Grupo de Liturgia Parroquia Santa María del Silencio Personas sordas y sordociegas. Madrid
Señor, ven a salvarnos
Pastor de Israel, escucha, tú que estás en el Cielo. Míranos y ven a salvarnos
Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que Tú hiciste fuerte, no nos alejaremos de ti; danos vida.
En aquellos días, María se fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a su prima Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, el niño que tenía en su vientre saltó. Isabel llena del Espíritu Santo, dijo gritando: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!. Eres la madre de mi Señor, no soy digna de que vengas a verme. En cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre Feliz tú, María, que has creído; porque las cosas que el Señor te ha dicho se cumplirán.