VALLE-INCLAN

1. PRIMERA ETAPA - En esta etapa va a componer obras de corte modernista. 2. SEGUNDA ETAPA - Es una etapa que se conoce como ciclo mítico: son obras ambientadas en una Galicia mítica. - Aparece la superstición, personajes muy pasionales, que representan la esencia del pueblo gallego, personajes que se mueven por instinto, por la lujuria, la avaricia, etc.

3. TERCERA ETAPA - Esta etapa está constituida por las farsas. En las farsas de Valle todos los personajes son marionetas. - Hay farsas que son grotescas. Dos farsas que están dentro de esta obra son: La marquesa Rosalinda, que es una obra idealizada que tiene todavía influencia del modernismo. En cambio, en Farsa y licencia de la reina castiza, critica la vida de Isabel II y utiliza una forma de teatro deformada y grotesca.

4. CUARTA ETAPA - Es la época en que aparece el esperpento. El esperpento es un subgénero teatral inventado por él y también es una estética, una forma de hacer literatura. el esperpento tiene dos dimensiones: · Por una parte, está la dimensión estética: para Valle la forma es muy importante, esta estética está basada en la distorsión y la deformación. · Pero además, por otro lado tiene una dimensión ética que se utiliza para criticar la realidad. Obras del esperpento: · Luces de bohemia. · Una trilogía que es Martes de Carnaval compuesta por: La hija del capitán, Las galas del difunto, Los cuernos de Don Friolera. Hace aquí una crítica de la guerra aludiendo a Marte, el dios de la guerra, y enfocando el carnaval como lo que es: algo grotesco.

5. QUINTA ETAPA - Vuelve aquí a hacer obras para marionetas, pero muy esquemáticas; los personajes son marionetas y están centradas en un tema exclusivamente, en abstracto, como algo que representa la lujuria... - Son varias obras que están recogidas en un título que es: Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Aquí continúan los temas de esperpento

La ideología de Valle-Inclán se puede resumir en una pincelada, y es que, este excéntrico escritor evolucionó de una posición tradicionalista a una postura cada vez más revolucionaria. Se declara defensor y devoto de la tradición y el catolicismo. Más tarde el escritor se preocupa cada vez más por cuestiones de justicia social, se entusiasma con la revolución rusa y se aproxima al marxismo. Por todo ello, su teatro y particularmente los esperpentos fueron censurados y no se pudieron representar. Su simpatía por el carlismo no desapareció, pero siempre siguió luchando por la revolución social.