CAPITULO 1 ¡La Gran Comisión! La Gran Comisión de Jesús sigue siendo la “Carta Magna” de la iglesia cristiana; es la razón de su existencia. Es llamada de esa manera por la magnitud de lo que se encomendó en ella.

“Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” Mateo 28: 16 - 20

La gran comisión “Toda autoridad” “Todas las naciones” “En el nombre (del todo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo)” “Todo lo que les he mandado” “Con ustedes todos los días”

LA GRAN COMISIÓN / La gran comisión “Es el impactante alcance de los ´todos´ lo que le ha merecido el calificativo de ´gran´ a esta comisión” Frederick Dale Brunner, Mathew, t.2, p. 1094

Los que dudan y la gran comisión Entre los discípulos había “algunos (que) dudaban”. No todos estaban preparados para adorarlo. Sin embargo, sus vacilaciones no impidieron que Jesús compartiera aquel importante mandato con ellos.

Los que dudan y la gran comisión Jesús sugiere que la mejor manera de eliminar nuestros titubeos es participar en la tarea de hacer discípulos.

Los que dudan y la gran comisión Aprendemos que uno puede ser discípulo de Jesús y aún dudar. El discipulado no es solo para los que han “tenido éxito”. No significa que algún discípulo no pueda sentirse perplejo respecto a Jesús

Jesús, la máxima autoridad del universo LA GRAN COMISIÓN / Jesús, la máxima autoridad del universo Jesús declara tener absoluta y total autoridad sobre el cielo y la tierra. “Jesús afirma aquí ser el director ejecutivo del universo” Frederick Bruner, Matthew, p. 1094.

Jesús, la máxima autoridad del universo LA GRAN COMISIÓN / Jesús, la máxima autoridad del universo Esto basta para concederle un fuerte énfasis a su mandato. No puede ser tomado a la ligera. No es una orden más entre las muchas que dio Jesús; sino que, en cierto sentido, es el mandato de Jesús, puesto que abarca todos los demás mandamientos

Los adventistas profesamos ser la iglesia remanente que guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús (Apoc. 12: 17). Esta es una declaración contundente que implica más que guardar el sábado. También debe significar que somos obedientes a la Gan Comisión. Sería imposible ser la iglesia remanente y guardar los mandamientos de Dios, si no guardamos el más categórico de los mandamientos de Jesús: la Gran Comisión.

¿Una comisión muy grande? LA GRAN COMISIÓN / ¿Una comisión muy grande? ¿Cómo podría un grupito de once discípulos pobres, medio creyentes y medio escépticos, cumplir con tan grandioso proyecto: hacer discípulos de todas las naciones? La única manera en que esto podría lograrse es mediante el poder de un Jesús que posee toda autoridad. El mandamiento está vinculado inseparablemente con la autoridad de Jesús. Este mandamiento puede cumplirse únicamente mediante su autoridad.

“En su contexto inmediato, la afirmación de Jesús de ´estar con ellos´ fue dada principalmente para aquellos que se dedican a hacer discípulos. No sería justo para la Gran Comisión de Mateo decir que la presencia de Jesús fue prometida a todos y cada uno de los que se llaman cristianos; tampoco fue dada, como a veces decimos, ´incondicionalmente´ . Fue dada condicionalmente; a los misioneros cristianos” Frederick Bruner, Matthew, p. 1106

Cristo necesita una iglesia que cumpla su Gran Comisión LA GRAN COMISIÓN / Cristo necesita una iglesia que cumpla su Gran Comisión La iglesia no ha de organizarse según el patrón del AT: Esperar que la gente se acerque a ella para recibir instrucción (iglesia congregada). Debe organizarse a fin de cumplir con la misión de Cristo, que consiste en hacer discípulos entre todas las naciones. Debe tener una organización encaminada racionalmente a cumplir la misión. Esta es una iglesia…

Una iglesia diseminada LA GRAN COMISIÓN / Una iglesia diseminada La iglesia no es el edificio sino los miembros. Por lo tanto, dondequiera que estén ellos, allí estará la iglesia. En la oficina, en la fábrica o en la reunión de salud. Las iglesias de la Gran Comisión necesitan educar a sus miembros para ser una “iglesia” en sus trabajos y en su tiempo libre. ¡No podemos esperar que la gente venga a nosotros. Hemos sido llamados a “ir”!

Este no es un mandamiento que los discípulos de Jesús estuvieran en condiciones de ignorar. No se les pide que vayan a las naciones; se les ordena que vayan…

El poder para cumplir la Gran Comisión El poder para cumplir la misión ha de venir de quien Jesús envió para facultar a la iglesia para llevarla a cabo: el Espíritu Santo.

El poder para cumplir la Gran Comisión El Pentecostés fue el cumplimiento inicial del derramamiento del Espíritu, con el objetivo de llevar a cabo la misión de Cristo. Por esa misma razón, el Espíritu Santo continúa siendo derramado hoy sobre la iglesia de Dios.

CONCLUSIÓN La verdadera iglesia de Jesús para nuestro tiempo debe ser una iglesia comprometida con la Gran Comisión y que tome en serio el cumplimiento de la propia ordenanza de Jesús. Si el origen de la iglesia está en la Gran comisión, entonces su vida y práctica debe girar en torno al cumplimiento de ese mandato como la razón de su existencia.