Ángel García Navarro Proyectos I Grupo D Ángel García Navarro Proyectos I Grupo D

La cueva se sitúa en el Cerro de San Miguel, más concretamente en el Barranco de Los Naranjos, en el recinto donde están las llamadas “Cuevas de Sacromonte” Muro de San Miguel CUEVA Alhambra N

En la vista orientada a la boca de la cueva, encontramos las cuevas del Sacromonte, que conviven en armonía con la naturaleza y utilizan materiales y objetos corrientes para crear una transición graduada de espacios públicos y privados, buscando una gradación de intimidad, luz y temperatura Al otro lado tenemos unas excepcionales vistas a la Alhambra, y justo detrás de la boca de la cueva, el muro de San Miguel, marca la separación de la cuidad y la naturaleza del monte Nuestro emplazamiento se sitúa en una zona privilegiada debido a las vistas que podemos encontrar desde ella, lo cual nos integra en una naturaleza,armonía y belleza envidiable.

EXTERIOR

INTERIOR ENTRADA INTERIOR RAMPA DE SALIDA PLANTA PERFIL

Para empezar a intervenir en este medio natural debemos preguntarnos… ‘Cual es nuestro objetivo’: La intención que tenemos a través de nuestra intervención es la de habituar esta cueva para poder poseer un espacio habitable, para reflexionar, disfrutar del entorno y exprimir a fondo el privilegio de la naturaleza. No es prioritario pensar ahora en las necesidades de aseo, comida, etc, sino que nos centraremos en el objetivo de la vida en armonía con la naturaleza, fundiéndonos con ella. Por esto integraremos nuestra intervención en el medio de la forma más difuminada posible. Aprovechando los recursos naturales que nos da el lugar, vemos que podemos utilizar el árbol situado junto a la entrada como elemento de refugio. Este árbol es de hoja caduca, lo que quiere decir que nos dará sombra en verano y dejará pasar la luz del Sol en Invierno, y consecuentemente, su calor. La cueva se sitúa en el interior de la montaña, de forma que se crea un sentimiento de acogida por parte de la montaña hacia la vida, hacia nuestra persona. La modificación fisica será, por tanto, mínima, simplemente haciendo uso del movimiento de tierra y de algunos elementos artificiales como el toldo, y otros de confortabilidad como la superficie acolchada.

El primer paso de nuestra intervención será el desmonte del montículo que encontramos a la entrada de la cueva. Además de facilitar la entrada a ésta, quitar este montículo nos proporciona una orientación más adecuada, ya que la mayoría de las cuevas del entorno se orientan al Este, para aprovechar la luz del Sol desde el amanecer, y mantener la temperatura e iluminación adecuada durante todo el día, y es lo que obtendremos en nuestra cueva si realizamos esta acción. La boca de la cueva no quedará del todo orientada al Este, pero el espacio transitorio que proporcionaremos del exterior al interior, si que lo estará. Además allanaremos también la parte de la de derecha de la entrada de la cueva y pro- longaremos el brazo de tierra que se sitúa a la izquierda de ella, con tierra u otro material artificial (hormigón, madera…) Seguidamente limpiaremos y allanaremos la entrada a la cueva para hacerla más accesible y poder adentrarnos en ella cómodamente, salvando también los baches naturales. EXTERIOR

Alargamiento en recodo hacia el Este Desmonte y allanamiento Boca de cueva Rayo incidente Rayo reflectado Amanecer Atardecer

EXTERIOR Para conseguir un espacio transitorio más confortable a la entrada de la cueva, colocaremos un toldo alargado y plegable en la parte superior del monte de forma curva que abraza a nuestra entrada, que nos proporcionará mayor sombra en verano, y podrá retirarse en invierno, o ser utilizado contra la lluvia. Debajo de él podemos colocar una superficie, banqueta, o elemento de reposo, para reflexionar en el en medio de la naturaleza, o para dormir en las noches donde la temperatura sea adecuada. Para cubrir la entrada colocaremos unas cortinillas que resguarden nuestra intimidad, pero a su vez, dejen pasar la luz a la cueva. Espacio de transición exterior-interior Boca de la cueva Toldos plegables Brazo en recodo para marcar el espacio (material variable: madera, hormigón, tierra…)

INTERIOR Dado que nuestros objetivos responden prioritariamente al reposo, la reflexión y la armonía con el medio, habilitaremos dentro de la cueva, un espacio más intimo y resguardado del exterior. Para ello limpiaremos el interior y salvaremos la rampa de acceso con una escalera que nos ayude a bajar. Por último, colocamos objetos que nos permitar disfrutar del confort mas contemporáneo, como una superficie acolchada para el descanso. ESCALERA

Para mayor comodidad, tendríamos la posibilidad de añadir una chimenea al fondo de la cueva para calentarla en los días de invierno, aunque resultaría peligroso tener que evacuar el humo mediante la chimenea, ya que tendría que atravesar el techo de la cueva, y este podría no mantenerse firme. En lugar de la chimenea, aprovechando los adelantos científicos, y sin riesgo alguno, tendríamos la posibilidad de colocar en el exterior de la cueva unas placas foto-voltáicas para obtener una energía adicional en caso de necesidad.

 De esta manera obtenemos un refugio natural totalmente adaptado al medio y en armonía con el. Buscamos reposo y naturaleza, y es lo que obtenemos al integrar nuestra cueva en el monte. Encontramos a su vez, al alzar la vista, la majestuosidad de aquel recinto amurallado: La Alhambra; y mezclándose con el horizonte, la ciudad de Granada. Y al recibir los primeros rayos del Sol, nos mezclamos con una comunidad de cuevas como la nuestra, que emanan la esencia de la más natural de las viviendas.