La Historia Familiar Templos

El templo representa el punto culminante de nuestra adoración y es clave en el plan de misericordia de nuestro Padre Celestial para la redención de todos Sus hijos.

Los miembros tenemos que hacernos merecedores de las más excelsas bendiciones del templo, y ayudar a nuestros familiares a recibirlas y participar en la obra de historia familiar.

(Gordon B. Hinckley, Ensign, junio de 2000, pág.19) “Hasta que no hayan recibido las sagradas ordenanzas del Evangelio, no habrán recibido todas las bendiciones maravillosas que la Iglesia ofrece. Las más grandes y supremas bendiciones del ser miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son las que recibimos en la Casa del Señor.” (Gordon B. Hinckley, Ensign, junio de 2000, pág.19)

“Estos edificios únicos y maravillosos (los templos), y las ordenanzas que en ellos se efectúan, representan lo máximo de nuestra adoración; éstas son la expresión más profunda de nuestra teología.

La Primera Presidencia, Church News, 8 de julio de 1995, pág. 3. “…Deseamos que todos los miembros adultos de la Iglesia sean dignos de tener la recomendación para el templo, que reciban su investidura y sellamientos, que localicen a sus antepasados y lleven a cabo las ordenanzas del templo a favor de aquellos que esperan más allá del velo. Esas responsabilidades se aplican a todos los miembros de la Iglesia” La Primera Presidencia, Church News, 8 de julio de 1995, pág. 3.

“¿Puede alguien, que crea en la vida eterna, dudar de que Dios no concedería a Sus hijos e hijas el atributo más preciado de esta vida, que es el amor que halla su expresión más viva en las relaciones familiares? No.

“La razón exige que esas relaciones familiares continúen después de la muerte. El corazón humano las anhela y el Dios de los cielos ha revelado la manera de lograrlo. Las ordenanzas sagradas de La Casa del Señor proporcionan ese medio” Presidente Gordon B. Hinckley, “Por qué tener Templos?”, Templos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Pág. 17)

“El propósito fundamental de todo lo que enseñamos es unir a padres e hijos con fe en el Señor Jesucristo, que sean felices en su casa, que estén sellados en un matrimonio eterno y ligados a sus generaciones; y que tengan la seguridad de la exaltación en la presencia de nuestro Padre Celestial.” Elder Boyd K. Packer, La Armadura de la Fe, Liahona Julio 1995, pág. 8

La Redención de los Muertos “Las llaves se deben entregar, el Espíritu de Elías ha de venir, se tendrá que establecer el Evangelio, los santos de Dios han de ser reunidos, Sión edificada y los santos deben venir como salvadores sobre el monte de Sión. Pero ¿cómo van a ser salvadores sobre el monte de Sión? . . .

Edificando sus templos,. erigiendo sus pilas. bautismales y yendo a . . . Edificando sus templos, erigiendo sus pilas bautismales y yendo a recibir todas las ordenanzas, bautismos, confirmaciones, lavamientos, unciones, ordenaciones y poder de ligar en bien de todos sus progenitores que han muerto, a fin de redimirlos,

(Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 407) para que puedan salir en la primera resurrección y ser elevados con ellos a tronos de gloria; y en esto consiste la cadena que unirá el corazón de los padres a los hijos, y los hijos a los padres, y esto cumple la misión de Elías” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 407)

“La gran obra de proporcionar. las ordenanzas de salvación a “La gran obra de proporcionar las ordenanzas de salvación a nuestros muertos es una parte vital de la triple misión de la Iglesia. Lo hacemos con un propósito, que es redimir a nuestros antepasados que han fallecido. La obra del templo es esencial tanto para nosotros como para nuestros antepasados que están aguardando a que se efectúen estas ordenanzas por ellos.

Y digo esencial porque ‘sin ellos nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros’. Ellos precisan las ordenanzas de salvación, y nosotros precisamos sellarnos a ellos. Por ello es importante que tracemos nuestro linaje a fin de que nadie se quede fuera”. Elder James E. Faust, “El prodigio que son ustedes”, Liahona, noviembre 2003, pág. 54

La investigación de la historia familiar “Deseamos que los Santos de los Últimos Días de la actualidad busquen sus genealogías tanto como puedan y que sean sellados a sus padres y madres, que los hijos sean sellados a sus padres y que esta cadena entre generaciones avance tanto como sea posible... Ésta es la voluntad del Señor para con los de Su pueblo” (Wilford Woodruff, Discourses of Wilford Woodruff, sel. G. Homer Durham, 1946, pág. 157).

“Cada uno debe comenzar esta. obra “Cada uno debe comenzar esta obra en algún punto, y la pueden hacer tanto los jóvenes como los ancianos…tal vez sea más fascinante que cualquier película que puedan ver o que cualquier juego de computadora al que puedan jugar. Deben averiguar quiénes fueron sus abuelos y sus bisabuelos y qué obra se ha realizado por ellos en el templo. Si no saben cómo obtener esta información, pregunten a los miembros de su barrio que lo sepan” (James E. Faust, “El prodigio que son ustedes”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 53-54)

¿ Qué necesitamos para comenzar ? Reflexión y Preguntas (nuestra historia familiar) ¿ Qué necesitamos para comenzar ? ¿ De cuáles herramientas disponemos ? ¿ Qué nos detiene ?

“Para comenzar no necesitan. ningún equipo. Comiencen con “Para comenzar no necesitan ningún equipo. Comiencen con un cuadro genealógico y un registro de grupo familiar. Anoten los nombres que conozcan. Añadan la información que les den sus parientes vivos. Ese sencillo comienzo en casa los preparará para recibir más ayuda. Y, cuando se hayan bautizado por sus antepasados fallecidos, sentirán dentro de ustedes la confirmación de esta divina obra que les brindará gran regocijo”. (Russell M. Ballard, “Un nuevo tiempo para la cosecha”, Liahona, julio de 1998, pág. 38).

HISTORIA FAMILIAR ÁREA CHILE 97: Centros de Historia Familiar 27: Misioneros de Servicio de FamilySearch sirviendo no menos de ocho horas por semana 9: Asesores de Historia Familiar de Área 327: Barrios con consultores de historia familiar registrados (77%) 100: Ramas con consultores de historia familiar registrados (52%) 1237: Total de consultores registrados 5582: Total de miembros registrados en new FamilySearch en Chile 91%: Porcentaje de unidades de Chile que tienen miembros registrados en el nuevo FamilySearch

Uso de new FamilySearch Templo (N° de Cuentas) Nuevas Cuentas 1 Mesa (20.547) Santiago (341) 2 Los Angeles (6.752) Columbia (324) 3 Orlando (6.649) Lima (277) 4 Ciudad de Guatemala (6.555) Mesa (237) 5 Sacramento (6.254) Manila (236) 6 Santiago (5.806) Buenos Aires (201) 7 Oakland (5.736) Palmyra (192) 8 St. Louis (5.588) Guayaquil (183) 9 San Diego (4.954) Washington DC (155) 10 Cardston (4.419) Caracas (153)

“Exhorto a nuestros miembros de todas partes, con todo el poder de persuasión de que soy capaz, a que sean dignos de tener una recomendación para el templo, a conseguir una y considerarla una posesión preciada, y hacer un esfuerzo mayor por ir a la Casa del Señor y participar del espíritu y las bendiciones que se reciben allí.” Presidente Gordon B Hinckley, “Misiones, templos y responsabilidades”, Liahona, enero de 1996, pág. 63-64 .

“Mas he aquí... nombró mensajeros de entre los justos, investidos con poder y autoridad, y los comisionó para que fueran y llevaran la luz del evangelio a los que se hallaban en tinieblas, es decir, a todos los espíritus de los hombres; y así se predicó el evangelio a los muertos” ( D. y C. 138:30) Esta gran labor misional que se lleva a cabo en el mundo de los espíritus continúa en la actualidad. (D. y C. 138:57

“...permítaseme aseguraros que éstos son principios referentes a los muertos y a los vivos que no se pueden desatender, en lo que atañe a nuestra salvación. Porque su salvación es necesaria y esencial para la nuestra, [porque]... ellos sin nosotros no pueden ser perfeccionados, ni tampoco podemos nosotros ser perfeccionados sin nuestros muertos” (D. y C. 128:15)

Elías el profeta restauró las llaves del poder sellador del Sacerdocio al profeta José Smith en el Templo de Kirtland, en 1836. (D. y C. 110:13–16). Por medio de este poder se pueden efectuar las ordenanzas que hacen posible que las familias permanezcan unidas eternamente (D. y C. 131:1–4; 132:19–20).

Estas ordenanzas comprenden: El sellamiento del matrimonio en el templo. El sellamiento de hijos a padres (véase D. y C. 138:47–48).