Volver a Jesús, El Cristo Encuentro Amigos de Dios 2015

Desde entonces muchos de sus discípulos lo abandonaron y ya no andaban con él. Así que Jesús dijo a los Doce: -¿También ustedes quieren abandonarme? Simón Pedro le contestó: -Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Juan6, Juan 6, 66-68

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¿Qué sucede? Muchos CRISTIANOS sin CRISTO Tal vez no son las dificultades del momento actual las que nos impiden caminar tras los pasos de Jesús. Quizá llevamos mucho tiempo instalados en la indife­rencia y la mediocridad. Tal vez nunca hemos tomado la decisión de seguir a Jesús. Necesitamos escuchar ahora su llamada: «Animo. Levántate. Te está llamando».

Evangelii Gaudium 3 Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Volver a Jesús, el Cristo

Evangelii Gaudium 3 Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Volver a Jesús, el Cristo

Marcos 10, Llegaron a Jericó. Y cuando salía de allí con sus discípulos y un gentío considerable, Bartimeo, hijo de Timeo, un mendigo ciego, estaba sentado al constado del camino. 47 Al oír que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: -¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! 48 Muchos lo reprendía para que se callase. Pero él gritaba más fuerte: -¡Hijo de David, ten compasión de mí! 49 Jesús se detuvo y dijo: -Llámenlo. Llamaron al ciego diciéndole: -¡Ánimo, levántate, que te llama! 50 Él dejó el manto, se puso en pie y se acercó a Jesús. 51 Jesús le preguntó: -¿Qué quieres de mí? Contestó el ciego: -Maestro, que pueda ver. 52 Jesús le dijo: -Vete, tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista y lo seguía por el camino. Volver a Jesús, el Cristo Ánimo, levántate. Te está llamando

+ Situación de Bartimeo: ¿Con qué rasgos describe Marcos a Bartimeo? ¿Cómo reacciona Bartimeo ante la cercanía de Jesús? + Reacción de Jesús. ¿Por qué se detiene? ¿Qué es lo importante para él? Los que antes querían marginar al ciego ahora le llevan la Buena Noticia de Jesús, ¿qué es lo que le dicen? + Respuesta del ciego. Marcos describe los pasos que da el ciego para encontrarse con Jesús. ¿Los puedes señalar? ¿Cuál de estos pasos te llama más la atención? + «¿Qué quieres que haga por ti?». Jesús solo piensa en el bien del ciego. Cuando te relacionas con Jesús, ¿es eso lo primero que piensas de él? ¿Qué imagen tienes de Cristo? + «Maestro, que vea». El ciego sabe lo que necesita. ¿Tú sabes lo que necesitas? ¿Qué te parece lo más importante en este relato: la curación física o la transformación de Bartimeo en seguidor de Jesús? Volver a Jesús, el Cristo Ánimo, levántate. Te está llamando Profundizando en el texto

+ ¿Vivo «ciego» o veo la vida y miro a las personas a la luz del Evangelio? ¿Estoy «sentado», instalado en una vida más o menos cómoda, viviendo mi religión solo por costumbre o tradición? ¿Estoy «fuera del camino», lejos de Jesús? + En este itinerario con los Amigos de Dios Jesús está pasando junto a ti: ¿Qué puedes hacer para enterarte de su paso? ¿Le abrirás tu corazón para escuchar su llamada? ¿Harás un esfuerzo para liberarte de las resistencias que te impiden encontrarte con él? + ¿Qué pides a Jesús? ¿qué quieres gritarle? Volver a Jesús, el Cristo Ánimo, levántate. Te está llamando Conversión personal

Comparte con los demás: + ¿Cómo vemos a los cristianos de nuestras parroquias y comunidades? ¿Cristianos «ciegos», de fe apagada, que no sabemos mirar la vida como Jesús? ¿Cristianos «sentados», instalados en una religión rutinaria y cómoda, sin fuerzas para seguirlo? ¿Cristianos «fuera del camino» de Jesús, desorientados, sin saber cómo encontrarnos con él? + ¿Nos sentimos en este grupo enviados por Jesús a llamar a alguien en su nombre? ¿Hay alguien en nuestra familia, en nuestra parroquia, en nuestro entorno... a quien nos podemos acercar para decirle de alguna manera: «Animo. Levántate. Jesús te está llamando»? Volver a Jesús, el Cristo Ánimo, levántate. Te está llamando Edificando el Reino de Dios

Aquí estoy, Señor; como el ciego al borde del camino, cansado, sudoroso, polvoriento; mendigo por necesidad y oficio. Pasas a mi lado y no te veo. Tengo los ojos cerrados a la luz. Costumbres, dolor, desaliento… Sobre ellos han crecido duras escamas que me impiden verte… ¡Ay, qué pregunta la tuya! ¿Qué desea un ciego sino ver? ¡Qué vea, Señor! Que vea, Señor, tus sendas. Que vea, Señor, los caminos de la vida. Que vea, Señor, ante todo, tu rostro, tus ojos, tu corazón. (F. Ulibarri) Volver a Jesús, el Cristo Ánimo, levántate. Te está llamando Oramos