Domingo VI del tiempo ordinario Quiero que sanes, queda limpio
Ritos Iniciales.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes Y con tu espíritu.
Borra, Señor, mi Pecado.
Yo confieso, ante Dios todopoderoso, y ante vosotros, hermanos, Acto penitencial: Yo confieso, ante Dios todopoderoso, y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre virgen, a los ángeles, a los santos
y a vosotros hermanos, que intercedan por mí, ante Dios, nuestro Señor
El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Gloria Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tú inmensa gloria, te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos
te damos gracias, Señor, Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso te damos gracias, Señor, Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende a nuestra súplica,
Tu que estas sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros,
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú, Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
Oración Colecta Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y los sencillos de corazón
concédenos vivir por tu gracia de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amen.
Lectura del libro del Levítico (13, 1-2. 44-46)
El Señor dijo a Moisés y a Aarón:
“cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra,
será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes.
Se trata de un hombre con lepra: es impuro Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza.
El que halla sido declarado enfermos de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada
y gritando: “¡impuro, impuro y gritando: “¡impuro, impuro!” mientras que le dure la afección, seguirá impuro;
vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento”
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial (Sal 31)
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
Dichoso el que está absuelto de su culpa, A quien le han sepultado su pecado; Dichoso el hombre a quien el Señor No le apunta su delito.
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
Había pecado, lo reconocí, No te encubrí mi delito; Propuse: “confesaré al Señor mi culpa” Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
Alegraos, justos, y gozad con el señor; Acamadlo, los de corazón sincero.
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (10, 31-11,1)
Hermanos: cuando comáis y bebáis o hagáis cualquier cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.
No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo,
por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven.
Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Evangelio según san Marco (1, 40-45)
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
“si quieres puedes limpiarme.”
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Quiero: queda limpio”
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente: “no se lo digas a nadie;
pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.”
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar le hecho con grandes ponderaciones,
de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente a un pueblo;
se quedaba fuera, en descampados; y aun así acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Profesión de Fe.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración de ofrendas Señor, que esta oblación nos purifique y nos renueve,
y sea causa de eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.
El Señor, esté con vosotros. Y con tu Espíritu Levantemos el corazón El Señor, esté con vosotros. Y con tu Espíritu Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor Demos gracias al Señor Nuestro Dios. Es justo y necesario.
Ven y encuéntrate con tu Dios. (Este es el momento más importante de la celebración) Ven y encuéntrate con tu Dios.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven señor Jesús.
Por Cristo, con Él y en Él. A ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Amen.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Tuyo es el reino, tuyo es el poder y la gloria, por siempre, Señor
ALMA DE CRISTO.
Alma de Cristo, Santifícame Cuerpo de Cristo, Sálvame
Sangre de Cristo, Embriágame Agua del Costado de Cristo, Lávame
Pasión de Cristo, Confórtame Oh buen Jesús, Óyeme
Y dentro de tus llagas, Escóndeme No permitas que me aparte de Tí
Del enemigo, Defiéndeme En la hora de mi muerte, Llámame
Y mándame ir a TÍ Para con tus santos te alabe por los siglos de los siglos. Amén
Pasión de Cristo, Confórtame Oh buen Jesús, Óyeme
Y dentro de tus llagas, Escóndeme No permitas que me aparte de Tí
Del enemigo, Defiéndeme En la hora de mi muerte, Llámame
Y mándame ir a TÍ Para con tus santos te alabe por los siglos de los siglos. Amén
Oración después de la comunión Alimentados con el manjar del cielo
te pedimos, Señor, que busquemos siempre las fuentes de donde brota la vida verdadera.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Plegaria a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá Mis oraciones hacia Tí levanto Amparo de los pobres pecadores Dulcísima Señora en mi quebranto Reina del cielo, escucha mis clamores. Escucha mi plegaria fervorosa
Plegaria a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá Da consuelo y alivio a mis dolores, Endulza mi amargura y presurosa La paz a mi alma atribulada envía. Oh Madre de mi Dios tan poderosa. Sálvame del pecado, Madre mía,
Plegaria a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá De la virtud enséñame el camino, Enséñame el bien de la santa vía, Solitario y errante peregrino, A tu amparo me acojo gran Señora Mándame la gracia del don divino Piedad, piedad a quien su culpa llora A quien a tí de hinojos, compungido Reclama tu perdón, tu gracia implora. A Tí se acoge mi espíritu afligido De sus males en busca de consuelo. Oye Madre, mi acento dolorido Sálvame por piedad y dame el cielo.