DE NUESTROS CONCEPTOS Y VALORES MORALES ACTUALES
La “transvaloración de los valores” es un acontecimiento del pasado, en el que se invirtieron los valores (morales) anteriores, imponiéndose como “bueno”, lo que era malo, y como “malo”, lo que era bueno. En dicho acontecimiento, la «moral de los fuertes (señores)», propia de los tiempos heróicos, fue sustituida, poco a poco, por la «moral de los débiles (esclavos)», pasandose así de una moral que afirmaba la vida a otra que la rechazaba. Este proceso incluye dos aspectos: por un lado, los instintos naturales (como la envidia, el egoísmo o la crueldad), que los griegos arcaicos consideraban positivos, pasan a ser rechazados como algo negativo, y en consecuencia, la moral se racionaliza, en el sentido de que se convierte en algo separado de, e incluso confrontado con los instintos naturales; y por otro lado, otros instintos no-naturales (como la compasión o el sentimiento de culpa) pasan a ser afirmados como algo positivo. Esta inversión de los valores, aunque comienza ya con Sócrates y Platón, y el pueblo judío, la instauran los cristianos, en la «revolución de los esclavos».
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Respecto al pasado y el presente: no siempre se ha entendido lo moral tal y como hoy lo entendemos. Por el contrario, nuestra actual (concepción de lo) moral tiene un origen, un comienzo. ¿Cuál? La «revolución de los esclavos», llevada a cabo por judíos y cristianos, y concretamente: su «transvaloración de los valores», en la que invierten los valores morales del pasado, imponiendo como “bueno”, lo que era malo, y como “malo”, lo que era bueno. Respecto al futuro: se debe realizar una nueva transvaloración de los valores, de modo que vuelva a ser bueno lo que era bueno, pero fue convertido en malo.
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La "mala conciencia" o el "sentimiento de culpa"
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La culpa sirve de instrumento de dominación con el que los débiles (cristianos y judíos) someten a los fuertes. Este carácter de dominación puede verse en la siguiente escena de La cinta blanca, de Hanecke: Para más relaciones entre el pensamiento de Nietzsche y La cinta blanca, puede consultarse el blog Cinerosos, y concretamente la entrada:
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Otro ejemplo:
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Nietzsche, defensor de Calicles y Trasímaco: moral como un instrumento de dominación
Nietzsche entiende la moral como un instrumento de poder y dominación, que establece el más fuerte. Como diría Trasímaco (personaje de la República, de Platón): «lo justo, y en general lo moral, es lo que interesa al más fuerte», es decir, aquello que el fuerte impone como tal, porque es lo que le interesa –o cree que le interesa-.
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GENEALOGÍA DE LA RELIGIÓN:
VALORES RELIGIOSOS, CAUSA DE LA DECADENCIA Nietzsche es consciente de que debajo de la moral tradicional, sosteniéndola, se encuentra la religión (cristiana). Por eso, su próximo paso es realizar una genealogía de la religión cristiana, que consiste en...: Investigar los mecanismos psicológicos que dieron origen a los conceptos y valores religiosos actuales, tales como Dios, reino de los cielos, vida eterna, fe, pecado, etc., para desenmascarar las oscuras motivaciones que se ocultan detrás de los mismos. Este tema (del origen de nuestras creencias religiosas cristianas) lo aborda Nietzsche en diversas obras, como Gaya ciencia, por ejemplo, pero sobre todo en Anticristo.
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Principales tesis de Nietzsche:
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EL CRISTIANISMO, «LA GRAN MALDICIÓN, ÚNICA VERGÜENZA DE LA HUMANIDAD»
El cristianismo es "la gran maldición" porque ha puesto las bases de la decandencia de la cultura occidental. ¿Por qué? Principlamente, porque...:
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Historia del cristianismo
La historia del cristianismo corre entrelazada a la de la moral: la “transvaloración de los valores” efectuada por los judíos fue adoptada por la comunidad cristiana primitiva, con Pablo a la cabeza (que no Cristo), y la llamada “rebelión de los esclavos” logró instaurar una nueva cosmovisión que depreciaba el mundo sensible-natural en favor de un supuesto mundo invisible-sobrenatural del más allá, quedando en adelante todo infectado de tal cosmovisión, incluido la Revolución Francesa y sus valores de libertad, igualdad y fraternidad (detrás de los cuales se encuentran los ideales cristianos).
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GENEALOGÍA DE LA FILOSOFÍA: FILÓSOFOS POST-SOCRÁTICOS,
CAUSA DE LA DECADENCIA Nietzsche advierte que la filosofía sirve de apoyo a la moral y la religión cristiana, que constituyen la base de la cultura occidental. Por eso, cree necesario realizar también una genealogía de la filosofía, que consiste en...: Investigar los mecanismos psicológicos que dieron origen a los conceptos y valores filosóficos actuales, tales como realidad (inmóvil) y apariencia (móvil), razón y sentidos, cuerpo, verdad y mentira, etc., para desenmascarar las oscuras motivaciones que se ocultan detrás de los mismos. Este tema (del origen de nuestras creencias filosóficas, metafísicas y epistemológicas) lo aborda Nietzsche en diversas obras, destacando Crepúsculo de los ídolos.
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Principales tesis de Nietzsche:
En Mas allá del bien y del mal establece que (1) la mayor parte del pensamiento consciente de un filósofo está regido en secreto por instintos, y que (2) estos instintos han sido, por lo general, a lo largo de la historia, contrarios a la vida; o sea, que detrás de la enseñanza de los distintos filósofos, desde Sócrates hasta Schopenhauer, late un profundo odio hacia este mundo y la vida en él, que nace de la debilidad o impotencia. Así pues, los filósofos son personas que odian este mundo, y como dice en Crepúsculos de los ídolos, (3) para hacer frente a la insoportable existencia en él, los filósofos inventaron otro ficticio, el mundo de las esencias fijas, de la verdad, de Dios, etc. De esta manera, fue su odio a este mundo, producto de su debilidad, lo que les llevó a crear el “mundo inteligible” y, en consecuencia, a rechazar los sentidos, tanto en términos epistemológicos como morales.
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Historia de la filosofía
La historia de la filosofía es la historia de la rabia secreta contra la vida, detrás de la cual se encuentra la debilidad de los enfermos que sueñan con un mundo sin lucha ni esfuerzo. Esta historia tiene varias etapas, pero el cambio fundamental lo representa Sócrates, con quien comienza la decadencia del pensamiento filosófico. [1] En opinión de Nietzsche, únicamente fueron verdaderos filósofos los presocráticos, y especialmente Heráclito. [2] La llegada de Sócrates supuso la instauración de un “espíritu científico”, que fue poco a poco destruyendo el espíritu trágico de los griegos, sumiendo a la filosofía en la decandencia. Para Nietzsche, Sócrates es alguien cansado de vivir que ve/contempla la existencia como una enfermedad y la muerte como un alivio, y en consecuencia, alimenta sentimientos hostiles contra la vida, lo que se manifiesta, por ejemplo, en su desarrollo de la razón en detrimento de los instintos. [3] Tras Sócrates vendrá Platón, quien por influencia de aquel y su menosprecio por la vida, será responsable de “el error (ontológico y epistemológico) más largo y peligroso”: la metafísica de lo inmutable, que nos hace olvidar que todo lo real es devenir, ya sea la historia, el pensamiento, los conceptos, etc. [4] Más tarde, con ayuda de la filosofía de Platón, creará el cristianismo su propia cosmovisión, que compartirá y apoyará en lo esencial la filosofía posterior: del Medievo y la Modernidad, desde Leibniz hasta Schopenhauer, pasando por Kant, Fichte, Schleiermacher y Hegel.
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