PROTOCOLO REAL DE MONACO

El principado de Mónaco vivió bajo régimen de la monarquía absoluta El principado de Mónaco vivió bajo régimen de la monarquía absoluta. El príncipe Alberto I promulgó la primera constitución. El príncipe Raniero, al igual que los demás príncipes monegascos, recibió el título de Su Alteza Serenísima. En el primer capítulo de la constitución se indica que el responsable de la autoridad es el Príncipe Soberano. La constitución también indica que la sucesión al trono pasa a los descendientes directos y legítimos del Príncipe Soberano bajo principio de herencia. En ausencia de descendientes legítimos, un niño adoptado puede tener éxito al trono. El Príncipe, sin embargo, puede ejercitar solamente su mandato si ha alcanzado a su mayoría de edad, fijada en la edad de 21 años.

LA FAMILIA REAL MONEGASCA La Casa Grimaldi ha gobernado el pequeño principado de Mónaco en la costa mediterránea desde hace más de 700 años. El primer señor de Mónaco, convertido en un pirata llamado comerciante Grimaldi Lanfranco, era italiano de nacimiento y miembro de la familia genovés que invadieron la zona, a raíz de una disputa económica con el clan rival, los gibelinos. Cuando Lanfranco murió, fue sucedido por su primo hermano, Rainiero I, de la que todos los monarcas posteriores tienen el mismo origen monegasco. Rainiero era también un hombre de mar, pero a diferencia de las de su predecesor, las actividades del nuevo líder de comercio son legítimas, y, finalmente, le valió el respeto del monarca francés, que le nombró gran almirante de Francia.

Mónaco se convirtió en un principado, cuando el entonces gobernante Honoré II asumió el título de príncipe. En ese momento el territorio estaba todavía bajo la protección de España, con quien había estado vinculado, pero el Tratado de Perona se alió con Francia. Tras soberanos monegascos aumentó su recuento de título por casarse con una cadena de herederas francés, lo que explica que, además del título de Príncipe Soberano de Mónaco, la cabeza del principado puede reclamar a 19 otros títulos. Aunque la familia Grimaldi de Mónaco se exilió tras la revolución francesa sus miembros regresaron, tras el Tratado de París, y han sido sus monarcas.

Y el interés que despiertan estas ceremonias se mantiene incólume Y el interés que despiertan estas ceremonias se mantiene incólume. Según sea el lugar en el balcón o en torno de la mesa nupcial, según el asiento asignado en la iglesia de Westminster o en la carroza que desfila, así se miden las diferencias y rivalidades que constituyen el principio de las mejores familias. La monarquía siempre ha manejado su imagen con un arte completo: la pompa de los funerales, el esplendor de las bodas y la magnificencia de las coronaciones, con sus procesiones de carrozas, sus regimientos de caballería en tenida de gala, todo parece salido directamente del pasado pero atrae irresistiblemente a las masas.

BAUTIZO REAL MONEGASCA

Los bautismos reales constituyen, hoy, ceremonias muy privadas y teñidas de simplicidad, tal como lo señala el ceremonial de la corte. Algunas decenas de invitados, a lo más, en torno a la pila bautismal de plata dorada instalada en el salón de música; una recepción que no es sino una reunión de familia pero con detalles enternecedores, como la famosa ropa de bautizo que data del reinado de Victoria: se ha escrito que la misma llevaba tal cantidad de encajes que podría vestir a todo el cuerpo de baile de “El Lago de los Cisnes”.

CORONACIÓN DE LOS MONARCAS

La ceremonia de coronación tiene varios actos en la ciudad, donde participa la familia real: -El primer acto del día es la Misa, oficiada por el arzobispo de Mónaco, en la religión oficial, el catolicismo. -El segundo acto tiene lugar por la tarde en la Plaza del Palacio, donde ante su pueblo y rodeado por su familia, el Príncipe da su primer discurso oficial como jefe de Estado. En ese acto, como manda la tradición, el príncipe de Mónaco es aclamado por la multitud tras recibir de manos del alcalde las llaves de la ciudad sobre un cojín bordado y un regalo comprado por sus súbditos: un bronce y una pintura. -El tercer acto que se produce por la noche es una doble fiesta. En los jardines del palacio diversos invitados junto a la familia disfrutan de un Concierto de Música Clásica. A la misma hora se celebra una fiesta con música y baile popular en el puerto para todos los monegascos. El punto final el día de la coronación lo ponen los fuegos artificiales en el puerto y la familia baja hasta allí para verlos al lado de todos los monegascos.

FUNERAL REAL DE MONACO

La sobriedad y la emoción contenida marcan los funerales de Mónaco, en una solemne y protocolaria ceremonia cargada de tristeza, que cuenta con la presencia de reyes, príncipes y líderes políticos de varios continentes. La jornada comienza con la llegada de las autoridades al Palacio. En la mañana no dejan de llegar caravanas de coches a la plaza del Palacio de Mónaco donde venían las delegaciones de decenas de países e instituciones del mundo, como Jefes de Estado y Monarcas de otro país. Las personalidades entran primero a la capilla ardiente para despedirse del Príncipe, y después suben las escaleras de palacio para dar el pésame a la familia. Se comienza a preparar el Cortejo Fúnebre. La guardia de gala del principado se forma en el patio del palacio.

Todos los funcionarios del palacio están presentes en el patio, portando una rosa de color rojo o blanco, color de Mónaco. Las 4 personas más allegadas al príncipe sacan de la capilla ardiente sobre almohadones violetas, todos los atributos del Príncipe reinante hasta ahora. Sobre esos cojines van sus más importantes condecoraciones y su espada. 6 funcionarios del palacio sacan el féretro de la capilla ardiente y se colocaron en el centro del patio. La guardia del principado toma el relevo para portar el féretro, siendo 10 carabinieri (cuerpo de seguridad del Estado Italiano) los que sostuvieron sobre sus hombros el ataúd cubierto con dos banderas, la bandera del Principado de Mónaco y la bandera de la Casa Grimaldi. El arzobispo de Mónaco ocupa su lugar en cabeza del cortejo.

La música de duelo comienza a sonar, interpretada por tambores y cornetas de los carabinieri, y tras el primer cañonazo el cortejo comienza a andar hacia la catedral por el mismo camino que las autoridades. Allí, la guardia le rindió honores.   Después el personal del palacio vuelve a coger el féretro de las manos de los carabinieri para entrar a la catedral de San Nicolás. La catedral decorada, las escaleras con flores rojas y blancas. En el portal estaban los cortinajes de luto en color azul oscuro. La puerta central debe tener el escudo Grimaldi.

Al entrar a la catedral se coloca el féretro ante el altar Al entrar a la catedral se coloca el féretro ante el altar. De nuevo la guardia toma su lugar colocando primero las 3 coronas de flores rojas y blancas, en forma de corazón. El arzobispo de Mónaco, da comienzo al funeral religioso. Los jóvenes situados a la izquierda del altar encienden los tres cirios que están en el lado derecho del féretro, adornados por rosas rojas. A última hora de la noche, es enterrado en la más estricta intimidad familiar al lado de la tumba de su esposa.

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