Marcos A. García Jan E. Ortiz Antonio R. Freiría Cátedras del Miedo: Páginas

 Se establece una estadística que determina que la compra de seguridad privada esta en un substancial aumento. Se fomenta la idea de que te robarán al solo ver esta seguridad moviendo tanto auge económico. Los pobres se establecen fronteras y medias de seguridad entre si para proteger lo que no tienen y el gobierno usa esta preocupación como excusa para observar todo aspecto de nuestras vidas con el pretexto que nos están protegiendo de los supuestos “ladrones” ajenos que en la realidad somos los unos de los otros.

 Somos todos presos a nuestras necesidades y no solo a nuestras necesidades sino a nuestros derechos. Somos todos encarcelados porque estamos dispuestos a hacer sacrificios a nuestro estilo de vida y a nuestra comodidad personal a base de lo que el gobierno mete en la mentalidad de la sociedad y esta la “debemos seguir”. Al bajar la criminalidad la cantidad de presos aumenta, ya que no se encarcela a las personas por lo que hacen, se les encarcela por lo que podrían hacer. Nos vemos sujetos al control del miedo y la hipocresía, que tras la imagen que nos impone el gobierno, no la vemos presente, y no sabemos que estamos tras rejas.

 Uniendo ambos temas anteriores vemos que la proliferación de las cárceles privadas en Estados Unidos se debe a que el uso de estas es mas reducido y no se encuentran atadas a las limitaciones publicas que involucra la violación de los derechos humanos. Al igual que toda otra agencia publica o gubernamental en el mundo al revés, la institución carcelaria es racista y “quiere decir dinero”. Con este mismo fin, como la voluntad de los habitantes en dicho mundo al revés es tan frágil, se trae corrupción hacia la mente de los pocos buenos y se les ciega con el dinero a las violaciones de los derechos humanos como las faltas de juicios justos y la trata igual sin tener en mente el sexo o raza.

-A un niño de 6 años, Nicolás Escobar, se le muere la tía. Aunque la tía murió tranquilamente de forma natural mientras dormía, el niño pregunta: “¿Quién la mato?” El cuento nos habla de cómo el niño tenía “mil horas de televisión en su mente”, lo cual nos lleva a asumir que causa que él tenga una mentalidad errónea sobre la muerte. -Los medios pueden ser utilizados como forma de imponer miedo en la sociedad, miedo del cual se nutren las empresas privadas mencionadas a través del capítulo.

 Muestra anuncios publicados en el 1998 en la revista Corrections Today. Vemos varios ejemplos de como tratan de crearnos inseguridad para su propio beneficio. En esta sociedad se pierde el valor de la felicidad de las personas y se enfoca en conseguir ingreso económico aunque sea causando miedo e inseguridad en las personas.

-Falta de confianza en el sistema público.

 Ya no existe la diferencia entre ambos.  Somos presos de las inseguridades.  Todas las clases viven en miedo constante.

 Muchos viven bajo diversas condiciones que no permite que disfruten de la vida.

 No nos preocupamos por arreglar el comportamiento por el proceso de rehabilitación, sino solo buscamos deshacernos del problema sin buscar mejorar la sociedad.

 Asumimos las acciones de una persona sin darle oportunidad a probarnos lo contrario.  Es otra razón para el miedo e inseguridad constante.

 National Rifle Association  UNICEF  Security Passions : Compañía de productos de seguridad  Corrections Corporations : Empresa Norteamericana de cárceles privadas  National Criminal Justice Comission  Security Industry Association  George Owell : Autor de una novela donde el gobierno nos mira a todos por pantallas de televisión.  Jack Love : Juez que crea el “ankle bracelet” para monitorear  Diane McClure : establece en el ‘97 que la criminalidad juvenil seguirá creciendo.  Toni Morrison : novelista que habla sobre el maltrato de los encarcelados  Nils Cristie : Autora que opina que de aquí a pocos años todo el proceso penal será realizado por video sin verse en persona.  Nik : Dibujante que se imagina un mundo donde existe el régimen de visita y pedir permiso para poder salir a sitios tan simples como la panadería de la esquina.