LA SAL La sal es el condimento más utilizado en la cocina y es muy necesaria para el organismo humano por varias razones …

Mantiene el equilibrio de líquidos  El organismo debe tener un nivel constante de sal, es decir que debe haber un equilibrio entre la sal que se pierde al orinar o sudar con la que se ingiere en las comidas. Previene la aparición de calambre musculares Son contracciones involuntarias y paralizantes de los músculos de los miembros aunque también pueden darse el los músculos de los órganos internos como el estomago, intestinos, etc.

Estimula las glándulas suprarrenales  Éstas segregan hormonas que juegan un papel capital en el metabolismo, así como en el mecanismo de control de las emociones y de las sensaciones. Es una disminución de la masa ósea y de su resistencia mecánica que ocasiona susceptibilidad para las fracturas. Es la principal causa de fracturas óseas en mujeres después de la menopausia y ancianos en general. Evita la osteoporosis

También … Regula el ritmo del músculo cardíaco Transmite los impulsos nerviosos Extrae el exceso de acidez de las células, en especial las del cerebro. Colabora con la conservación de la permeabilida d celular. Permite la absorción de los nutrientes en el intestino. Mantiene el equilibrio ácido/Base en el cuerpo Regula el sueño y mantiene el equilibrio del azúcar.

Las necesidades mínimas diarias de sal para un adulto normal se calculan en 7,5 gramos y pueden ser cubiertas con la dieta. La sal en sí no es perjudicial. No obstante, su exceso o carencia puede provocar trastornos en el organismo. EXSCESO: Lesiones renales Edemas (hinchazón de alguna parte del cuerpo) Trastornos de la piel (erupciones, pruritos, etc.) Favorece la retención de agua. Por esta razón, constituye una de las principales causas de la obesidad y de la hipertensión arterial.

CARENCIA: Provienen raramente de una alimentación poco salada ya que gran parte de la sal necesaria se halla en la alimentación normal. Sin embargo, a veces se da el caso de que el organismo pierde sal de un modo anormal. Los trastornos por carencia pueden ser: Agotamiento Dolores de cabeza Náuseas Diarreas Espasmos Calambres musculares de las extremidades y del abdomen.

Sal y obesidad El líquido acumulado en los tejidos del cuerpo es una de las causas más frecuentes de obesidad, y la eliminación de éste requiere la escasez de la sal. Si no hay sal, no hay sed ni necesidad de beber agua, así que el organismo recurrirá a quemar tejidos propios para formar ese agua que ya no se le aporta. Además, se orina mejor y se facilita la circulación sanguínea, es decir que también se frena la celulitis.

¿Como se puede evitar el abuso de sal? Será necesario reducir paulatinamente la sal que se utiliza en las cocciones y en la mesa y moderar el consumo de alimentos ricos en sodio (aceitunas, quesos curados,,etc.) y de aquellos a los que se ha añadido mucha sal durante su elaboración (embutidos, conservas, cubitos para caldos, purés instantáneos, papas fritas...). Sin embargo, se recomienda a los padres educar a sus hijos en cuanto al consumo de moderado de sal ya que esto potenciaría el gusto propio de los alimentos y evitaría los dificultosos cambios de hábitos a los que se ven obligados quienes precisan reducir la cantidad de sal en su dieta diaria.

Alternativas a la Sal Al principio puede resultar difícil acostumbrarse y algunas personas se resisten a dejar de añadir sal a sus comidas porque las encuentran insípidas, pero existen alternativas q pueden reemplazar el uso excesivo de la misma. Especias: pimienta, pimentón, curry, clavo, canela, vainilla, azafrán, nuez moscada, comino. Hierbas aromáticas: romero, tomillo, estragón, perejil, laurel, albahaca, menta, cilantro, orégano, hierba buena. Otros: Ajo, cebolla, puerro, limón, naranja, aceite de oliva, natural o aromatizado con ajo, romero, tomillo, pimienta.