Mujeres en la Guerra Mujeres lideresas Wayuu victimas de la guerra en Colombia Las dinámicas de violencia dependen de los protagonistas de las mismas pero también de la naturaleza y al configuración política y cultural preexistente en las regiones o en los grupos humanos sobre los cuales los actores armados ejercen la violencia. En el caso de las mujeres de Bahía Portete los agresores focalizan sus acciones sobre ellas dado el papel determinante que cumplen en al estructura comunitaria. El papel de las mujeres indígenas dentro de las comunidades se ha transformado, empoderándose y protegiendo sus derechos colectivos, culturales especiales bajo los principios del movimiento indígena; unidad, cultura, tierra y autonomía, haciendo frente a la guerra e intentando suplir los vacíos estatales, asumiendo un papel activo en la defensa de sus comunidades, siendo mediadoras ante los actores armados para la reivindicación de su autonomía territorial y de gobierno y también como retadoras a las políticas de dominio de estos. Los paramilitares pretenden, con la agresión hacia las mujeres y en particular a quienes representan un modelo de lucha y resistencia, no solo golpear los liderazgos internos de los wayuu al quebrantar los roles públicos de estas mujeres sino que también instalar un modo de acción patriarcal y autoritario imponiendo códigos de conducta y de moralidad, de control de las relaciones entre hombres y mujeres, con una regulación despótica de la sexualidad. Esto evidencia un modelo cargado de prejuicios y valores machistas que desencadena específicos repertorios de violencia por parte de los paramilitares contra el pueblo wayuu, cuya cultura ancestral le confiere una excepcional centralidad en el orden comunitario. Pese a esto este grupo de lideresas hoy no solo luchan contra las múltiples manifestaciones de violencia sobre sus mujeres, sino que también se ha comprometido con acciones transformadoras a derrotar el machismos homogeneizador que pretenden imponer los paramilitares no solo en las culturas indígenas sino también en todo aquel tejido social al que ellos alcanzan con violencia y crímenes atroces en contra de la mujer. Las mujeres no se tocan. No van a la guerra. No se violan. No se les expulsa de la tierra. Esto es lo que tenían por ley los Wayuu de la Guajira antes de la masacre de Bahía Portete. En Colombia los pueblos indígenas y en espacial las mujeres son victimas de atroces crímenes, debido al conflicto armado y a la presencia de fuerzas armadas. Frente a esto un grupo de mujeres Wayuu se han levantado emprendiendo la tarea de documentar los casos ocurridos, con el fin de luchar contra la impunidad y mostrar al mundo la verdadera versión de la historia y desde su rol de lideresas exigir verdad, justicia, reparación y garantías de no- repetición El ataque directo a estas mujeres ilustra particularmente la apelación intencionada publica y diferenciada a la violencia y la tortura hacia la mujer, puesta en escena por los paramilitares contra las mujeres wayuu, tanto por su condición de género como por su carácter de voceras comunitarias. VIOLENCIA SOCIAL BASADA EN GÉNERO Fuentes: La masacre de Bahía Portete. Mujeres Wayuu en la mira. Grupo de memoria histórica de la comisión nacional de reparación y reconciliación. Fuente: La masacre de Bahía Portete. Mujeres Wayuu en la mira. Grupo de memoria histórica de la comisión nacional de reparación y reconciliación. Elaborado por : Diana Bernal. 2014