Ciclo A Duodécimo domingo tiempo ordinario Duodécimo domingo tiempo ordinario 19 de junio de 2005

Salmo 68 Pues por ti soporto el insulto, Pues por ti soporto el insulto, la vergüenza cubre mi semblante; la vergüenza cubre mi semblante; a mis hermanos resulto un extraño, a mis hermanos resulto un extraño, un desconocido a los hijos de mi madre; un desconocido a los hijos de mi madre; pues el celo por tu Casa me devora, pues el celo por tu Casa me devora, y si te insultan sufro el insulto. y si te insultan sufro el insulto. Por tu inmenso amor respóndeme, oh Dios.

Pero yo te dirijo mi oración, Yahvé, Pero yo te dirijo mi oración, Yahvé, en el tiempo propicio: en el tiempo propicio: por tu inmenso amor respóndeme, oh Dios, por tu inmenso amor respóndeme, oh Dios, por la verdad de tu salvación. por la verdad de tu salvación. ¡Respóndeme, Yahvé, por tu amor y tu bondad, ¡Respóndeme, Yahvé, por tu amor y tu bondad, por tu inmensa ternura vuelve a mí tus ojos. por tu inmensa ternura vuelve a mí tus ojos. Por tu inmenso amor respóndeme, oh Dios.

Lo han visto los humildes y se alegran, Lo han visto los humildes y se alegran, animaros los que buscáis a Dios. animaros los que buscáis a Dios. Porque Yahvé escucha a los pobres, Porque Yahvé escucha a los pobres, no desprecia a sus cautivos. no desprecia a sus cautivos. ¡Alábenlo los cielos y la tierra, ¡Alábenlo los cielos y la tierra, el mar y cuanto bulle en él!. el mar y cuanto bulle en él!. Por tu inmenso amor respóndeme, oh Dios.

ALELUYA Jo 15: 26b,27a Aleluya,aleluya. El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí. -dice el Señor- Pero también vosotros daréis testimonio. Aleluya.

A orillas del mar de Galilea. ( Del santo evangelio según san Mateo ) Mt 10: Dijo Jesús a sus apóstoles: «No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. «Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos.

Salir PULSAR INICIO de la WEB PULSAR INICIO de la WEB Yahvé es la fuerza de su pueblo, un baluarte que salva a su Ungido. Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, pastoréalos y llévalos por siempre. Salmo 27: 8-9