DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 2 NOV/2013 CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS

Primera lectura Lectura del libro de las Lamentaciones (3,17-26): Me han arrancado la paz, y ni me acuerdo de la dicha; me digo: «Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor.» Fíjate en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago más que pensar en ello y estoy abatido. Pero hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión: antes bien, se renuevan cada mañana: ¡qué grande es tu fidelidad! El Señor es mi lote, me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor. Palabra de Dios

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 2 NOV/2013 CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS Salmo Responsorial Sal 129, R/. Desde lo hondo a ti grito, Señor Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. R/. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón y así infundes respeto. R/. Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. R/. Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa. R/

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 2 NOV/2013 CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS Segunda lectura Romanos 5,5-11 La esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores. Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhechor. Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Y ahora que estamos justificados por su sangre, con mayor razón seremos librados por él de la ira de Dios. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida. Y esto no es todo: nosotros nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien desde ahora hemos recibido la reconciliación. Palabra de Dios

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 2 NOV/2013 CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS Evangelio Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-6): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.» Tomás le dice: «Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.» Palabra del Señor

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 2 NOV/2013 CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS ALGUNAS IDEAS O SUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA: 1.Confesemos nuestra fe en Jesucristo, muerto y resucitado, vencedor de la muerte y vivo en medio de nosotros. 2.Es un día para reflexionar sobre el sentido de la esperanza cristiana; aguardamos las promesa de vida nueva. 3.Dios es salvador y misericordioso con todos, por eso confiamos en que concederá la vida eterna a todos los difuntos. 4.Nuestros fieles difuntos siguen vivos en nuestra mente y en nuestro corazón. 5.Expresamos hoy el amor a nuestros difuntos, seguimos unidos a ellos por la oración.

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 2 NOV/2013 CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS NOTA ACLARATORIA: Este espacio es para los hermanos sacerdotes en nuestra labor evangelizadora de predicar, teniendo como fundamento la Palabra de Dios; son ideas diversas basadas en todas las lecturas que se proclaman cada domingo y que se pueden contextualizar en los diferentes escenarios que misionamos: urbano, rural, niños, jóvenes, adultos, estratos socio-económicos, niveles culturales y religiosos. Son sugerencias que no limitan la particularidad ni el estilo personal de cada predicador y mucho menos la moción del Espíritu que es el alma del evangelizador. Pedro Ricardo Orozco Orozco. Delegado diocesano para la Pastoral bíblica y catequética