Grupo 2 Langellotti, Julieta Gonzalez, Santiago Quiroga, Nicolás Buissa, Laura Parapugna, Ivo

Sacramento de Reconciliación

Los sacramentos Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por nuestro Señor Jesucristo para santificarnos. Son una serie de actos mediante los cuáles los creyentes manifiestan su relación con Dios, como hijos de él. Son: Bautismo, reconciliación, eucaristía, orden sagrado, matrimonio, confirmación y unción de los enfermos.

La reconciliación Es uno de los sacramentos más singulares y bellos de la iglesia católica. Jesucristo, en su abundante amor y misericordia, estableció el sacramento de la reconciliación, para que nosotros como pecadores, tuviéramos la posibilidad de arrepentirnos, obtener el perdón de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios y la iglesia, si así lo deseáramos.

El sacramento de la reconciliación nos “limpia” y renueva en Cristo “Jesús les dijo nuevamente: “La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió, también os envío”. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo: a quienes perdonéis los pecados, quedarán perdonados; a quienes se los retengáis, les quedarán retenidos”” Juan 20, 21-23

Reconciliación: Materia El dolor del corazón o contrición, los pecados dichos al confesor de manera sincera e íntegra y el cumplimiento de la penitencia o satisfacción. Los pecados graves, hay obligación de confesarlos todos

Reconciliación: Forma Son las palabras que pronuncia el sacerdote después de escuchar los pecados – y de haber emitido un juicio – cuando da la absolución: “Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”

Reconciliación: Ministro El obispo solía presidir sólo la penitencia pública, pues desde que se generalizó la penitencia privada y reiterable, el ministro fue el sacerdote. En caso de necesidad, incluso el diácono escuchaba confeciones, más aún, las recibían los laicos, lo cuál fue un gesto altamente considerado entre los siglos VIII y XIV.

Reconciliación: Efectos El efecto principal de este sacramento es la reconciliación con Dios. Este volver a la amistad con Él es una“resurrección espiritual”, alcanzando, nuevamente, la dignidad de Hijos de Dios. Esto se logra porque se recupera la gracia santificante perdida por el pecado grave.

Reconciliación: Efectos Reconcilia al pecador con la Iglesia. Por medio del pecado se rompe la unión entre todos los miembros del Cuerpo Místico de Cristo y el sacramento repara o robustece la comunión entre todos. Cada vez que se comete un pecado, la Iglesia sufre, por lo tanto, cuando alguien acude al sacramento, se produce un efecto vivificador en la Iglesia. (Cfr. CIC nos – 1469). Se recuperan las virtudes y los méritos perdidos por el pecado grave. Otorga la gracia sacramental específica, que es curativa porque le devuelve la salud al alma y además la fortalece para combatir las tentaciones.

Reconciliación: Requisitos El primer y fundamental requisito es ser parte de la Iglesia(estar bautizado). Examinar la conciencia antes de ir a confesarse Arrepentimiento de todos los pecados. Contrición: Firme propósito de enmienda (de no volver a pecar). Confesar todos los pecados al sacerdote. Cumplir la penitencia. (Satisfacción o reparación)