Absolutismo frente a liberalismo EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL REINADO DE FERNANDO VII

El reinado de Fernando VII se divide en tres etapas: Napoleón firma la paz con España (Tratado de Valençay, diciembre de 1813): reconoce a Fernando VII como monarca legítimo permitir su vuelta al país y retira sus tropas del territorio español. El reinado de Fernando VII se divide en tres etapas: Retorno al absolutismo (1814-1820) El Trienio Liberal (1820-1823) La Década Ominosa (1823-1833)

Retorno al absolutismo (1814-1820) Fernando VII había abandonado el país como un monarca absoluto y debía volver como un monarca constitucional. Los liberales hicieron todo lo posible para que su vuelta se realizara directamente a Madrid, donde debía jurar la Constitución (nuevo marco político) Fernando VII promete regresar y aceptar esas condiciones.

Establecieron la Santa Alianza que garantiza: Los absolutistas sabían que la vuelta del monarca era su mejor oportunidad para volver al Antiguo Régimen. Muestran al Rey su apoyo incondicional para que se restaurase el absolutismo (Manifiesto de los Persas). Además, en Europa, las potencias que habían vencido a Napoleón se reúnen en el Congreso de Viena (1814- 1815) para restaurar el viejo orden Establecieron la Santa Alianza que garantiza: la defensa del absolutismo y el derecho de intervención en cualquier país para frenar el avance del liberalismo.

Fernando VII al llegar a España, protagonizó un golpe de Estado, al declarar “nulos y de ningún valor ni efecto” la Constitución y los decretos de Cádiz: Vuelta al absolutismo. Inmediatamente fueron detenidos o asesinados los principales dirigentes liberales Y otros huyeron hacia el exilio.

Se restauraron todas las antiguas instituciones: se estableció el régimen señorial y se restauró la Inquisición. El rey Fernando VII y su gobierno tuvieron que hacer frente a un objetivo imposible: rehacer un país destrozado por la guerra, con la agricultura deshecha, el comercio paralizado, las finanzas en bancarrota y todas las colonias en pie de guerra por su independencia. Ante esta situación, la oposición liberal no tardó en manifestarse pronunciamientos militares fracasados todos entre 1814 y 1820

El trienio liberal (1820-1823) El 1 de enero de 1820, el pronunciamiento del coronel Rafael Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla) inicia una nueva etapa en España La pasividad del ejército, la actuación de los sectores liberales y la neutralidad de los campesinos obligaron al rey Fernando VII a aceptar la Constitución de 1812 (10 de marzo de 1820). Inmediatamente se formó un nuevo gobierno: proclamó una amnistía y convocó elecciones a Cortes

Se restauran gran parte de las reformas de Cádiz se suprimieron los mayorazgos se restableció la libertad de imprenta, la inquisición quedó abolida en 1820 Se elaboran nuevas normas como la disminución a la mitad del diezmo: Se pretende liquidar el feudalismo en el campo, convirtiendo la tierra en una mercancía Desean liberalizar la industria y el comercio Iniciar la modernización política y administrativa del país, Se reconstruyó la Milicia Nacional como cuerpo armado de voluntarios formado por las clases medias urbanas garantizar el orden y defender las reformas constitucionales.

Estas reformas suscitaron la oposición de la monarquía. Fernando VII había aceptado el nuevo régimen forzado por las circunstancias: paralizó todas las leyes que pudo, recurriendo al derecho de veto que le otorgaba la Constitución conspiró de forma secreta contra el gobierno y buscó la alianza con las potencias absolutistas restaurar el absolutismo.

También los campesinos se mostraron contrarios a las reformas del Trienio no se les facilitaba el acceso a la tierra: Los antiguos señores eran ahora los nuevos propietarios, Los campesinos se convertían en arrendatarios que podían ser expulsados de las tierras si no pagaban Ante esta situación, los campesinos, que se sintieron más pobres e indefensos, se alzaron contra los liberales. La nobleza tradicional y sobre todo la iglesia, debido a la eliminación del diezmo y la venta de sus bienes monacales revuelta contra los gobernantes del Trienio.

Enfrentamientos entre los propios liberales. los moderados (doceañistas) partidarios de realizar reformas limitadas que no perjudicasen a las élites sociales (nobleza, burguesía propietaria) los exaltados planteaban reformas radicales, favorables a las clases medias y populares

El régimen del Trienio finalizó debido a la intervención de las potencias absolutistas europeas: La Santa Alianza respondió a las peticiones de Fernando VII y encargó a Francia intervenir en España para restaurar el absolutismo. En abril de 1823, unos 100.000 soldados (los Cien Mil Hijos de San Luis) al mando del duque de Angulema, repusieron a Fernando VII como monarca absoluto.

La década ominosa (1823-1833) La vuelta al absolutismo feroz represión contra los liberales gran parte de ellos marchó hacia el exilio. La crueldad de la represión sorprendió incluso a los monarcas de Francia y Rusia, No se restableció la Inquisición pero se crearon las Juntas de Fe. Se creó el Cuerpo de los Voluntarios Realistas, orden, seguridad pública y religión. Los liberales significativos se exiliaron al extranjero Riego, el Empecinado y José María de Torrijos, fueron ejecutados. Mariana Pineda garrote vil bandera con el lema Ley, Libertad, Igualdad.

Fusilamiento de Torrijos. Gisbert, 1888

Aparte de la represión, la otra gran preocupación del gobierno de Fernando VII fue el problema económico: Las dificultades de la Hacienda se agravan por la pérdida definitiva de las colonias americanas Estricto control del gasto público imposible aumentar la recaudación sin tocar los privilegios fiscales de la nobleza. El Rey adoptó posiciones más abiertas a la colaboración con el sector moderado de la burguesía financiera e industrial de Madrid y Barcelona.

Revuelta de los agraviados mayor poder para los ultraconservadores Esta actitud fue mal vista por el sector más conservador y tradicionalista de la Corte. Revuelta de los agraviados mayor poder para los ultraconservadores Fernando VII actuó contra esta rebelión absolutista ejecutando a todos sus cabecillas. Este sector se agrupó alrededor de don Carlos María Isidro, hermano del rey y su previsible sucesor: Fernando VII no tenía descendencia.

El conflicto dinástico En 1830, el nacimiento Isabel, parecía garantizar la continuidad borbónica. Pero dio lugar a un grave conflicto en la sucesión al trono: La Ley Sálica, implantada por Felipe V en España, impedía el acceso al trono a las mujeres Fernando VII, influido por su mujer María Cristina, derogó la ley mediante la Pragmática Sanción, que abrió el camino al trono a su hija y heredera. El sector carlista, se negó a aceptar la nueva situación presionaron al monarca, gravemente enfermo, para que repusiera la Ley Sálica, que beneficiaba como candidato al trono al hermano del rey, el príncipe Carlos María Isidro.

Nombrada regente por la enfermedad del rey: Estos enfrentamientos constituían la lucha por imponer un modelo u otro de sociedad: Alrededor de D. Carlos se agrupaban las fuerzas partidarias del Antiguo Régimen y opuestas al liberalismo. María Cristina para salvar el trono de su hija buscó apoyos en los sectores más cercanos al liberalismo. Nombrada regente por la enfermedad del rey: formó un nuevo gobierno de carácter reformista decretó una amnistía que supuso la vuelta de 100 000 exiliados liberales y se preparó para enfrentarse a los carlista

En 1833, Fernando VII murió, reafirmando en su testamento a su hija, de tres años de edad, como heredera del trono, y nombrando gobernadora a la reina María Cristina. El mismo día, don Carlos se proclamó rey, iniciándose un levantamiento absolutista en el norte de España y, poco después, en Cataluña. Comenzaba así la primera guerra carlista.