Sara y el fantasma En un pueblo muy pequeño, nació una niña muy hermosa llamada Sara. Sus padres eran pobres y no podían ni comprar una barra de pan, y Sara no podía estudiar, pero ella quería estudiar y lo hacía en casa. Un día Sara fue al campo con su padre y se perdió y encontró una casa vacía. Como estaba lloviendo, Sara se metió adentro.
Entonces de repente había una caja, y Sara la cogió. De repente la caja se abrió la caja y apareció una bruja diciéndole que iba a sufrir una maldición en tres días. Cuando el fantasma se fue Sara empezó a llorar, y pensó que era mejor no contárselo a sus padres y ocultárselo de lo que había pasado.
Cuando llegó a casa no le dijo nada a sus padres y se fue a dormir. Entonces a media noche se volvió a aparecer el fantasma y le dijo que a sus padres les habían atado a un árbol, entonces Sara empezó a llorar y el fantasma le dijo que seso le pasaba por no contarle las cosas a sus padres.
Al día siguiente, cuando Sara se levantó todo volvió a ala normalidad, y Sara prometió a sus padres que le contaría todo lo que había visto y lo que había hecho.