12 de NOVIEMBRE.- Pensamiento del día. Ya no critico tanto a los demás, sea que estén dentro o fuera de A.A. Antes hablaba mal de la gente todo el tiempo. Me doy cuenta ahora de que lo hacía porque inconscientemente quería elevarme a mi mismo. Tenía envidia de la gente que vivía una vida normal. No podía comprender por qué no podía ser como ellos, y por eso me expresaba mal de todos. Les decía timoratos e hipócritas. Siempre andaba buscando defectos en los demás. Me gustaba hacer pedazos a los que yo llamaba “apretados”. Me he dado cuenta de que no puedo mejorar a nadie con mi crítica. A.A. me ha enseñado esto.- “¿Ya no critico tanto a la gente?”
Meditación del día. Hay que admitir la propia impotencia para que la oración implorando ayuda sea escuchada por Dios. Nuestra propia necesidad puede ser reconocida por nosotros antes de que podamos pedirle a Dios fuerza para hacer frente a esa necesidad. Pero una vez que esa necesidad se reconoce, la plegaria se escucha por encima de toda la música del cielo. No son las discusiones teológicas las que resuelven los problemas del alma implorante, sino que el sincero clamor de fuerza que el alma dirija a Dios, y la seguridad de esa alma de que el clamor será escuchado y contestado.
Oración del día. Ruego clamar ayuda en silencio. Pido que esté seguro de que mi súplica será de algún modo, en algún lugar, escuchada.