UN EQUIPO DE SERVICIO, AL SERVICIO DE LA IGLESIA.

JUSTIFICACIONES Equipo: Es un grupo de personas, mediante una acción interdependiente, realiza un trabajo en común, dirigido a conseguir objetivos personales y organizativos. El servicio de la Iglesia, se da por los distintos carismas, realidades y requerimientos en el trabajo de los laicos. Los equipos de servicio son necesarios para el funcionamiento del Plan Diocesano de Pastoral.

OBJETIVO: OBJETIVO: razón de ser compartido. INTERDEPENDENCIA: INTERDEPENDENCIA: Cada miembro es responsable de su función, pero necesita de la experiencia, habilidad y compromiso de todos los demás, para alcanzar el objetivo. COMPROMISO: COMPROMISO: los miembros deben estar convencidos que al trabajar juntos consiguen resultados más efectivos. CONTEXTO ORGANIZATIVO: CONTEXTO ORGANIZATIVO: El equipo es una unidad de trabajo que es responsable de su organización. ELEMENTOSELEMENTOS

OTROSELEMENTOS LAS RELACIONES LOS VALORES COMUNES LA FUNCIÓN SEGÚN LOS CARISMA Efectividad en la tarea: Respuesta al momento presente El conflicto como oportunidad

MODELO DE FORMACIÓN DE EQUIPOS 1. Etapa de Toma de conciencia: familiarización inicial con los objetivos del equipo, clima de amistad, cooperación y aceptación. 2. Etapa de Conflicto: resistencias al objetivo y se genera una situación conflictiva. 3. Etapa de Cooperación: La cooperación se convierte en norma del grupo y ayuda a crear un ambiente de ayuda mutua y colaboración.

4. Etapa de Productividad: facilita la solución de problemas en la realización de la tarea. 5. Etapa de separación: el grupo consigue su objetivo.

MODELO DE UN EQUIPO DE SERVICIO Un primer compromiso con el objetivo común Tener claro el objetivo y hacerlo propio La aceptación mutua entre los miembros Crear un sentido de pertenencia Compromiso con la tarea del equipo Ayuda mutua y colaboración Sentirse parte importante de la realización de los logros El entusiasmo y la satisfacción personal El reconocimiento del trabajo realizado La satisfacción del deber cumplido Especial importancia a la ESPIRITUALIDAD DE COMUNIÓN

Los tres grandes pasos a dar en la formación de este modelo de equipo son: 1.LAS RELACIONES 2.EL IDEAL 3.LA TAREA REALIZADA *Cada etapa concluye en una CRISIS que superada adecuadamen te da pie a la siguiente. PASOsPASOs ¿CÓMO SOLUCIONAR LAS CRISIS?

LA TAREA REALIZADA: crisis de responsabilidades y protagonismo en las acciones que se realizan. Se resuelva practicando una espiritualidad del servicio. IDEAL: la crisis surge al haber una falta de identidad con la misión y se soluciona reconociendo la riqueza de cada uno de los integrantes. LAS RELACIONES: crisis de la aceptación de cada persona; para superarla se necesita una espiritualidad de diálogo y empatía.

NECESIDADES QUE SURGEN EN EL DESARROLLO DEL EQUIPO.  Las necesidades de las personas, según su procedencia e historia peculiar.  Las necesidades del “nosotros grupal”, surgen de la relaciones que se establecen en el equipo.  Las necesidades de los destinatarios de la acción del equipo.

EN EL MARCO DE UNA ESPIRITUALIDAD DE COMUNIÓN.  Relación entre Jesús y sus discípulos (Jn 1,39: “Venid y ved...”). Los apóstoles siguen a Jesús. Comparten su vida. Entra en una relación personal, revela su persona poco a poco, los invita a orar. Los llama amigos.

 Tarea realizada, misión cumplida (Mt28,19: “Vayan, pues, a las gentes”). El envío definitivo implica dar la vida por los demás, de servir a otros desinteresadamente.

 Ideal de discípulo (Jn 11, 16: “Vayamos también nosotros a morir”). Jesús les explica las parábolas (Mc. 4, 11). Los apóstoles están dispuestos a todo por el ideal de Jesús y dicen: “Vayamos a morir también nosotros con Él”.

En síntesis: el modelo se basa en un marco conceptual que a su vez complementa y responde a la espiritualidad de comunión que se quiere transmitir. Por otro lado respeta y quiere resaltar la idea de proceso. El mismo Jesús nos presenta una gradualidad, invitando a los discípulos al crecimiento de un modo paciente, dando el paso posible en el momento posible, hasta alcanzar la madurez que les permita dar la vida para crear la comunión.

“Jesús iba recorriendo ciudades y aldeas, predicando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los doce y también algunas mujeres…” Lc. 8, 1-2a