Al pasear por calle Elvira es casi inevitable darse cuenta del paralelismo que existe con Gran Vía. Es extraordinario, experimentar como al pasear por calle Elvira nos trasladamos a la Granada medieval, impregnada de la vida cotidiana árabe, paseamos con la reminiscencia de la Alhambra; sin embargo, al hacerlo por la calle inmediatamente paralela, nos encontramos en un gran boulevard, del estilo francés, que se prolonga por Av. de la Constitución, y en su otro extremos hasta el Paseo del Salón. Sólo con la diferencia de unos cuantos metros, podemos trasladarnos a una u otra época de la ciudad. Las dos calles surgen de maneras y épocas muy distintas: Calle Elvira surge como una calle que unía una de las puertas de la 3ª ciudad medieval de Granada con la Alhambra. Se convirtió en la calle de la ciudad medieval baja más importante. Gran Vía surge con motivo de articular la creciente ciudad de finales de s XIX, influida por las actuaciones urbanísticas llevadas a cabo en Francia, con la apertura de grandes boulevares, que eran expresión del poder económico de una burguesía creciente, reflejado en las fachadas que dan a la calle, y dotaban la ciudad de saneamiento, creando espacios ventilados, amplios, iluminado…

Ambas son calles con mucha actividad. La gran afluencia de personas que podemos encontrar tanto en calle Elvira como en Gran Vía, se debe a una importante actividad comercial. Sin embargo el comercio que se da en una y otra es bien distinto y relaciona a cada una de las calles con otras, fomentando más sus diferencias. Así como calle Elvira se relaciona con el Paseo de los Tristes, Sacromonte, la Alhambra…, Gran Vía viene relacionarse con Acera del Darro, Paseo del Salón, Av. de la Constitución. El comercio de calle Elvira es más de artesanía, pequeño comercio, con productos típicos de países árabes. El de Gran Vía es un comercio moderno, de grandes marcas, más consumista.

Al analizar su trazado y geometría, seguimos encontrando diferencias. Calle Elvira presenta un trazado sinuoso, adaptado a la curva de nivel del terreno. En su recorrido encontramos recovecos, plazas, esquinas, estrecheces, aperturas, que crean espacios distintos, en los que se organiza la actividad de forma distinta, no todos los puntos de la calle son igual de importantes. Sin embargo en Gran Vía no ocurre así, su trazado es lineal, recto, sin destacar un espacio más que otro. Al estudiar el esquema de fachadas observamos que en Gran Vía son más monumentales. Tras estudiar tantas diferencias, queda preguntar, ¿están ambas calles relacionadas entre sí? Alrededor de ellas se sitúan varios focos importantes de actividad, ¿cómo se relacionan?, ¿tienen algo que ver con estas calles?

Al estudiar estos focos de actividad descubrimos que coinciden con calles que intersecan con Elvira y Gran Vía, o coinciden con sus extremos. La cuestión es que a través de estás calle se crea una interconexión entre puntos de fuerte afluencia. Estas conexiones pueden llegar incluso a atravesar la ciudad como se observa en este plano, con la calle intersección que va desde la Catedral hasta la iglesia de San Gregorio