FUNDACION DE CORRIENTES Fue fundada con el nombre de Ciudad de Vera de las Siete Corrientes, debido a las siete "puntas" o salientes de tierra sobre el río Paraná que poseía su asiento al ser fundada, tales salientes generaban respectivas corrientes dentro del río mencionado. En idioma guaraní se conoce a la ciudad de Corrientes, y por extensión a la provincia, con el nombre Taragüí . El historiador Manuel Florencio Mantilla fue el primero en realizar una interpretación de este vocablo, al decir que provenía de la unión de dos voces: tava (pueblo o ciudad) y agüi (cercano o vecino).
De esta manera los guaraníes que vivían próximos al asentamiento español llamaban al incipiente poblado ajeno a los suyos. Conforme la documentación de la época jesuítica obrante en el Archivo Histórico de la Provincia de Corrientes, los guaraníes discriminaba como Taragüí a toda población cercana a la suya que no fuese guaraní y le sumaban un calificativo distintivo en referencia a plantas, árboles o animales. De esta manera, el asentamiento español que luego sería la ciudad de Corrientes fue denominado por los guaraníes como Teyú Taragüí, siendo este último agregado equivalente a "lagartija".
Otros asentamientos fueron llamados oportunamente Iví (agua) Taragüi, Itá (piedra)Taragüí. Las poblaciones pequeñas se llamaban por su parte Taragüí Miní (pequeños) y aquellas que parecían muy grandes Taragüí Guazú (grande) de las cuales se cuidaban, pues eran coincidentes en realidad con los campamentos militares de los colonizadores y no con las poblaciones. La grafía de Taragüí procede de los documentos de los primeros españoles, que intentaron dar un registro escrito a cuanto escuchaban de boca de los guaraníes. No todos estos documentos son coincidentes y pueden encontrarse versiones distintas: Tavagüí, Taragüy, Taraguy o Taaguy, siendo todas ellas referentes a lo mismo. Por convención, uso y costumbre, se asume que la grafía correcta en la actualidad es la de "Taragüí" y así queda receptado en la versión oficial de la nueva Constitución de Corrientes.
Trazado Urbano La arquitectura desde la fundación de la ciudad, hasta el siglo XVIII, se caracterizó por construcciones modestas hechas de barro, arcilla y madera, de baja altura y caracterizadas por corredores externos adecuados para que circule el aire”, afirmó el historiador Fernando González Azcoaga. “Las estructuras se mantuvieron hasta el siglo XVIII cuando se introdujo la piedra, que era muy escasa en esta zona, como material de construcción. A partir de fines del 1700 se comienza a copiar los modelos de Europa (arquitectura francesa e italiana) y se deja de lado lasconstrucciones coloniales”, agregó González Azcoaga. Un dato resaltado por el experto fue que la primera casa de dos pisos fue construida en 1798.
“Los barrios patricios se circunscribieron a los alrededores de la plaza 25 de Mayo y hasta 1960, cuando se comenzaron a construir edificios en altura, las iglesias fueron las construcciones más elevadas e importantes de la ciudad”, indicó el historiador. Muy relacionado al aspecto histórico aparece la perspectiva urbana y las transformaciones que sufrió la ciudad en las últimas décadas. “Los limites de Corrientes estaban establecidos hace 50 años por la avenida Teniente Ibáñez, y hacia las afueras se presentaba el sector industrial y productivo, pero la demanda habitacional y el crecimiento de la ciudad hicieron que posteriormente esos límites quedaran absorbidos por el trazado urbano”, explicó la arquitecta Silvina López.
“Con el funcionamiento del Instituto de Viviendas de Corrientes (Invico), a partir de 1978, se comenzó a ejecutar grandes planes habitacionales, como por ejemplo las 1000 viviendas, y en este caso se refleja la magnitud de las obras y la necesidad de la población”, enfatizó la arquitecta. “En el desarrollo urbano surgieron detalles que no fueron tenidos en cuenta a lo largo de la expansión ciudadana, como la ubicación geográfica de la ciudad: al estar rodeada por el río, Corrientes no puede expandirse radialmente y solamente lo hace en otras direcciones, lo que debería haber implicado otra manera de suministrar los servicios básicos, como transporte, recolección de residuos y cloacas”, explicó López.
“La planificación urbana debe aspirar a que todos los ciudadanos puedan acceder de forma equitativa a los servicios públicos, pero con la falta de previsión se seguirán construyendo barriadas cada vez más alejadas. Eso se debe a que falta delimitar las áreas urbanas y rurales para la construcción y crecimiento de la ciudad”, agregó la especialista. “Es muy difícil mejorar la falta de planificación existente, porque a medida que crezca la ciudad se necesitarán crear viviendas en lugares más alejados, con dificultades en la provisión de los servicios básicos, como transporte, recolección de residuos y espacios verdes adecuados, entre muchas otras más”, finalizó la arquitecta. Obras que marcaron los nuevos tiempos.
Desde su fundación, la ciudad registró transformaciones claves en sus calles. El primer pavimento, con adoquines provenientes de Noruega, Suecia y Uruguay, se construyó en 1881, pero el de cemento recién se inauguró en 1921 a través de una empresa contratista llamada Geope (Grandes Obras Públicas). En tanto, los primeros automóviles aparecieron entre 1910 y 1920, suplantando a los carros de tracción a sangre, según consignan en el libro “Corrientes, calles, plazas y túneles de la ciudad” (de Andrés Alberto Salas).