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Nació hacia en el Castillo de Caleruega (Burgos) y se llama Domingo de Guzmán. Después de conocer los estragos que hacían los herejes al sur de Francia, funda la Orden de Predicadores, en una época en que sólo los obispos tenían autorización para la predicación itinerante. El entonces Papa Honorio III encargó a la familia recién fundada “EVANGELIZAR POR TODO EL MUNDO EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO”. UN CASTELLANO AUDAZ

A esta ingente tarea Domingo asocia a un grupo de mujeres convertidas de la herejía. Las monjas estuvieron, pues, entre los primeros frutos del ministerio de la predicación de Santo Domingo. Por eso, las contemplativas somos el corazón de nuestra Familia Predicadora.

En 1523 el Arcipreste D. Juan García Ubaldís funda en Torremormojón (Palencia) el Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad, y lo pone bajo la jurisdicción de la Orden de Predicadores.

Tras su muerte, las monjas sufrieron numerosos sinsabores por parte de los vecinos del pueblo. En deciden trasladar el Monasterio a su ubicación actual, en el centro histórico de Palencia, a escasos 100 m. de sus hermanos dominicos.

Fieles al lema monástico tradicional “ora et labora” (oración y trabajo), la vida en nuestro Monasterio discurre entre estos dos polos, y en torno a un único eje: la vida común, que tiene su mejor expresión en la profesión de los Consejos Evangélicos. Trabajo Recreación en comunidad Oración litúrgica

En el silencio y la clausura, escrutando con corazón ardiente las Escrituras y fervientes en el estudio de la Verdad, la misión de las dominicas consiste en buscar a Cristo, pensar en Él e invocarlo, de tal manera que la Palabra que sale de la boca de Dios no vuelva a Él vacía.

La devoción a la Bienaventurada Virgen María, modelo sublime de meditación de las palabras de Cristo y de fidelidad a la propia misión es otro de los rasgos heredados de Nuestro Padre Santo Domingo. Ya el primer Monasterio, fundado en estuvo bajo la protección de Nuestra Señora de Prulla, en Francia.

Cada una de nosotras tiene su propia historia Vivimos unánimes en casa, con un solo corazón y una sola alma en Dios Otras dos hermanas se encuentran en misión, reforzando una comunidad recién fundada en Senekal (Sudáfrica). Esta expansión misionera ha sido un rasgo característico de nuestra Comunidad a lo largo de su historia.

Las puertas de nuestra casa están abiertas a quien quiera compartir la aventura de nuestra vida. El Señor sigue llamando, y aún queda mucha historia que construir juntas. ¡Ven y verás! Monasterio Nuestra Señora de la Piedad C/ Pastores, nº Palencia Tfno: