El otro día entré en un negocio Y vi a un Ángel detrás del mostrador... Maravillado con aquella Visión Divina le pergunté: Ángel del Señor qué vendes ?
El me respondió: Todos los dones de Dios. Cuestan muy caros ? No, todo es de gracia. Se trata sólo de escojer.
Contemplé entonces el negocio. Vi jarros de vidrio de fé, paquetes de esperanza, cajas de salvación y sabiduría. Tomé corage y pedí: Por favor, yo quiero mucho Amor de Dios, todo el perdón de Él, un puñado de fé, bastante felicidade y salvación eterna para mi y toda mi família.
El Ángel del Señor anotó mi pedido, separó los ítemns y colocó todo en una pequeña bolsita que cabía en la palma de mi mano. Sorprendido le pregunté: Cómo es posible, que todo eso quepa dentro de ésta pequeña bolsita?
El Ángel del Señor respondió sonriendo: -E-E n el negocio de Dios, no vendemos frutos, solo damos las semillas. I
Aprendí cuánto podía hacer con las enseñanzas que recibo Y qué todo siempre depende de mi. Gracias Padre, ayúdame a valorar tus semillas.