El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra

La gran tarea: anunciar a Cristo. “¿Cómo van a creer si no oyen hablar de Él? ¿Y cómo van a oír sin alguien que les predique?”.

Este anuncio es cada vez más urgente en el mundo digital, a través de la nueva generación de medios audiovisuales, como instrumentos para la evangelización y la catequesis. Este mundo digital, a su vez, reclama de manera creciente la atención pastoral del sacerdote.

El sacerdote debe aprovechar las oportunidades del mundo digital, aprendiendo a moverse en él tal como lo hacen las comunidades, que lo han incorporado a la vida cotidiana.

Deben ir de la mano la capacidad de usar estos nuevos medios, y la sólida preparación teológica, para mostrar que la solicitud amorosa de Dios en Cristo por nosotros no es algo del pasado, sino una realidad concreta y actual.

En este contexto, el sacerdote debe allanar el camino a nuevos encuentros, asegurando siempre la calidad del contacto humano y la atención a las personas y a sus necesidades espirituales, y ofrecer los signos para reconocer al Señor en este tiempo y espacio digital.

Para los testigos de Cristo, especialmente para el sacerdote, el espacio digital puede ser un “gran patio de los gentiles” donde convergen personas de distintas culturas, credos y lugares, incluso los que no conocen a Dios o desconfían de él y de la Iglesia.

Para el sacerdote, estos nuevos escenarios:  permiten una capacidad de expresión casi ilimitada, abre importantes perspectivas  crean ocasiones inéditas de diálogo  son un gran recurso para la humanidad en su conjunto y para cada persona en la singularidad de su ser  se convierten en estímulo para el debate y el diálogo  afirman el derecho de ciudadanía de Dios en cada época

En consecuencia, el sacerdote puede:  Promover una cultura de respeto por la dignidad y el valor de la persona humana  Preparar caminos que conduzcan a la Palabra de Dios  Dar atención particular a quien se encuentra en la condición de búsqueda, inclusive procurando animar dicha búsqueda

Todos los cristianos, llamados a ser “apasionados anunciadores de la Buena Noticia, también en la nueva "ágora" que han dado a luz los nuevos medios de comunicación”