24 de marzo de 1989 la embarcación Exxon Valdez, se estrelló contra un iceberg en Prince William Sound, Alaska. 41 millones de litros (11 mil galones) de este hidrocarburo.
La empresa Exxon Mobile, fue informada de lo ocurrido esa madrugada sus representantes se encontraban lejos y no calcularon la magnitud que representaba el problema. Existe una falta de conocimiento del campo de trabajo por parte de la empresa.
En la rueda de prensa respondían de manera vaga e imprecisa, pidieron que la comunicad “los entendieran”. Mientras ellos contestaban así, el petróleo continuaba invadiendo los mares.
Soberbia y falta de comunicación de las distintas divisiones de la empresa. Soluciones tardías y poco oportunas.
Buscaban un culpable, no asumieron la responsabilidad como empresa. Se requería de un plan de contingencia para actuar con rapidez. Se debía prever situación de tal magnitud. Hicieron el desastre aún más grave. Provocaron descontento de las partes involucradas.
Poca eficiencia al tomar medidas ante la contingencia. Se debía indemnizar a las personas. Veinte años después de este terrible incidente, WWF (World Wide Fund for Nature)* ha transmitido un documental de cómo se encuentra Prince William Sound recalcando que el incidente no solo ocurrió en 1989 sino que hasta ahora, los animales y habitantes siguen pagando las consecuencias de tal atroz accidente.