Proyecto Multilateral Comenius ¿QUÉ LEES? IES ISABEL DE VILLENA Gymnázium Ludka Pika – Plzen- R Checa Collège Henri Wallon- Marsella- Francia

MI DIARIO. PLZEN María Fernández Millán 2º B IES Isabel de Villena

Era un gran día. Hoy me iba a Plzen, lo que había querido y deseado tanto estaba a punto de suceder. ¡Me iba!. Me desperté a las 4:20 en casa de mi primo Mario, que también iba a Plzen, y corriendo, con las maletas detrás, salimos de su casa. Llegamos a las 5:05 al aeropuerto, descargamos y nos reunimos con Clara y José Andrés que nos estaban esperando. Más tarde llego Paula, seguida de Jesús y por último Andrea. Cuando ya estábamos todos fuimos directos hacia nuestro avión, que nos esperaba a las 7:05 para viajar. Me tocó al lado de Jesús en el avión, y al otro lado la ventanilla. Me encantó el paisaje, inigualable. Los Pirineos una pasada, y los pueblos, pequeñas lucecitas. Pusimos pie en el aeropuerto de Paris, el Charles de Gaulle, a las 9:15. Paula y yo nos compramos unos ¨macarronis¨, muy malos (para mi gusto) para lo que costaban. Nos encontramos más tarde con los franceses y sobre la 13:30 – 14:00 salimos directos a Praga. Esta vez me senté en el medio de Mario y Jesús. Lo único que pudimos ver esta vez fue un mar inmenso de nubes. Llegamos a Praga sobre las 16:00, donde nos esperaban nuestras respectivas familias. Klàra, Ben, Jesús, Pavel ( el padre de Klàra ) y yo fuimos al McDonald, donde nos invitaron a una hamburguesa y a un helado, que no nos lo pudimos acabar, por falta de hambre. Dejamos a Ben y a Jesús en su casa, más tarde, llegamos a la nuestra, donde me esperaban Silvia (la madre de Klàra) Zanenka (su hermana), y Ondra (su hermano). Recién llegar cenamos pizza, bueno, en todo caso cenaron, porque no pude tomar ni un trozo y medie. Fuimos a su habitación, descargue mi maleta y ordene mis cosas. Hablamos, me duché y dormimos. Un día completo.

Desperté a Klara con mi sonoro bostezo y fuimos a desayunar. Hicimos todo lo más rápido posible, nos esperaban Stepanka y Paula en el museo a las 10:00, Ben y Jesús llegaron tarde, como de normal. Hacia frío, mucho frio para mi, porque fue el primer día que noté el cambio de temperatura. Cuando estábamos todos fuimos a adentrarnos al museo, que era sobre el espacio. Hicimos fotos, videos y muchas actividades. También vimos varios reportajes e una sala especializada, donde se proyectaban en una bola gigante. Cuando abrieron el planetario, fuimos a ver la película. Donde nos dieron unas gafas, con las que parecíamos moscas, y unos auriculares para escuchar el video en inglés. Vinieron a por nosotras para llevarnos a comer, un plato típico, “svíckova”. Estaba buenísimo, me encantó, pero creo que hice un poco el ridículo en la forma que me lo comí, no sabía que había que mezclar y para que servía el pan bañado en leche. Dimos un pequeño paseo por el bosque de al lado de su casa. Me enseñó su lugar favorito y nos enseñamos el tipo de música que nos gustaba, mientras me helaba. Volvimos a casa, pero hicimos una parada, para enseñarme un juego típico. Fuimos corriendo a la bolera, donde nos esperaban Paula y Stepanka a las 6:00. Jugamos dos horas, en las que dejamos el listón español por los suelos

Llegamos a casa a las 9:15, donde nos esparaban unos sandwiches. Nos acostamos a las 11:00, demasiado tarde para lo que se avecinaba Me despertó el despertador a las 6:00, me duché, desayuné y nos fuimos a coger el autobús a las 7:10. Llegamos pronto, y nos fuimos a clase. Nos presentamos y nos enseñaron el instituto. Más tarde, los checos enseñaron todas sus presentaciones e hicimos la actividad de la “Calle 13”. Fuimos al comedor, donde nos esperaba un “delicioso” plato de carne con arroz, sopa y manzana. Casi todos lo dejaron intactos, y se puede decir que estaba incluida en el grupo de casi todos. Quedamos a las 13:00 en la puerta del instituto, cogimos el bus y nos adentramos en el centro de Plzen. Una palabra, maravilloso. En esa palabra se incluye la sinagoga, las casa, los teatros, monumentos, iglesias y catedrales, edificios modernos… No pudimos entrar en la catedral porque era lunes, y solo se abrían los domingos, pero desde fuera era muy bonita. En cambio, si que pudimos entrar en la sinagoga. Era increíble, si soy sincera, no me enteré de casi nada. Sé que era una de las más grandes y antiguas de Europa, y que se construyó a base de donativos judíos.

Cuándo acabamos, fuimos a casa, donde jugamos a varios juegos de mesa, en los que tengo que decir, que soy muy buena. Solo perdí una partida de varias. Cenamos puré de patata, carne y tomate. ¡Buenísimo! Nos acostamos más pronto, teníamos mucho sueño Nos despertamos más tarde, me duché, desayuné, me abrigué y nos fuimos a coger el autobús. Nos esperaba un día lleno de clases. La primera la tuvimos con unos niños de catorce o quince años. Jugamos a un juego, que trataba de adivinar, por grupos, preguntas. También nos contaron que tipos de libros leían. La segunda hora nos tocó con Margarita, una profesora chilena. Su clase era de alumnos de 15 o 16 años. Hicimos un circulo, nos presentaron un Power Point y hablamos sobre nosotros. La tercera y última clase nos tocó con unos alumnos de 16 o 17 años. Hicimos grupos y rellenamos un horario y un calendario. Fuimos a comer, había carne, patatas, sopa, batido azul clarito y iogurt.

Salimos hacia las fábrica de cerveza, Plzen Urquel, que era enorme. Vimos las fases en las que producían la cerveza. La fabricación y el embotellamiento. Todo fue nuevo para mi, no tenía ni idea de como se hacían hasta ese momento. Lo malo fue que no nos dieron a probar, ir a donde se hace la mejor cerveza del mundo y que no la probemos, que pena. Cuando acabamos fuimos a los “karts”, donde gané a Clara y a Paula. Un día completo Quien madruga, Dios le ayuda. Un buen refrán para esta ocasión. Nos despertamos a las 6:00 y hemos ido corriendo a la parada del autobús, no llegábamos. A las 7:30 estábamos allí, esperando al tren para irnos a la alucinante Praga. Hemos tenido suerte al coger el compartimento, porque estaba casi vacío. La señora que ha estado con nosotros se fue a mitad de viaje, y ya podíamos hablar. Un frío de muerte es lo que hacía en Praga. Pero aun así no se me había quitado la ilusión de ver una ciudad tan bonita, increíble y antigua. Las casas donde estuvo Kafka, la universidad donde estudio, donde trabajaba padre, su colegio… era parte del recorrido. También hemos visto los impresionantes monumentos, como el reloj de la torre, castillos, la casa real, las iglesias y catedrales, el puente, el barrio judío…

Una ciudad, sin duda, para volver muchísimas veces. Por lo menos, yo quiero volver a ir otra vez y poder contemplar la belleza de los edificios y monumentos más detenidamente. También me ha encantado el ambiente, porque no había mucha gente y podías ver todo mejor y sin tanto barullo. Me encanta. Me dio mucha pena dejar Praga, pero por otra parte también me dio mucha alegría. Remplazaba el frío y el cansancio, por un asiento caliente. Se que volveré, si no es ahora volveré cuando sea mayor. Aparte he tocado todo lo que podía tocar que daba buena suerte para poder volver Me he despertado a las 7:20, el día que más he podido dormir. Me he duchado, desayunado e ido al instituto en coche. Hoy se puede decir que hemos hecho tres paradas importantes: -El castillo: donde nos hemos bajado a hacer una visita, y me he informado mucho sobre la segunda maravilla de la República Checa. - La fábrica de vidrio: un sitio que donde me ha encantado todo. La elaboración y la presentación de los productos. Lo que me ha impresionado más ha sido la fabricación y los precios. ¡Muy caro todo!

-Karlovy vari: Una ciudad preciosa, con muchas fuentes termales, de agua buenísima para la salud pero horrible para el paladar. Habían unos edificios muy bonitos, a los cuales he hecho fotos. Ha hecho frío, pero no se notaba gracias al vapor de las fuentes termales, las cuales ardían. Nos han dado tiempo para comprar, en particular una hora, que nuestro grupo ha aprovechado para ir al McDonals, una buena idea. He comprado para casa dos imanes y una cajita de dulces típicos. El viaje de vuelta se me ha hecho más corto, porque hemos cantado todos. Cada grupo tenía un turno. Los checos, los españoles y los franceses. Claramente, hemos cantado mejor. Hemos bajado del bus y hemos subido a otro para ir a casa Penúltimo día en Plzen. Me desperté como siempre, a las 6:00. Me duché, desayuné y cogimos el autobús que nos dejaba en la biblioteca. Cuando estábamos ya todos,entramos. Nos sentamos, y la bibliotecaria nos explicó varios libros súper extraños. Entre ellos habían libros acuáticos, otros que no se podían quemar, diminutas biblias, libros con formas de comida, otros infantiles, bilingües…

Cuando los acabó de enseñar los pudimos coger. Cuando nos fuimos al instituto acabamos las presentaciones los españoles y los franceses. Bajamos a comer a las 12:00. Y más tarde acabamos la actividad de “Calle 13”. Ya era la hora de despedirse de los profesores y de los franceses. Quedamos Clara,Marketa,Paula,Stepanka,Jesús,Ben,Mario, Pavlik, Klara y yo, para irnos al Laser Game. Donde en dos rondas y en dos equipos distintos jugamos y nos lo pasamos genial. Pero antes de ir al Laser Game pasamos por el centro comercial Plaza. Cuando vino el padre de Klara nos fuimos a su casa, donde me esperaba una entrega de regalos sorpresa muy emotiva. M regalaron un cuadro, un bote de nutella con mi nombre, unos guantes, Un “ calienta manos”, muchas galletas, muchos bombones típicos y chocolate de allí. Perfecto. Un viaje perfecto, que no me importaría repetir Me desperté tarde y me preparé para irme a casa, a Valencia. Me despedí de mi familia checa y me fui al aeropuerto, donde nos esperaba el viaje de regreso a casa. Fin del maravilloso intercambio, que me ha enseñado muchísimas cosas, que nunca habría podido haber averiguado si no llega a ser por esto. Una aventura perfecta.

PARÍS Desde de a ventana de su habitación.

Sala de proyección Paseo que dimos. Pequeña iglesia.