SIDDHARTHA

Nació el 2 de julio, en la Selva Negra alemana. Es un poeta y novelista, uno de los escritores más representativos de la Europa actual. El tema central de su obra, es la inquietud del hombre en busca de su destino.

Siddhartha, creció a la orilla de un rio a la sombra de los sauces y las higueras, es el hijo de un admirable brahmán.

Un día, al terminar de meditar los dos jóvenes, miraron pasar a tres samanas, pelegrinos con las espaldas ensangrentadas, y pidiendo comida. Esa noche Siddhartha decide seguir a los samanas, y le comenta a su amigo que al día siguiente abandonaría a los brahmanes.

Siddhartha y Govinda, se despojaron de sus vestiduras, comenzando su nueva vida en el bosque con los samanas, con los que con el tiempo aprendieron a: ayunar, meditar y controlar la respiración.

Llegaron hasta el bosque los rumores del buda, Gotama, el sublime, el cual había vencido en sí el dolor del mundo, recorría los campos enseñando a las gentes su doctrina. Govinda pide a Siddhartha que abandonaran a los samanas para ir en busca del buda.

Caminaron toda la noche hasta llegar a Savathí, ciudad donde estaba la residencia de Gotama, el bosque de Jetavana donde vivía el buda, al llegar ahí pidieron comida y alojamiento, para al día siguiente escuchar su doctrina. Después de escuchar la doctrina, Govinda decide quedarse con el buda, pero Siddhartha en cambio desea seguir su propio camino.

Mientras caminaba por el bosque, meditó sobre lo que había sido su vida, de la que no estaba conforme, así que decidió dejar escapar a Siddhartha su propio yo, y no obedecer a ninguna doctrina, aprender en él mismo.

Al llegar a la ciudad, a la primera mujer que miró fue a la amada Kamala, señora de clase alta. A Siddhartha no le importó su posición económica y decidió hablar con ella al día siguiente y para eso se baño, se afeitó la barba y perfumó el pelo.

Kamala lo recibió amablemente, él le pide que sea su maestra, y le enseñe a vivir el amor, Kamala le responde que para eso necesita traer zapatos lindos, vestiduras finas y dinero en el bolsillo.

Kamala le recomienda que pida empleo con el comerciante Kamaswami, Siddhartha la obedece y al día siguiente se presenta con dicho comerciante, el cual lo recibe y le pregunta que era lo que sabe hacer, Siddhartha responde: -Sé ayunar, pensar, esperar y rimar.

Los años pasaban y Siddhartha se había hecho rico, poseía casa, finas vestiduras, y el amor de Kamala.

Junto al río, debajo de un gran árbol, durmió como nunca antes había dormido, y al despertar miró a un samana sentado cerca de él, al acercarse se dio cuenta de que era su viejo amigo, Govinda.

Siddhartha se queda a vivir junto al río, con el barquero, de nombre Vasudeva. Con él, aprende nuevas cosas, como a escuchar al río. Un día llegan los rumores de que el Buda se esta muriendo.

Una tarde en que cruzaron el río, tantos peregrinos, que se dirigían hacía el buda, pasó por ahí Kamala con un pequeño de alrededor de 11 años, hijo de Siddhartha, el niño le pide a su madre, que descansen un poco, mientras descansan, una serpiente muerde a Kamala.

Al escuchar los gritos, Vasudeva corrió hacía ella, la toma en sus brazos y la lleva a su choza, donde se encontraba Siddhartha, él cual la reconoció enseguida, El barquero los deja solos. Tienen una corta conversación antes de morir, donde Kamala le dice que el chico es su hijo.

El chico se quedó a vivir con su padre en la choza, Siddhartha le tenía mucha paciencia para ganarse la confianza de su hijo, cosa que no sucedió ya que el chico lo trataba groseramente.

Después de varios meses su comportamiento fue el mismo, por lo que Siddhartha lo deja ir a la ciudad, le dolió mucho pero era lo mejor para el chico; y reflexionó que él también había abandonado a su padre, para convertirse en samana.

Necesitamos del pecado, el placer, el deseo de los bienes, la vanidad y la desesperación, para aprender a renunciar a toda resistencia, y llegar a amar el mundo tal como es. El que busca demasiado algo, jamás lo encuentra ya que tan sólo se enfoca en lo que busca y deja pasar por su lado tantas cosas hermosas que no miramos por estar buscando algo en especial.