NADA CARMEN LAFORET Alba Bellmunt

Busca imágenes de los lugares de Barcelona que cita la novela o por los que pasea Andrea y crea así un “paseo virtual” en el que aparezcan también citas del texto que estén relacionadas con las imágenes. Presenta este paseo virtual en el moodle o a través del correo electrónico mroca223@gmail.com.(Puedes emplear programa powerpoint o calameo o similares.)

 Estación de Francia Es el primer lugar que descrive la protagonista, y que nos sirve para situar el que será el escenario principal de la novela. «Con una sonrisa de asombro miraba la gran estación de Francia […] »

Las Ramblas Al salir de la Estación de Francia, Andrea, paseó por las Ramblas antes de llegar a la casa de su sus tíos y abuela.

 El barrio Gótico En su paseo, llegó al barrio Gótico, que envolvía la ciudad por su lado este.

El mar Mediterráneo « Muy cerca, a mi espalda, enfrente de las callejuelas misteriosas que conducen al Borne, sobre mi corazón excitado, estaba el mar.»

La Universidad de Barcelona Andrea pasa por delante del edificio de la Universidad de Barcelona, en la plaza de la Universidad, y se queda maravillada por su belleza: «El coche dio la vuelta a la plaza de la Universidad y recuerdo que el bello edificio me conmovió como un grave saludo de bienvenida».

Calle Aribau La casa en la que reside Andrea está en la calle Aribau, que empieza justo al lado de la plaza de la Universidad. Se trata de una típica calle del Eixample barcelonés. Andrea comenta que la violencia y el hambre reinaban en la casa donde vivían.

Barrio del Raval Por debajo de la calle Aribau y la plaza de la Universidad, está el barrio del Raval, donde se encuentran las callejuelas conocidas como el barrio chino. La primera advertencia que recibe Andrea es la de evitar esa zona por ser demasiado peligrosa. A ella, sin embargo, le parece que debe ser un lugar mágico. «—Sí, sé perfectamente. En el barrio chino no he entrado… pero ¿qué hay allí? —Perdidas, ladrones y el brillo del demonio, eso hay. (Y yo, en aquel momento, me imaginé el barrio chino iluminado por una chispa de gran belleza.)»

*De los lugares alrededor del barrio Gótico que aparecen en la novela hay que destacar: - La catedral - La iglesia de Santa María del Mar - El mercado de la Boqueria. *En la novela, aparecen también recurrentemente las calles del Carme, Tallers, Pelai, Hospitalo la ronda de Sant Antoni.

La Catedral En la época en la que transcurre la novela, la explanada que hay actualmente frente a la catedral no existía. En su lugar había viejas casas en estado ruinoso como consecuencia de la guerra civil, y es en medio de esas ruinas y de las pequeñas calles sinuosas y oscuras del barrio Gótico donde se le aparece a Andrea la belleza sublime de la catedral: «La Catedral se levantaba en una armonía severa, estilizada en formas casi vegetales, hasta la altura del limpio cielo mediterráneo».

Iglesia de Santa María del Mar El contraste entre las angostas calles del barrio Gótico y sus monumentales iglesias vuelve a aparecer cuando un amigo de Andrea le lleva a conocer la iglesia de Santa Maria del Mar: «Santa María del Mar apareció a mis ojos adornada de un singular encanto, con sus peculiares torres y su pequeña plaza, amazacotada de casas viejas enfrente».

Mercado de la Boqueria El mercado de la Boqueria, que describe Laforet en Nada queda muy lejos del actual mercado glamuroso, tan visitado por los turistas: «En el recinto enorme, multitud de puestos cerrados ofrecían un aspecto muerto […]. Olía indefiniblemente a fruta podrida, a restos de carne y pescado».

Calle del Carme [...]En la esquina de la calle del Carmen – más iluminada que otras – le vi quedarse parado, con el codo derecho apoyado en la palma de la mano izquierda y acariciándose pensativo los pómulos como presa de un gran trabajo mental. [...] p.203

Calle Tallers pag 263

Calle Pelayo Cruzamos las Ramblas, conmovidas de animación y de luces, y subimos por la calle de Pelayo hasta la Plaza de la Universidad. Allí me despedí.”(Pág. 156)

Hospital Al llegar a la calle del Hospital, Juan se lanzó a las luces de las Ramblas, de las que hasta entonces parecía haber huido. Nos encontrábamos en la Rambla del centro. (Pág. 202, lín. 22-25. Pág. 203, lín. 10-12; 16-22; 27-34; 35- 36. Pág. 204, lín. 4-6)

Ronda de San Antonio “Juan cruzó la plaza y se quedó parado enfrente de la esquina donde desemboca la Ronda de San Antonio y donde comienza, oscura, la calle de Tallers

El Tibidabo Al oeste, Barcelona queda bajo el cobijo de la montaña del Tibidabo, en cuyas laderas se encuentran los barrios altos de la ciudad, como el de la Bonanova, que es descubierto por Andrea cuando va de visita a casa del abuelo de su amiga Ena. A Andrea le maravilla la visión de la ciudad desde lo alto de la montaña, con el mar al fondo, y el olor a flores que desprenden los jardines de las torres de la zona, como la de su amigo Pons, al final de la calle Muntaner.

En esta calle, la protagonista Andrea, acude a una fiesta. Calle Muntaner En esta calle, la protagonista Andrea, acude a una fiesta.

La Barceloneta Sin duda la fachada marítima es la que más atrae a la autora y a su protagonista. Hacia el final del libro, encontramos a Andrea bajando Las Ramblas hasta llegar al mar para sentarse en una terraza de la Barceloneta, el barrio marítimo de la ciudad por excelencia. La abertura hacia el mar representa la posibilidad de huir lejos, de la anulación de los límites: «Yo me coloqué en una de las mesitas de la calle y casi me parecía que el suelo, bajo mí, iba a empezar a trepidar, impulsado por algún oculto motor y a llevarme lejos…, a abrirme nuevamente los horizontes».

Borne “Un aire marino, pesado y fresco, entró en mis pulmones con la primera sensación confusa de la ciudad: una masa de casas dormidas; de establecimientos cerrados; de faroles como centinelas borrachos de soledad. Una respiración grande, dificultosa, venía con el cuchicheo de la madrugada. Muy cerca, a mi espalda, enfrente de las callejuelas misteriosas que conducen al Borne, sobre mi corazón excitado, estaba el mar.” (Pág. 72, lín. 21-22 – pág. 73, lín. 1-5)

FIN