SOR JUANA Y SU TIEMPO

Hacia 1533 el Imperio español tenía ya la estructura que iba a permanecer hasta fines del siglo XVIII

Estaba dividido en dos virreinatos: -Virreinato de la Nueva España, -Virreinato del Perú

El virreinato de la Nueva España se extendía desde California hasta Panamá, incluyendo las islas del Caribe. Su capital era la ciudad de México.

El virreinato del Perú se extendía por toda sudamérica. Su capital era Lima, actual capital de Perú.

Mantenía un poder centralizado regido por el Consejo de Indias, establecido en 1524, que rendía cuentas al Rey de España.

Los altos cargos eran de España, mientras los criollos sólo podían acceder a cargos inferiores, como en los cabildos o consejos municipales.

Algunos representantes de la Iglesia, especialmente el clero regular, distaban mucho de identificarse con los intereses peninsulares.

La censura y la Inquisición aparecieron muy pronto en el Nuevo Mundo para controlar la importación y lectura de libros prohibidos, así como la práctica de creencias precristianas.

Los intelectuales hispanoamericanos eran clérigos y misioneros o los hijos de propietarios rurales y empleados públicos. Todos ellos educados por la Iglesia.

Vivían en una sociedad colonizada, donde el talento no podía expresarse libremente.

Aparecieron obras que expresaban simpatía por los indios y su cultura, divirgiendo de la opinión institucionalizada.

En este contexto de cuestionamiento y disputas intelectuales nació y vivió Sor Juana Inés de la Cruz.

A una edad muy temprana y tras un breve servicio en la corte virreinal decidió tomar el velo.

Entréme religiosa, porque aunque conocía que tenía el estado cosas (de las accesorias hablo, no de las formales) muchas repugnantes a mi genio, con todo, para la total negación que tenía al matrimonio, era lo más desproporcionado y lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad que deseaba de mi salvación; a cuyo primer respeto (como al fin más importante) cedieron y sujetaron la cerviz todas las impertinencillas de mi genio, que eran de querer vivir sola, de no querer tener ocupación obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros.

La entrada en el convento no significó para ella la tranquilidad. Su espíritu inquieto y rebelde la empujaron a expresar su opinión sobre conflictos morales que le granjearon una serie de enemigos.

A lo que se añade el hecho de que su condición de mujer, hacia difícil su aceptación como pensadora y escritora, en un mundo dominado por los hombres.

Cultivo diferentes géneros literarios: -Poesía: romances, redondillas, liras, silvas, villancicos y obras de carácter filosófico como Primero Sueño -Teatro: sainetes, loas, autos, comedias profanas. - Prosa: cartas, polémicas religiosas.

Era una poeta más intelectual que lírica. La mayor parte de sus poemas son de carácter discursivo, presentando su preocupación por las limitaciones del conocimiento intelectual.

Sus poemas fueron el lugar propicio para expresar las contradicciones que descubría en la vida.

Fue una escritora que vivió en pleno Barroco, reflejando en su obra la estética de este movimiento.

Todo ello se traduce en su obra en el gusto por la variedad de temas y formas, la búsqueda de la belleza en la composición, mezclar lo profano con lo religioso, crear escritos densos y profundos, y mantener un tono serio, sin desdeñar el humor.

FIN