Importancia del Manual de iglesia Secretaría-UMI

UN POCO DE HISTORIA Iglesia Adventista del Séptimo Día

UN POCO DE HISTORIA La iglesia Adventista, no es una iglesia más, creemos que somos lo que somos, por voluntad divina en cumplimiento a las profecías específicas dadas por Dios. Por lo tanto, nuestra iglesia, es una iglesia PROFÉTICA.

Creemos que existimos porque en Apocalipsis está: UN POCO DE HISTORIA Creemos que existimos porque en Apocalipsis está: Nuestras raíces. Cap. 10 El don profético Cap. 12 Nuestro mensaje Cap. 14

UN POCO DE HISTORIA Históricamente la IASD siguió tres etapas diferentes en su formación: En la década de 1840, tuvo su base nuestra formación doctrinaria. En la década de 1850, tuvo su base nuestra formación organizacional. En la década de 1860, tuvo su base, nuestro estilo de vida.

UN POCO DE HISTORIA En 1860 una comisión formada por 19 miembros y presidida por el pastor Santiago White, se reunió en Battle Creek con el propósito de organizarse. El pastor White dijo que la iglesia había crecido mucho y necesitaba un nombre.

En 1860, fue organizada la primera iglesia. UN POCO DE HISTORIA En 1860, fue organizada la primera iglesia. En 1860, fue escogido el nombre de “Iglesia Adventista del Séptimo Día” En 1860, fue organizada la Asociación de Michigan. En 1863, fue organizada la AG.

UN POCO DE HISTORIA En la historia de la Iglesia Adventista encontramos que la ASOCIACIÓN GENERAL fue organizada como tal, en el congreso realizado en la ciudad de Battle Creek, Míchigan, entre el 20 – 22 de Mayo 1863.

UN POCO DE HISTORIA El primer secretario nombrado de nuestra máxima organización, fue el pastor Urías Smith. El pastor J. Byington fue nombrado como el Presidente.

UN POCO DE HISTORIA A medida que la Asociación General se reunía en congreso, de año en año, se fueron tomando acuerdos sobre diversos asuntos referentes al orden eclesiástico Esto con el objeto de establecer los reglamentos adecuados a las diferentes situaciones que iban surgiendo en la vida de la iglesia.

PRIMER DOCUMENTO DE REGLAMENTOS El congreso de la Asociación General de 1882 votó la preparación de “instrucciones para los dirigentes de la iglesia, a ser impresas en la Review and Herald o en forma de folleto”  Este acuerdo revela la creciente comprensión de que el orden en la iglesia era imperativo si se quería que la organización eclesiástica funcionara con eficiencia, y que la uniformidad en tal orden exigía que sus principios orientadores se imprimieran.  

El Congreso de la Asociación General de 1883 Cuando se propuso que esos artículos se publicaran en forma permanente como un manual de la iglesia, la idea fue rechazada. Los hermanos temían que eso posiblemente hiciera caer a la iglesia en la formalidad y coartara la libertad de sus ministros para tratar los asuntos de orden eclesiástico como desearan individualmente

Ese temor evidentemente desapareció muy pronto Los congresos anuales de la Asociación General continuaron tomando votos sobre asuntos de procedimientos eclesiásticos. En ciertas ocasiones algunos hermanos prominentes trataron de reunir en un libro, o en forma de folleto, las normas aceptadas por la mayoría para la vida de la iglesia.  

Mientras tanto el Movimiento Adventista continuaba creciendo rápidamente . En 1931, teniendo en vista los mejores intereses del verdadero orden eclesiástico y la apropiada uniformidad, la Junta Directiva de la Asociación General acordó publicar un manual de la iglesia.

¿Cómo se preparó el primer manual? Entonces se le pidió a J.L. McElhany, que era entonces vicepresidente de la Asociación General para Norteamérica, y que posteriormente fue presidente de la Asociación General, que preparara un manuscrito de dicho manual. El manuscrito fue examinado cuidadosamente por la Junta Directiva de la Asociación General y entonces publicado en 1932.

La frase inicial del prefacio “Se hace cada vez más evidente la necesidad de un manual sobre el gobierno de la iglesia, para establecer y preservar nuestras normas y prácticas denominacionales”.

CONCEPTO DEL ESTATUS AUTORITATIVO DESDE 1877 “Acordado, que la mas alta autoridad después de Dios entre los Adventistas del Séptimo Día se encuentra en la voluntad del cuerpo de ese pueblo, tal como es expresada por las decisiones de la Asociación General cuando ésta actúa dentro de su propia jurisdicción; y que todos deben someterse a tales decisiones, sin excepción, a menos que pueda demostrarse que están en conflicto con la Palabra de Dios y con los derechos de la conciencia individual” (Review and Herald, t. 50, Nº 14, p.106).

CONSERVAR LA UNIDAD En 1875, la Sra. Elena G. de White había escrito en el mismo sentido lo siguiente: “ La iglesia de Cristo está en constante peligro. Satanás está procurando destruir al pueblo de Dios, y la mente de un hombre, el juicio de un hombre, no es suficiente como algo en que confiar.

Cristo quiere que sus seguidores se mantengan unidos en la iglesia, observando orden, teniendo reglas y disciplina, y que todos se sujeten unos a otros, estimando a los demás mejores que así mismos” (Testimonios, t. 3, p. 445).

En 1909, Elena G. de White escribió: “Cuando en una sesión de la Asociación General se expresa el juicio de los hermanos congregados de todas partes del campo, la independencia y el juicio particulares no deben sostenerse con terquedad, sino integrarse. Nunca debe un obrero tener por virtud el persistir en una actitud independiente contra la decisión del cuerpo general” (Joyas de los Testimonios, t. 3, p. 408; La iglesia remanente, p. 110).

MANTENER LAS NORMAS En la resolución del Congreso de la Asociación General de 1877 y en la necesidad de disponer de reglas bien definidas, que son indispensables para mantener el orden adecuado, se fundamenta no sólo en la justificación para el Manual de la Iglesia sino también sus legítimos derechos sobre todos nosotros, tanto ministros como laicos.  

El contenido del Manual de la Iglesia es la expresión que la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene, basada en principios bíblicos, de la vida cristiana, del gobierno de la iglesia y de la disciplina. El Manual expresa la autoridad de la Asociación General reunida en congreso mundial.

El Manual de Iglesia se puede modificar en el Congreso de la Asociación General Dios ordenó que tengan autoridad los representantes de su iglesia de todas partes de la tierra, cuando estén reunidos en el congreso de la Asociación General” (Joyas de los Testimonios, t.3, pp. 408,409)

CONCLUSIÓN El Manual de Iglesia existe para que haya orden y uniformidad en la iglesia El manual es para el gobierno de la iglesia, para establecer y preservar nuestras normas y prácticas denominacionales.

Cristo quiere que sus seguidores se mantengan unidos en la iglesia, observando orden, teniendo reglas y disciplina, y que todos se sujeten unos a otros, estimando a los demás mejores que así mismos” (Testimonios, t. 3, p. 445). El Manual expresa la autoridad de la Asociación General reunida en congreso mundial.