Miguel-A. “¡Vaya joyita!” Dedicado a mi amigo Jose Manuel Gallego, de Burgos. (10/06/2008). País de locos
Un tipo llega con una mujer guapísima a la joyería Tiffany's, y, juntos, escogen una joya para ella por el valor de euros. Al pagar la cuenta, el hombre saca su talonario. El vendedor pone cara de preocupación, pues es hora de cierre de los bancos, y la primera vez en su vida que ve a aquella persona en la joyería.
El cliente percibe el gesto. - Creo que está pensando que el cheque pudiera no tener fondos. Hagamos lo siguiente: Como es viernes, y el banco está a punto de cerrar, quédese con el cheque y con la joya. El lunes, tan pronto como haya cobrado el cheque, mande entregar la joya a la casa de la señorita. ¿OK? Aquí le dejo su dirección, y mi numero de teléfono.
El vendedor se queda tranquilo. El lunes, al intentar cobrar el cheque, no es que no haya fondos, sino que el número de cuenta es falso, y ni siquiera conocen en el banco al tal individuo. El joyero decide telefonear al cliente.
¡Ah, sí, joyería Tiffany’s! ¿El cheque? Puede guardarlo como recuerdo. Yo ya no lo necesito. Gracias por su colaboración. ¡Ya me tiré a la chica!.